#03- Tres

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— Oh Hardin, eres maravilloso, olvida a Tessa — murmure

— ¡ Azul despierta! — me levante de inmediato al sentir el grito en mi odio, era mi madre

— ¡ Brenda que pasa contigo!, estaba soñando con Hardin — dije molesta, me tape de pies a cabeza de vuelta

— Si tu y tu amor platónico por un personaje ficticio — soltó y me quitó las sabanas de encima. — levántate ya, tu tío Diego esta abajo — bufé.

Había olvidado por completo que Diego vendría desde muy temprano a molestar mi día, parece que el quiere ser la Karen versión hombre.

— ¡ Azul anda ya que no es educado hacer esperar — grito de vuelva mi mamá, me levante a regañadientes.

Mi mamá se  aseguró de escuchar la regadera encendida para después salir, no tenía caso que me duchara bien si iba a sudar en un rato.

El calor esta siendo insoportable hoy en Sevilla, los días anteriores no se quedan atrás.

En cuanto sali de ducharme me puse un crop top color negro, unos jeans del mismo color y tenis deportivos blancos. Pinte un poco mis labio, mis pestañas y  obviamente loción.

Tome mi pequeña mochila donde ya estaba mi celular y algunas cosas más, mire la hora en uno de los relojes de mi habitación y apenas eran las 8:10 . Recordé que mi mamá dijo que Diego ya estaba aquí, pero el dijo que vendría a las ocho, seguro me mintió.

Baje las escaleras y fui a la Sala, justo en ese momento Diego iba entrando por la puerta principal, lo cual quiere decir que mi mamá me levanto antes a propósito. La mire, ella estaba sentada en el sofá, sonrió.

— Te levante treinta minutos antes, de lo contrario no estarías lista — se justificó, rode los ojos 

Mire a Diego entrar por la puerta que da a la Sala, me sonrió y ¿ para que pelear?, hice lo mismo.

— Hola Buenos días — saludo, mi mamá se levanto a recibirlo.

— Hola Diego Buenos días, Azul ya está lista — anuncio.

— Hola tío Diego, ¿ nos vamos? — el asintió

— por supuesto, vamos.

Termine de bajar las escaleras y fui al lado de Diego.

— ¿ no saludaras a Karen? — pregunto mi mamá a Diego, rode los ojos.

— no creo, ya vamos tarde, adiós — jale a Diego ante la mirada molesta de mi madre, el camino y de despidió rápidamente de ella.

Salimos a la calle, ahí estaba un bonito Porsche estacionado. Sonreí, había escuchado que estos autos corren rápido y me gustaría comprobarlo.

— parece que te gusta mi auto he — habló Diego abriéndome la puerta del copiloto.

— a mi no me gusta, a mi me encanta! — sonreí — ¿ me dejas conducir? — el soltó una risa

— ni de pendejo, entra ya — rei

— Vaya, sabes malas palabras, me caes un poco mejor.

El me miro con una sonrisa cómplice y yo termine de entrar por completo al auto. Olía muy Rico, una combinación entre chocolate, mora y fragancia de hombre, que excitante.

Diego se subió al copiloto, encendió el auto y después conectó su celular a su estéreo. Lo mire, no podíamos ir en silencio mucho tiempo.

— ¿ puedes ir rápido?, me gusta la velocidad — sonrió

➹ 𝙎𝙩𝙖𝙮 𝙏𝙤𝙜𝙚𝙩𝙝𝙚𝙧 •  𝘿𝙞𝙚𝙜𝙤 𝙇𝙖𝙞𝙣𝙚𝙯 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora