CAPITULO 42

42 2 0
                                    

Las primeras dos semanas paso sin muchos altibajos, Tristán se comporto bien y bueno no podemos pedir mas ya que apenas acaba de nacer, descubrimos que a el no le gusta estar mucho tiempo solo, tan solo cinco minutos solo y se pone a llorar, es un amante de estar en brazos de mamá y papá, sus manitas se agarran fuerte de nuestra ropa apenas lo tomamos en brazos, mi niño será muy apegado a nosotros eso no me cabe duda.

A la semana siguiente nos visitaron nuestros hermanos Zeldris, Gelda y Liz; zel y gelda no se dejaban de asombrar que todos sus rezos por tener un sobrino se hicieran realidad y lizzi no parecía sorprendida mucho la verdad, díganme loca pero mi hermana tiene un buen sentido, no quise decir nada, pero ella a solo un mes de salir embarazada me dijo que en un sueño había visto a un niño igualito a mi agarrado de las manos, no le creí mucho al principio, pero la realidad lo dice todo.

Liz: vez hermanita te dije que el niño iba a ser parecido a ti — lo decía mientras cargaba a Tristán — mis premoniciones no me fallan.

Elizabeth: la verdad es que si me asombra mucho, pero a la vez me asustan tus predicciones — lo decía mientras se abraza a si misma por un escalofrió — el bebe es una cosa, pero cuando predijiste lo que iba a hacer Mael ese día en el centro comercial, me helo en ese momento la sangre.

Liz: que te puedo decir sali adivina— riéndose por lo bajo— pero déjame decirte que mi sobrino esta muy lindo igualito a su madre.

Elizabeth: vamos lizzi que también tiene algo de mel

Liz: mmm... la verdad es que yo si fuera el padre dudaría que sea mío — mirando hacia donde estaba Zeldris y Gelda — ¡amigo zel! ¿es verdad que el bebe es la viva imagen de ellie? ¿no?, — mientras le mostraba el rostro de bebe al hermano de Meliodas — dime tu con sinceridad, ¿tiene algo de mel?

El azabache se quedo mirando un poco a detalle al infante y si se dio cuenta que era viva imagen de Elizabeth, no fue hasta que sintió a sus espaldas la mirada de su hermano con cara de poco amigos y apunto de matar a alguien.

Zeldris: mmm... — queriendo que la tierra lo tragara— sus cejas son como las de mi hermano y... ehm... — mirando a su hermano — lo siento mel, pero con suerte cuando crezca tenga tú mismo carácter.

En ese momento Meliodas se sintió celoso y triste, no por el hecho de que el bebe sea la viva imagen de su madre, sino que nadie reconocía que era su hijo, nadie veía en lo que se parecían, ya iba a refutar al respecto, pero Elizabeth intervino.

Elizabeth: tiene muchas más cosas de mel que lo que creen — lo decía mientras se acercaba a su novio para abrazarlo por l espalda — tiene muchas energías como mel en las mañanas, es muy afectivo al igual que cuando Meliodas me demuestra su cariño por mi cada día, y sin olvidar que adora estar en mi pecho cada vez que necesita consuelo — mirando a su novio con ojos de adoración — mel le encanta descansar después de un día muy estresante en mi pecho, siempre me dice que soy su zona de recarga.

Meliodas se quedó boquiabierto, ellie podía mirar todas esas cosas en tan solo casi dos semanas con el bebe, y si tenía razón; Tristán era igual de posesivo que el con la albina y ya se lo imaginaba cuando sea mas grande y sea el segundo protector de Elizabeth.

Meliodas: — sorprendio a la albina cargándola estilo novia — ellie por eso te amo — dándole un beso corto pero apasionado— no puedo creer que veas tanta maravilla en un ser tan pequeño.

Elizabeth: jejeje mi amor yo veo muchas cosas y mas en nuestro bebe y sé que será un gran hombre como su padre — depositando un beso en su mejilla — mel eres un buen padre.

Los invitados quedaron boquiabiertos por el actuar de la pareja, se notaba que se amaban mucho que hasta se defendían uno al otro

Liz: lo siento cuñado —agachando la vista de pena— mi intención no era molestarte o hacerte menos, es que a veces hago y digo las cosas sin pensar y...

Otra oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora