Se removió entre las cálidas savanas de su cama, extendiendo su mano para localizar el cuerpo de su alfa, al cual encontró en un par de segundos, abrazándose al instante. Su cuerpo era muy suave, mas de lo que acostumbraba, al igual que su aroma muy leve ¿Era por que sus sentidos se debilitaban al estar durmiendo? Tal vez, aunque le extrañaba demasiado.
Fue abriendo los ojos lentamente, y antes de siquiera poder ver algo, un gran peso cayó encima suyo, casi perdiendo el aliento por un segundo. Esa acción claro que terminó de despertarlo, y al mirar que causo aquella caída a su cama, se sintió feliz.
— ¡Feliz decimoquinto aniversario!— Exclamaron sus 3 hijos, sonriendo de oreja a oreja.
Claro que se conmovió por aquello, como sus hijos se veían tan felices, como lo abrazaban y besaban sus mejillas para felicitarlo, ademas de regalarle dibujos o cartas a mano.
— Muchas gracias pequeños— Agradeció dándoles un asfixiante abrazo a los tres, llenándolos de besos. Aunque su duda le impidió seguir asi por mas tiempo, pues faltaba uno de los protagonistas de dicha celebracion— ¿Donde esta su padre?
— Nos envió a despertarte— Respondió Mayumi.
— Dijo que te pongas esto— Esta vez habló Yuta, extendiéndole un pañuelo— No puedes ver la sorpresa.
— Estamos en un segundo piso— Mencionó Yuu algo preocupado ante la idea de bajar las escaleras a ciegas.
— Nosotros te guiaremos— Dijo la mayor, levantando a su padre de la cama— Rápido, hay que ir.
— ¿No puedo cambiarme primero?
— Tardas siglos en prepararte— Se quejó su unico hijo varón, empujándolo hacia la puerta.
— Ok, esta bien. Mayumi, carga a Koharu por las escaleras. Yuta, asegúrate de que yo no caiga por las escaleras— Mencionó mientras se ataba dicho pañuelo sobre los ojos.
Desde su matrimonio que ambos festejaban su aniversario, aunque solo planeaban algo elaborado cada 5 años, esta sería su tercera celebración por matrimonio, su sexta si contaba sus aniversarios de novios.
Bajó lentamente las escaleras siendo guiado por su hijo de 8 años, orando por no pisar en falso y que ambos rodarán por las escaleras, sus dos hijas iban detrás de ellos, bajando igual de lento. Se alivió al sentir el suelo continuo del primer piso, y pronto su hijo lo jalo por el pasillo hasta el jardin.
Ciertamente era una fecha ideal para desayunar afuera, inicios de primavera, las flores frescas y una buena racha de sol en la semana. Su hijo se detuvo y soltó su mano, aunque sabía que su esposo se encontraba detras suyo por el aroma de sus feromonas, tan relajante como de costumbre.
El fue quien le quito la venda de sus ojos, dejándole ver el gran desayuno que había delante.
— Feliz aniversario mi amor— Le susurró, besando su mejilla y abrazándolo desde atrás.
— Oh Ryo ¡Es hermoso!
Sin dudarlo se dio vuelta y al instante pegó sus labios contra los de su alfa, besándolo con tanto amor, y claro que este le siguió gustoso. Ambos se separaron al escuchar las quejas de sus hijos.
— ¡Son asquerosos!— Les gritó Mayumi, a lo que el alfa levanto una ceja.
— Con actos asi es como los creamos— Mencionó el castaño, recibiendo un leve golpe de su esposo— ¿Por que fue eso?
— Ellos aun son muy pequeños para saber como vienen los bebes al mundo— Susurró con tono acusatorio, mirando como su hija se veía mas asqueada que antes, ella era la única que sabía del tema y fue por accidente.
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My White Camellia | Omegaverse
RomanceYuu es un Omega que vive con su tío y primos tras la muerte de sus padres. El día de su cumpleaños conoce a Ryota, un alfa pura sangre de su misma edad... Y el cual resulta ser su pareja destinada. ------------------------------------ • Contenido LG...