15. Charli

264 26 17
                                    


Últimos Episodios

Addison

—¡Corre! —Charli me gritó, sonriéndome divertida.

Algunos cazadores quieres perseguirnos. De seguro, será el reino que nos querrá de vuelta. Ya habíamos pasado por esto desde meses, y a decir verdad nos hemos acostumbrado y nos divertía como esquivamos las balas y las flechas.

Charli se detiene y dobla a la izquierda, la sigo. Miré atrás y una bala pasó por mi cachete. Me distraje en ese momento, que sentí como alguien me jaló. Charli. Mi pelinegra me atrapó. Nos escondimos, en una cueva oscura con telarañas arriba.

Ella se acerca a mí y me besa. Se posicionó atrás abrazandome, mi respiración era agitada. Pensé que este día era el último día en tenerla, no sé como me vino ese horrible pensamiento.

—Sabes que siempre te amaré, Addison. —Cuando había estas extrañas y divertidas situaciones, Charli siempre me recordaba lo cuanta me amaba. Y está bien eso, me gusta escucharla pero no de esa manera, de una despedida.

—Yo también te amo, y no vamos a morir si piensas eso. —Le susurré, dándole un beso en su frente. Ella me sonríe, y me abraza en silencio. Escuchábamos los pasos que se estaban desapareciendo.

Recuerdo la primera vez que decidieron encontrarnos. Charli y yo nos encontrábamos en una fogata en media noche, nos calentábamos las manos mientras comían a un venado muerto. Escuchamos una pistola sonar cerca de nosotras e inmediatamente miramos nuestro alrededor. Todo estaba callado sin nada de sosprechar, los insectos haciendo su clásico sonido, algunas lucecitas amarillas volando. Era hermoso esa nche al lado de mi amada, pero se escuchó esa bala, donde todo se escondió.

Corrimos. Charli me sostuvo de la mano en todo ese despreciable y suspenso momento. Sentimos como nos perseguían y las voces guiando hacia nosotras. Las balas y flechas rozándonos, y una voz muy conocida. Griffin.

Corrimos hasta escondernos en una cueva, lo cubrimos con plantas muertas. Y nos quedamos ahí, dos días, sin ver el amanecer. Las dos asustadas. Solo nosotras dos. Solas. Apoyándonos mutuamente. Besos, abrazos entre las dos. Solo nosotras dos por meses, empezamos a sobrevivir, hasta por fin encontrar a alguien o un hospedaje.

—No salgas. —Salí de mis pensamientos, al ver como Charli quería salir. La agarré de la muñeca, muy fuerte. Ella me sonrió, y me guiñó el ojo.

Ella se acercó a mí, lentamente. Cada mano lo puso en cada cachete mío. Me estremecí sentir sus frías manos. Ya me acostumbré al sentirla tan helada, cómo siempre. La amo.

—Nada va a pasar conmigo, mi amor. —Contestó, dándome un beso en mis resecos labios. —Te amo, Addison.

No logré contestarle con un "te amo", ya que salió inmediatamente. Antes que yo la siga –como siempre–, sentí mi corazón detenerse por unos largos segundos. "Quédate, Addison". Y asentí, le hice caso a mis pensamientos por segundos hasta escuchar la bala sonar y los pájaros parlar. Inmediatamente salí, mirando a Charli en la tierra.

Una bala en su pecho; su boca manchada de la sangre que salía. Lloré, no pude evitarlo. Corrí hacia ella, y me arrodillé a su lado, mis lágrimas saliendo encima de su pobre cuerpo. Mis rodillas se mancharon de la sangre roja que salía debajo de su cuerpo, de su vieja prenda. La miré por una vez más, y noté su sonrisa y sus ojos en mí. Como aquella vez donde supe que era ella, la persona que iba amar.

—Te amo y sie-empre t-te amaré, Addi-ddison. —Negué con mi cabeza. Apoyé mi cabeza en su cuello. Mientras negaba con mi cabeza, mis escandalosos sollozos.

Y supe. Supe que debía de despedirme. Aunque no pensé en ese momento en nada, que no sea Charli, tuve que hacerlo aun teniendo el fresco dolor en mi pecho. No sabía que hacer, como despedirme, como no llorar por ella.

—Te-te ju-juro que te amar-ré por to-da la vida, Charli. —Juré, prometí, tomándola de su fría mano, aunque teniendo el sol hacia nosotras.

La vi por última vez. Su clásica sonrisa de transmitirme que estará bien, que estaremos bien. Sus lágrimas bajando por sus pálidas mejillas. Tosió y volteó su cabeza para así cerrar sus ojos y darme un último apretón con su mano. Su última lágrima resbaló por su mejilla. Su última lágrima...

—Co-corr- —Corre. Lo sé, Charli.

Dejé un último beso en su frente y después en sus labios. Y corrí. Corrí por mi vida y la suya, la cadena que le regalé en mi mano manchada de sangre de mi amante.

Corrí hasta tropezarme. Solté un quejido, y vi la trampa que me hicieron.

—Lo siento por tu perdida, hermana mía. —Escuché la voz de Griffin. Volteé mi cabeza y con el dolor, lloré, lloré ya que no podía hacer más.

—Mátame, ¡hazlo, Griffin! —Grité, él apretó su mandíbula y apuntó la pistola negra en mi cabeza.

Lo siento, Charli, no puedo hacer nada.













Helou :D

¿Les gustó?

¿Lloraron? Yo al escribirlo lloré al imaginarme como Charli murió, fue muy triste, ¿o no?
Me partió el corazón imaginarme la escena, mientras lo escribía. Parecía como si fuera realidad.

En fin, ¿alguien en este momento odia a Griffin? Yo sí.

Nos vemos <3

Valeria-

𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒏𝒂𝒅á ―Jaden Hossler―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora