4. Tradición del Reino

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Hoy es un día especial para toda el pueblo.
El reino Hossler deben de dar un saludo en bicicleta. En cada bicicleta cada pareja debe de estar, y eso me pone nerviosa. Porque no quiero pasear con Jaden. ¿Saben lo incómodo que sería?

La tradición llevas más de 50 años activo. La empezó el rey Carlos tercero de Canadá, su tradición manifiesta el contacto que hay con el pueblo y el reino. Me parece algo estúpido, pero debía de hacerlo como esposa de Jaden.

—¿Nerviosa? —Preguntó Emma, mientras me ayudaba a ponerme el pantalón beige, que normalmente se usa para montar caballo. Pues, la bicicleta representa al caballo.

—Sí, sabes cómo está el problema con Jaden. De seguro, ni va a ir, y yo me quedaré sola. —Pensé en voz alta. Emma me sonríe de compasión y siguió ayudándome.

Aunque Jaden esté molesto conmigo, y yo con él; de todas formas, quisiera estar con él. Su cercanía me hacía feliz, una pequeña palabra que dice muchas cosas.

—¿Lista? —Cuestionó la reina, Dixie aparece a mi lado y con una sonrisa me saluda haciendo una reverencia.

—Sí, su majestad. —Contesté. Ella asiente y se va dejándome con Dixie.

—¿Estás nerviosa? —Me interrogó Dixie, asiento con mi cabeza.

Jaden me ponía nerviosa.

—Sabes el problema que tengo con Jaden. —Le contesté, ella asiente con su cabeza y después se queda callada para escuchar lo que dice el rey.

Habíamos ya practicado desde hace unas semanas atrás. Obviamente los nervios de equivocarse seguían acechando, pero trataba de ignorarlos y me centrataba en los nervios de qué Jaden iba a estar conmigo.

Hablando del rey de Roma, él se acerca a mí y su mano lo coloca en mi cintura, haciéndome sentir más segura y protegida. Sonreí en mi interior.
Alcé mi mirada para verlo mejor, él no me miraba, sino, miraba a esa chica rubia que le saludaba a todos.

Le había dicho a Emma qué me haga sentir linda, para llamar la atención de mi esposo. Quiero llamar la atención de él.

—La primera pareja que va a pasar son los reyes. Después, la princesa Charlotte con el príncipe Jaden; los siguientes serían, la princesa Dixie y el príncipe Griffin —Arrugué mi entrecejo, volteo para ver a ellos dos juntos.

Dixie reía al lado de él. Parecían una pareja. Reventé de cólera, ella no podía estar con un asesino.

Estaba lista para irme e interrumpir a esos dos, pero sentí una mano agarrar fuertemente mi muñeca haciéndome soltar un gemido de dolor.

—No te irás, ya vamos a salir. —Habló Jaden, jalandome hasta regresar a su lado. Miré de reojo a Josh y él a mí.
Esté frunció su ceño al ver la pequeña escena que hizo Jaden conmigo.

—Si quieres decirme algo, para la próxima no me jales la muñeca fuerte. —Le advertí sobándome esta.

—Hago lo que sea contigo, eres mi esposa, Charlotte. —Aunque me gustó oír que soy su esposa, pero lo dijo acompañado de algo machista.

Sé que él lo ha dicho para joderme la vida, está molesto conmigo y habla tonterías.

—Machista. —Musité.

—Mentirosa. —Respondió del mismo tono.

—Rencoroso. —Y es verdad, es un maldito rencoroso que no acepta un perdón de esta adorable chica.

Él se quedó callado. Me agarró de la mano y entrelazó sus dedos con los míos. Sentí una pequeña corriente hacía mi estómago. Me ha gustado su toque.

¿Por qué lo ha hecho?

—¿Listos para ser los próximos? —Ah, con razón. Solo me tocó porque ya íbamos a salir.

Me senté en el asiento de atrás de la bicicleta. El hombre debía de manejarlo, porque según el pueblo, los hombres lo hacen mejor que las chicas.

—Manéjalo —Ordenó Jaden. Fruncí mi ceño—. Hazlo, mujer.

Sin decir nada y confundida lo hice. Iba a manejarlo. Me senté todavía confundida por el repentino cambio.

—No quiero que te vean como estúpida, tú puedes controlar todo esto. —No entendí casi nada de sus palabras, pero estaba contenta al sentir sus brazos rodeando mi cintura.

Que bueno que he estado comiendo saludable, espero que le guste mi contextura.

—Pues, todo el mundo me ve como la chica mentirosa. Tu decisión no hará nada. —Contesté hostil. Antes que él conteste, empecé a manejar la bicicleta.

No sé oía muchos aplausos, pero si habían algunos.

—¡Que bonita pareja! —Escuché el grito de una chica.

—¡Eres una fuerte mujer! —Escuché otro. Los gritos de algunas chicas y chicos me impulsan a manejar la bicicleta.

...

—Que bien por ti. No me han visto como una estúpida. —Inicié una pequeña charla entre él y yo.

—Siempre tengo la razón, Charlotte. —Alzó una ceja y yo giro los ojos cansada de escuchar su superficialidad.

—Cuñado, hermana, ¿cómo les va? —Preguntó Vinnie.

Entrelace mis brazos y los subí hasta mi pecho.

Vinnie nunca ha dirigido la palabra a Jaden desde la pasada escena que hemos pasado.

—En realidad, no me importa cómo les va, solo quiero hablar contigo Charlotte. —Jaden giró los ojos y se fue sin mirarme.

Se fue con ella.

—¿Que necesita, hermano? —Pregunté. Él miró a su alrededor, y me llevó hasta su habitación. Ahí se encontraba Josh y Payton. De seguro, tampoco sabían que hacen acá.

—Pues, hay algo que debo de contarles.

—Apura. —Interrumpió Payton.

—Ya... —Se quedó callado.— Tuve otra vez sexo con la reina.

Ay no.










Helou :D

¿Les gustó?

Creo que está corto, en fin, mañana creo que podré actualizar.

Nos vemos <3

Valeria-

𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒏𝒂𝒅á ―Jaden Hossler―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora