Caminaba bastante apresurado, como ya era de costumbre hace varios meses atrás. Su tío se había "olvidado" una de sus herramientas de trabajo de nuevo, aunque el sabía que eso no era así, ya que en la mañana la vió varías veces pero la dejó allí simplemente, no era mas que una excusa por parte de su jefa que le había ordenado que la olvide.
Abrió una puerta de madera pequeña que daba al jardín, como siempre estaba abierto para cuando el debía llegar, ya desde hace mucho le había dejado de parecer coincidencia o simple descuido.
- Ya llegué.
- Bienvenido Yuu- Contesto uno de los empleados de la gran casa, sonriendole amablemente, casi todos lo conocían desde pequeño, fuera en persona o por su tío- Tu tío por ahora no...
- Ya lo se, se encuentra en la jardinería- Lo interrumpió, ya en la mañana se lo había dicho. Una vez al mes debía ir allí para comprar lo que se le acababa o rompía- Aquí está lo que pidió.
Sacó de su bolso unas tijeras grandes de jardinería y la dejó en la mesa que tenía mas cerca. Volvió a incorporarse a su postura normal, estando de espaldas a la puerta corrediza de la casa, trono sus dedos y sono su cuello, preparandose para lo siguiente.
- Y 3...2...1-Apenas terminó de contar, la puerta a sus espaldas se abrió estrepitosamente, dejando ver a una joven mujer de largos cabellos castaños usando un kimono en detalles rojos.
- Buenas tardes Yuu-chan- Gritó felizmente la mujer y se lanzó sobre el.
- Por favor omite el "chan". También apartate, me hace sentir incomodo tu olor.
- Que cruel Yuu-chan. Y pensar que habrían muchos omegas que desearían que los abrace así, después de todo no siempre pueden encontrar a una alfa de buena familia que los respete-Dijo en un puchero, haciendo que este se molestara por haber sido ignorado y por haberle recordado su posición.
Como había mencionado ella, el era un Omega, la raza mas menospreciada de todas. No odiaba ser omega, fuese alfa o beta sería igual, pero que le recordaran su posición como si fuese una pobre criatura rodeada de depredadores le molestaba. Aunque claro, ella no lo trataba como tal, por lo que no podía enojarse con ella. Simplemente le molestaba ser llamado así.
- Ok. Ya que estas aquí ¿Que te parece jugar una partida de Shogi?- Dijo ella con una gran sonrisa
"¿Que día que no vengo aquí y no jugamos? Si siempre que vengo aquí es porque lo pides"- Pensó completamente cansado de esa situación.
No le molestaba que se lo pidiera, al contrario, adoraba esa hora que podía pasar jugando con la mujer, el problema era como se lo pedía, haciendo que su tío invente excusas para que el vaya. No entendía porque si ella se divertía pasando tiempo con el no lo invitaba oficialmente, o le decía que fuera ciertos dias a cierta hora, pues le gustaría ir con menos peso hasta la casa. Suspiró rindiéndose ante ella.
- Ya que.
- Genial. Vayamos al salón, ya prepararé el tablero- Dijo y comenzó a correr hacía dicho salón.
"Ya lo tienes preparado, solo irás a elegir tu asiento"- Volvió a pensar el omega.
Se quitó sus zapatos, ya para cada vez que iba a aquella casa llevaba unos zapatos sin agujetas, asi se le hacía mas fácil y rápido el quitárselas. La gran casa tenía un estilo oriental muy antiguo. Al casarse su esposo construyo una casa de ese estilo para que ella estuviese más cómoda, ya que su familia venía de una descendencia muy apegada a su cultura, una familia japonesa ejemplar. Sí que los Alfas tenían buen capital monetario. Pero estaba seguro que si ella hubiese sido Omega, no hubiese recibido aquélla casa.
ESTÁS LEYENDO
My White Camellia | Omegaverse
RomanceYuu es un Omega que vive con su tío y primos tras la muerte de sus padres. El día de su cumpleaños conoce a Ryota, un alfa pura sangre de su misma edad... Y el cual resulta ser su pareja destinada. ------------------------------------ • Contenido LG...