La vida a veces puede ser muy injusta, pero todos sabemos que innegablemente es parte de su esencia. Si me preguntaran de que me arrepentiría antes de morir, muy posiblemente sea el hecho que nunca me esforcé en nada.
Y fue así como ese pensamiento...
Después de toda aquella situación tan irrealista, pero que para sorpresa de muchos resultó ser real, Sebastián y la chica llamada Malarya nos llevaron a un lugar extraño.
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En la habitación había un cristal flotante de un color azul con tonos verdes. El cristal estaba en el centro de una plataforma que a su vez también estaba en el centro del lugar. Algunos echamos un vistazo por las ventanas del lugar, y nos dimos cuenta que estábamos muy, muy alto, tanto que se podía ver las nubes por debajo de la ventana.
- Si me permiten su atención. - Hablo el mayor que curiosamente poseía una vestimenta de mayordomo. - Detrás de mí se encuentra el Cristal Dimensional, con el los transportará al pueblo o ciudad más cercano. Solo toquen el cristal y serán enviados. ¿Alguna pregunta? - Dijo Sebastián sorprendiéndonos a todos.
- Sí, ¿Cómo sabremos que estamos cerca de un pueblo o ciudad? Podríamos perdernos si no sabemos a dónde ir. - Preguntó un chico de entre la multitud, su pregunta era buena.
- Cabe la posibilidad de que aparezcan en algún bosque o que posiblemente sean enviados a la entrada del territorio. Pero no se preocupen, normalmente los bosques tienen caminos que conducen a las entradas de las ciudades. ¿Alguna otra duda? - Comentó el con seguridad y tranquilidad.
- ¿Vamos a aparecer solos o todos en un mismo punto? ¿Cabe la posibilidad de que vayamos en grupos? - Preguntó otro más, esta pregunta ciertamente era importante ya que muchos habían formado grupos y querían seguir juntos.
- Si desean ir en grupos, entonces los integrantes deben tocar el cristal al mismo tiempo, así serán enviados a una misma ubicación. - Respondió esta vez la chica con vestido de maid.
- Adelanté, cuando estén listos pasen al frente, toquen el cristal y este los enviará. - Dijo esta vez Sebastián.
Tras dicho esto, el primer grupo paso ante las miradas de todos. Tocaron el cristal y estos fueron rodeados por una luz celeste que luego de un instante, el grupo desapareció.
Y así fue por unos minutos, la mayoría iba en grupo por obvias razones, pero había algunos que preferían ir solos. Supongo que no les agrada la compañía.
- ¿Nosotros debemos ir en grupo o cada quién por su cuenta? - Preguntó Arthur llamando nuestra atención.
- Formamos el grupo debido a la situación, pero creo que lo mejor sería ir juntos, no sabemos que nos espera en ese nuevo mundo. - Dijo Dest de una manera lógica, aunque apenas nos hayamos conocido hemos podido congeniar bien.
- Supongo que es lo más lógico, ¿No lo crees, Ray? - Le cuestione un poco preocupada.
Ya casi se habían transportado todos, faltaban casi 20 personas por irnos.
- ¡Ray, debemos seguir juntos! - Dijo esta vez Nia con un rostro de gran preocupación, casi rogando que aceptase.
Ray ante las caras y posturas que poníamos todos, término aceptando. Qué curioso, inconscientemente se volvió nuestro líder. Supongo que se debe a que él formó el grupo.
