12. Vinnie

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Vinnie

Estaba sentado detrás del cuerpo desnudo de Angelina, ella apoyó su espalda en mi pecho, su cuerpo con mi cuerpo, era solo... era algo bendecido. La sabana blanca cubriendo su hermoso cuerpo y el mío. Dando una calada al cigarrillo, y después pasando el humo a mí.

—¿Cómo estás? —Pregunté, atrayéndola a mí, causando que suelte el cigarrillo en la mesita, y rollando sus brazos por mi cuello.

—Ahora me siento bien, muy bien. —Contestó juntando nuestros labios. Un beso cálido, tierno, lleno de amor.

Ella me hace sonreír, aunque no me importaba la diferencia entre nuestras edades.

Después del gran problema que los dos reinos pasaron, Angelina se quedó atascada en una depresión. Tenía el corazón roto, Dixie y Quinton la habían decepcionado, demasiado. Ninguno de los dos entendíamos porque ellos dos, juntos.

Traté de hacerla feliz, cada noche, cada oscuridad donde nos encontrábamos, donde el peligro habita. Trato cada día de sacarle esa sonrisa que tanto amo.

Miré el reloj y vi que ya era la madrugada. Besé la mejilla de la pelinegra y después un casto beso. Ella sonrió al ver mi trasero desnudo, sí. Me puse mi traje y sin antes atacar nuevamente esos hermosos labios, me fui.

Charlotte

Me quedé toda la noche durmiendo en el dormitorio de Vinnie, esperando que esté conmigo, pero no lo encontré en toda la noche, hasta la madrugada.

Él frunció su entrecejo al verme, de seguro me vio toda destrozada. Mis ojos rojos, mi nariz moqueando, toda mi cara hecha un desastre. Ese desastre que provoqué yo misma.

—¿Qué pasó, Charlotte? —Preguntó, yéndose hacia mí. Acercándose e inmediatamente sus manos acariciando mis cabellos. Lloré en su hombro y en sus brazos. Maldecí en su cuello. Me tranquilicé con su aroma.

Por un momento supe que Jaden era un egoísta, que no quería dejarme, aunque me duela. Lo sabía. No era posible que sus propios obstáculos provoquen mi corazón romperse, en pequeños pedazos. Él es tan egoísta, pero dejó ese lado para, por lo menos, no hacerme sufrir, no tanto.

—Llora, Charlotte, llora. —Musitó, acariciando mi espalda. —No te contengas, hermana, suéltalo a través de tus bellas lágrimas.

Le di mi corazón, me entregó su corazón, lo cuidamos por un tiempo, hasta que todo salió a la luz. Los corazones corrieron, se escondieron, dejándome aturdida. Él puso la luz en mi vida, y yo la apagué.

"No vayas a romper mi corazón, príncipe Jaden" siempre me lo recordaba, en Reino Unido. Donde estaba en mi casa, donde sigue siendo mi casa.

—Por una parte, es una oportunidad ya no tenerlo, hermana mía. —Vinnie declaró. —Eres libre, puedes mentir si te da la gana, puedes ir a esos bares que ibas con Josh, puedes tener relaciones coitales con cualquier ingenuo.

Tenía razón. Podía hacerlo. Pero, por otra parte, cuando haces eso sientes un vacío que él, solo esa persona podía lograr a llenar ese vacío, esa nada.

Vinnie con su dedo levantó mi mentón. —No dejes que un pelinegro rompa el corazón que nuestra familia y yo logramos repararlo, no te dejes caer. —Sus consejos siempre han sido de una manera u otra, hermosas, inspiradoras. Y nunca me arrepiento de tenerlo como hermano.

Él también sufrió mucho, y lo sé por sus ojos. Siempre se guarda todo, pero las veces que lloraba se destrozaba y se desahogaba con el viento, con su soledad.

—¿Cómo estás, hermano? —Pregunté, después de unos minutos en silencio. Los dos echados, mientras que yo me escondía en su pecho como si me pudiera llevar a un lado.

—Angelina se siente mejor, ha estado teniendo unas charlas con Quinton y Dixie. —Contestó.

Angelina, espero que vayas a romper el hermoso corazón de mi hermano. Eso sí no lo perdonaría...

¿Quién dijo que los hermanos de Reino Unido, sean unos ilusionados en el amor? Somos las personas más débiles que podrán encontrar.

Quinton

He estado temblando desde hace una hora, era mi día, le voy a decir lo cuanto que la amo. Y no hay nada que me vaya a detener.

Dixie estaba apoyada en un árbol, viéndome con cansancio mis pasos de izquierda a derecha. Su mirada era tan penetrante que estaba seguro que podía morir en este instante, pero después recuerdo a Dixie, a mi bebé, a mi amante, a mi hermana. Y sigo temblando, me vuelvo loco al verla, manipula mis decisiones, y es porque ¡Dios! Me encanta esa princesa.

No había nada que me detenga, y creo que ya es momento para decirle.

—Cásate conmigo. —Inmediatamente me arrodillé y le mostré en una cajita un anillo plateado, en el medio había bolita de perlita, pero adentro del aro decía esas palabras, esas palabras que nunca podremos olvidar. "Te amo como mi caballo blanco".

Ella con una sonrisa y sus lágrimas bajando por sus rojas mejillas, asintió. Tomó el anillo y se lo puso para después tirarse a mis brazos y besas mis labios. Rodeé su cintura con mis brazos y la cargué, para así besarla tiernamente, con amor.

—Te amo, Quinton y no sabes cuánto. —Confesó, aun en mis brazos. Le di otro beso, y otros más, uno más en su clavícula y el último en sus labios.

No sabíamos cómo nos íbamos a casar, pero estaba seguro que sí lo íbamos hacer. Muy seguro de eso. 














Helou :D

¿Les gustó?

Ya viene el final... Y... Y estoy jleodyhe, cómo todo el día al pensar en esta obra:).

Quinton y Dixie se van a casa, OMG.
¿Les gusta esa pareja?

Vinnie y la reina Angelina, ¿les gusta?

Buenas noches y gracias por sus lindos comentarios:3

Nos vemos <3

Valeria-

𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒏𝒂𝒅á ―Jaden Hossler―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora