My White Camellia | Omegaverse

2 "No te arrepientas"

— Yuu-chan ¿Te encuentras bién?— Preguntó Yuji apenas entró al salón donde este se encontraba- No puede ser, se suponía que estabas tomando los supresores.

— Yu... Ji y-ya llegaste— Decía Yuu entre jadeos. Estaba tratando de controlarse por estar junto a Hanako, pero ya se le estába haciendo difícil.

Por suerte ella llamó a su família, claramente Yoichi no pudo ir por ser un Alfa soltero, podía correr el riesgo de que el también enloqueciese por sus feromonas y cometiese un grave error al marcarlo o embarazarlo.

— Traté de hacer lo que pude. Le dí sus píldoras para calmarlo, pero nada- Dijo Hanako agustiada al borde de las lágrimas— Es mucho más fuerte que la anterior vez. No sabía que hacer.

— No te preocupes Hanako, gracias por habernos llamado, y por haber cuidado de Yuu hasta que llegaramos— Dijo su tío mientras le tomaba las manos— No se que hubiese sido de el sin tu ayuda.

Sin mas que eso, tomó a Yuu entre sus brazos y lo saco de la casa, a lo que el omega se abrazó necesitadamente a su tío. No habia ningún rastro de feromonas, algo obvio siendo un beta, pero necesitaba sentir contacto con otro cuerpo. Lo recostaron en los asientos traseros del auto y condujeron lo mas rápido posible para llegar cuanto antes al departamento.

Apenas llegaron, Yuu se encerro en su cuarto, y no dudo con comenzar la rutina que llevaba a cabo en cada uno de sus celos, pero a difenrencia de las anteriores veces, ahora tenia un rostro cual imaginar.

- "Ese chico... El hijo de Hanako"— Pensó en su encuentro, en sus ojos, su cabello, su rostro inmaculado, exitandose aun mas de solo recordarlo. Realmente era el hijo de Hanako, eran tal para cual, claro que Ryota tenía un cuerpo mucho mas masculino y era mas alto que ella, y no negaba que era demasiado apuesto— "Ryota era su nombre... Ryota es mi pareja".

Recordo aquella clase de educacion sexual que dieron en su escuela el mismo día que harían el examen para saber su género secundario. Tras explicar las características de cada género, salio el tema de las parejas destinadas.

Son un alfa y un omega que estan destinados a estar juntos. Se reconoceran por su olfato, pues les llamara la atención el aroma, mas que el del resto. Cuando ambos conecten sus miradas, sabran que deben estar juntos, ambos entraran en celo, el propio destino les dara la oportunidad para que ambos se unan y el omega sea marcado. Aun le resultaba dificil de creer que el hubiese encontrado a su pareja destinada, era una probabilidad tan baja, muchos morian sin haberla conoxido siquiera, y él, con apenas 17 años ya encontró a su alfa.

Se excitaba al recordar a aquel alfa. Cada parte de su cuerpo le rogaba que se uniera con aquel chico, que lo reclame como suyo. Lo deseaba tanto, tanto, tanto. Solo podía tocarse pensando que lo hacía aquel alfa, pero no podía engañarse a si mismo, no tenía su olor y estaba completamente solo, por lo que muchos sentimientos encontrados se hicieron presentes.

Deseo, felicidad, amor, soledad, vacío, frustración, miedo. Su cabeza le estaba jugando una mala pasada, deseaba que el mundo se detuviera amenos 5 segundos para poder acomodar sus pensamientos, ya no queria sentir todo eso por un chico que apenas había visto ese mismo día.

En un intento de levantarse del suelo para dirigirse a su cama, golpeó el mueble que estaba junto a el y algunas cosas cayeron, entre ellas el regalo de sus primos. Yuu miró aquella bolsa y a algunos de los objetos regados en el suelo. Quería negarse ante la idea que llego a su cabeza, pero el momento en el que se encontraba le nublaba la cordura. No podía creer lo que estaba a punto de hacer, y si le preguntaban, negaría lo que pasó.

— Solo por esta vez—  Dijo y se aproximó a la bolsa

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