CAPITULO 10

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—bueno cariño ya es tiempo que sepas porque de mi actitud por varias cosas y por la pregunta de Diane— dijo un poco apenada— no puedo callarte más mi historia, te lo cuento porque te amo mucho y me importas.

En ese momento Elizabeth estaba muy nerviosa por cómo iba a reaccionar Meliodas a su relato, pero era necesario, ya que las parejas se cuentan todo, mas cuando esa persona es la ideal ante tus ojos y corazón.

Meliodas: tranquila nena, estamos en toda confianza, además no creo que sea tan malo como piensas— lo dijo en modo de darle confianza y tranquilidad.

Elizabeth: no creo que sigas pensando eso cuando comience con la historia— lo dijo muy triste—tomemos asiento ya que será un poco largo, lo que te contare— dijo palmeando la superficie de la cama donde quería que se sentara Meliodas.

Se sentaron en la cama y se pusieron cómodos para comenzar con el relato.

Elizabeth: mi historia comienza desde que era muy pequeña....

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Inicio de la historia

Cuando tenía 5 años tuve un accidente por treparme a un árbol, me caí y me golpee fuerte la cabeza, me llevaron al hospital de urgencia, cuando los doctores me revisaron el golpe, no vieron nada que comprometiera con mi memoria o mis movimientos motrices, pero si con mi vista, vieron que a causa del golpe uno de mis ojos había cambiado de color lo cual me provoco heterocromia, pero que eso no afectaría en nada mi vida; muy grave error ya que si lo hizo mucho mas adelante.

Al llegar al jardín de infancia todos se quedaron asombrados por cómo se veían mis ojos y lo tomaron bien, me dijeron que se veía cool y genial, que era una marca de guerra de una guerrera, gracias a eso pude terminar esa etapa sin miedos ni complejos.

Ya en la primaria fue muy diferente, claro por qué comencé en una escuela distinta y no tenía a ninguno de mis anteriores compañeros, hay todos me veían como si fuera un fenómeno, por cómo eran mis ojos de diferente color, eso me genero desconfianza y comencé a ser muy sumisa, inclusive deje crecer mi flequillo para tapar mi ojo, pero eso no cambio en nada la forma en cómo me trataban, llegaban al punto que me hacían bromas crueles como esconder mis cosas, comerse mi refrigerio, lanzar mis cosas en modo de juego por el salón, y hasta llegar a veces a ponerme apodos hirientes, la única amiga que tenía en ese entonces era Eliane, ella no era como los demás, no le parecía un fenómeno y siempre me decía que era hermosa y que mis diferencias me hacían especial. Gracias a ella pude pasar mi primaria un poco tranquila y acompañada.

En la secundaria, el acoso bajo mucho, ya que los niños que me hacían maldades fueron expulsados por mal comportamiento, eso fue un alivio para mí, pero aun tenía una autoestima baja. Lo único bueno es que hice una amiga más, llamada Sennet, ella también me ayudaba al igual que Eliane con mi autoestima. Pero cuando estuve en cuarto año de secundaria un nuevo chico ingreso a mi salón, se llamaba Mael, lo veía muy guapo y quede flechada, era mi primer amor a primera vista, lo malo es que se comenzó a juntar con los populares y lo hizo inalcanzable, hasta que un día en una fiesta de cumpleaños de una compañera se me declaro, no lo podía creer, pero como toda una tonta acepte y comenzamos una relación.

Al comienzo todo iba perfecto, como cualquier pareja de adolecentes, pero con el tiempo el comenzó a ser muy celoso, no quería que me acercara a ningún chico y a veces ni siquiera a mis amigas, hacia todo lo que él me mandara, desde comenzar a cambian muy forma de vestir hasta me inicio a tomar bebidas alcohólicas, pero yo era siega y sumisa, no me daba cuanta que se aprovechaba de mi inocencia, hasta que un día descubrió mi heterocromia, pero no me hizo nada, eso me sorprendió, pero a causa de eso comenzó a ser más intenso en la relación, hasta me obligo a tener mi primera vez con el casi a la fuerza, mis amigas con el tiempo me comenzaron a animar a terminar con él, pero era muy cobarde para terminar con él, me sentía atrapada, hasta que ellas mismas fueron a encararlo y a decirle que ya no quería nada de él, claro que yo estaba presente y con ayuda de ellas también le plante cara para acabar con la relación, lo raro fue que lo tomo de forma pacífica, pero no contaba con lo que sucedería en la salida de ese día.

Otra oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora