#14 - Catorce.

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— ¿ quedarnos juntos esta noche? —

Diego tenía una sonrisa de lado, me veía por el rabillo el ojo en ocasiones.

— Me refiero a no dormir, podemos ir y disfrutar que la noche es larga — me encogi de hombros.

— ¿ te refieres a pasear por la ciudad de noche? — asenti.

— ¿ no te suena a una aventura que deberíamos hacer ahora que somos jóvenes? — soltó una risa.

— eso suena a algo que en efecto si harías, pero yo ya no soy un adolescente.

— Bah, hablas como si tuvieras cincuenta años . Estas en la flor de la juventud, Diego.

Diego hizo un mojin y luego sonrió, me miro unos leves segundos.

— ¿ cual será la primer parada? — sonreí.

— Elige tu.

El se lo pensó y cambio la dirección del auto, unas cuantas calles adelante nos detuvimos frente a un parque.

Se podía observar lo solitario que estaba a estas horas de la madrugada, nadie estaba tan loco como nosotros para ir a esta hora.

Diego se aparcó en la orilla de la calle, inmediatamente baje y la brisa de la madrugada cayó en mi. Diego no tardo en bajar después de mi, sonrió y me tendió una sudadera.

— Pontela para que no te resfries— la tome de sus manos.

— Gracias, Diego.

El me dedicó una sonrisa, me coloque la sudadera y aún tenía su perfume impregnado. El ya llevaba puesta una, así que una vez que estuve lista ambos caminamos por aquel parque solitario.

— Dime pequeña Blue, ¿ que hacías en la fiesta de Alex? — pregunto mientras avanzabamos.

— ¿ la fiesta era de Alex? — pregunte sin querer, mala idea.

— Osea que no sabias de quien era la fiesta, pero estabas ahí. — dedujo, hice una mueca.

— Santi fue quien me llevó, dijo que habían invitado a sus amigos.

— y por sus amigos estar invitados, creyó que podía ir — dijo Diego con una risa burlona. — Tu novio es un idiota.

— No es mi novio — me defendí rápido.

— bueno, pero te esta pretendiendo, eso es lo que dijo Brenda. — rode los ojos.

— Puede ser.

Diego me sonrió, le devolvi el gesto y ambos caminamos hasta un puente en forma de arco. Este cruzaba sobre un pequeño arroyo de agua que iba directamente a una fuente, estaba rodeado de pasto, era un lindo lugar.

— ¿ por que no quisiste ir a casa? — preguntó Diego después de unos minutos.

— No lo se, simplemente no quería llegar a casa. A veces llegó y solo lloro hasta quedarme dormida, mi vida no va muy bien — me sincere.

— ¿ quieres hablar de eso?, tu sabes que puedes confiar en mi, además no es bueno callarse los sentimientos — dijo dando palmadas en mi hombro, asenti.

Detuvimos nuestra caminata justo en el medio del puente, me gire a verlo y comencé a contarle.

— La verdad es que me da algo de pena por que eres el novio de mi tía, pero quiero hablarlo con alguien que no sean mis amigos, es vergonzoso. — admiti

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