Apenas llegó a su habitación, se encerró y se hizó un ovillo. No podía creer lo que había pasado hace menos de una hora, quería morirse, aunque eso sería poco, quería que se borrase toda existencia de el, no sabía como podría mirar a Ryota a la cara, a su família, y a esa chica. Estaba condenado.
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- Voy a entrar- Susurró sobre su oido, y aun si le avergonzaba escuchar esas cosas, asintió preparandose para lo peor.
- ¿Ryota?- Escucharon una voz femenina tras la puerta, haciéndo que a ambos se les erizara la piel y se detuvieran abruptamente- ¿Ryota? ¿Estas ahi?
- Mierda- Susurro en pánico, entre todos los días, entre todas las horas ¿Justo en ese momento debía molestarle?- Esto no es bueno.
- Sé que estás ahí, te escucho quejarte desde aqui- Dijo la chica desde el otro lado de la puerta- Si no respondes me veré obligada a entrar, así que te recomiendo que salgas.
- ¿Que quieres? Es fin de semana- Preguntó mientras buscaba en su mesa de noche unas píldoras, a Yuu le indicó que tomase uno de sus inhibidores, el cuál con bastante silencio se acercó a su pantalón para tomar uno de ellos.
- Es importante, debemos irnos ahora mismo- Respondió con tono serio mientras Yuu ingería su inhibidor.
- ¿Que tan importante?
- Tan importante como que tenga que venir a buscarte- Respondió ya cansada, odiaba cuando se comportaba como un niño, cuestinandolo todo.
- ¿De parte de quién?- Preguntó molesto, estaba seguro que mataría a esa persona cuando se la encontrara, le acababan de arruinar algo que sabía que no podría repetirse por mucho tiempo.
- De tu padre- Respondió la chica y a Ryota se le transformó la cara. De molesto paso a serio.
- En cinco minutos voy.
Se levantó de la cama y se dirigió a su vestuario para cambiarse de ropa. Siempre que debía ir a ver a su padre, debía estar sumamente presentable. Era el primer heredero de aquella empresa y debía verse como tal.
Una vez escucharon que la chica se alejó, Yuu se levanto de la cama, dirigiéndose hasta donde estaba el alfa. No sabía si era gracias al inhibidor o a lo que había hecho con el alfa pero ya se sentia un poco mejor, asi que supuso que el desorden de feromonas ya estaba controlado.
- ¿Que pasa?- Preguntó confundido por la reacción del alfa.
- Lo lamento Yuu, pero debemos dejarlo hasta aquí por hoy- Respondió mientras se abotonaba una camisa- ¿Estas bién con detenernos?- Preguntó preocupado, volteandose a verlo, pero al sentir como las feromonas disminuía y al verlo conciente le afirmaron su pregunta.
- Si, creo que si ¿Tu estas bien? ¿Pasa algo malo? Te ves algo serio.
- No es nada, solo que mi padre no es de pedirme que vaya a verlo, debe ser algo importante para que me llame.
- Ya veo- Dijo poco convencido, esa no podía ser la única razón, pero si no quería decirle el porque, no podía presionarlo- Por cierto ¿Que fue lo que tomaste?
- Digamos que son algo así como tus inhibidores, sirven para que los alfas calmen su celo. No son muy conocidas, ni fáciles de conseguir, tiene que ser un pedido especial, pero funcionan para poder mantener la cordura y no son muy costosas. Pero uno de los efectos secundarios es que comienzas a perder el olfato, así que cada vez percibes menos las feromonas, por lo que puede terminar quitandotelo definitivamente si las usas a menudo. Hasta que no lo desarrollen mejor no las pondrán a la venta.
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My White Camellia | Omegaverse
RomanceYuu es un Omega que vive con su tío y primos tras la muerte de sus padres. El día de su cumpleaños conoce a Ryota, un alfa pura sangre de su misma edad... Y el cual resulta ser su pareja destinada. ------------------------------------ • Contenido LG...