#26 - veintiséis

567 42 3
                                    


Salí de mi habitación con mucho cuidado, no sin antes meter mi pasaporte, identificación y algo de dinero. Además de algunas otras cosas personales, claro, ahora venía lo más complicado e importante.

No ser encontrada por mi familia.

Al parecer no había nadie a la vista, por lo que baje rápidamente las escaleras, caso corriendo. Llegue a la Sala, tenía que cruzar esa parte hasta la puerta que da al pequeño patio de entrada.

Escuche las voces de mis abuelos acercarse, al parecer venían de la cocina. Mire a mi al rededor y no se me ocurrió otra cosa más que ponerme pecho tierra, es decir, me tire al suelo sobre la alfombra.

El sofá grande cubría mi cuerpo, agradezco ser delgada en estos momentos. Las voces de mis abuelos se hacían cada vez mas fuertes, por suerte pasaron de largo.

Con cuidado de no ser vista me levante poco a poco, los ví saliendo abrazados hacia el jardín. Rápidamente salí por pa otra puerta y llegue al patio, entonces como alma que lleva el diablo salí de esa casa

Corri lo más rápido que pude, no me detuve hasta que llegue a la avenida principal y salí del fraccionamiento.

Diego me había enviado un mensaje diciendo que me fuera directo al aeropuerto, así que tome un taxi y le dije a donde debía llevarme.

Cuando el taxi al fin iba avanzando rápidamente pude soltar un suspiro de alivio, no se cuanto más pasará hasta que mi familia se de cuenta de que no estoy en casa.

Recordé la escena que ví antes de huir, el ver a mis abuelos abrazados y hablando como dos enamorados. Y es que lo están, ellos son la prueba de que hay amores que perduran para toda la vida, que si hay amores bonitos.

Nada me haría más feliz que poder estar un día así con Diego, llegar a ser novios hasta viejitos. Se que no hay muchas probabilidades de esto, pero soñar no cuesta nada.





Cuando baje del taxi llame a Diego, el me dijo que estaban ya en una de las salas para esperar el vuelo, según salía en treinta minutos.

Me apresure a entrar, igual cuando llegue a la Sala seis ahí estaba el, sonriendo en cuanto me vió entrar.

— Mi amor — susurro cuando nos abrazamos frenéticamente.

Mi corazón latio con mucha fuerza, el escuchar a Diego llamarme mi amor. Era como un sueño, un hermoso y maravilloso sueño, parecían palabras mágicas.

— ¿ todo está bien? — pregunte refiriéndome a su familia

— Claro que si, les conte lo que sucedió, pero para que no hubiera problema en que te vinieras exagere un poco — me dice en un susurro solo para los dos.

— ¿ que tanto dijiste Láinez? — cuestione

— Solo que tu madre te había corrido de casa, que casi casi te deshereda.

— ¿ a nada más? — digo con sarcasmo.

Niego divertida, de verdad que pensé de todo menos esto. Aun así beso sus labios, llevaba rato queriendo hacer esto.

— Te presentaré a mi familia — dice emocionado

— Si, vamos.

Sonrió cuando me toma de la mano, nos acercamos a donde está su madre platicando con una mujer no muy grande de edad.

Diego dijo que era su prima Jackie, la mujer alta de ojos muy hermosos y cabello con mechones dorados me saludo con un abrazo.

Ella parecía muy amigable, lo supe desde el momento en que me saludo como si nos conocieramos de toda la vida.

➹ 𝙎𝙩𝙖𝙮 𝙏𝙤𝙜𝙚𝙩𝙝𝙚𝙧 •  𝘿𝙞𝙚𝙜𝙤 𝙇𝙖𝙞𝙣𝙚𝙯 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora