La noche fue francamente extraña, dormir juntos en la misma casa se sentía bien, pero a la vez un poco incómodo, Naruto estuvo dando vueltas en la cama y alargando la mano en busca de alguien que no estaba ahí, los pocos momentos que logró dormitar, susurraba el nombre de la pelirrosa, tanto que Sasuke se irritó y le lanzó su almohada a la cara. Sakura tampoco durmió bien, la cama estaba muy fría y necesitaba sentir el peso de un brazo sobre su cintura, la respiración sobre su nuca y el calor corporal del rubio.
Cuando la mañana llamó a la puerta, ninguno de los tres se sentía descansado y ninguno tuvo problema de mostrárselo a los demás, Sasuke era gruñón, considerablemente más de lo normal, Naruto quemó el café… no intencionalmente, solo fue el efecto de su cansancio, y Sakura estaba especialmente silenciosa.
Desayunaron en silencio y cuando Sakura se despidió con un murmullo para ir al trabajo, Sasuke pensó que ya que estaba de mal humor, no era mala idea para un entrenamiento.
—¿Tienes algo que hacer hoy?
—¿Mmmh?
El Uchiha lo pateó por debajo de la mensa
—¿Qué si hoy estás de servicio? Idiota.
—¡Ay! ¿Cuál es tu problema? Bastardo— Se quejó sobando su pie —Y no, señor amable, no tengo trabajo hoy ¿Que estás planeando?
—Vamos a entrenar —sin esperarlo, se puso de pie y salió de la casa. Naruto sopesó si echarle en cara que no haya lavado los trastes sucios, pero se dió por vencido antes de hacerlo, no tenía caso. Dejó que se fuera y él limpió todo rápidamente, después buscó sus herramientas para el combate. Su sangre ya hervía de emoción, olvidando temporalmente el cansancio, hacía tiempo no se enfrentaba a una pelea con Sasuke, y con el humor que ambos tenían, sabía que sería bastante estimulante.
Alcanzó al pelinegro en pocos minutos y cuando llegaron al campo de entrenamiento echaron de ahí, Sasuke con malos modos y Naruto disculpándome en su nombre, a un grupo de chunins que practican (o más bien perdían el tiempo y ocupaban espacio, en opinión de Sasuke) y estos quisieron quedarse a observar, pero el Uchiha sintiendo sus intenciones, los amenazó con una mirada y los jóvenes miedosos desaparecieron rápidamente fuera de su vista, Sasuke sonrió socarron, era bueno aun tener el toque.
Sin más que hablar, se enfrentó a su amigo y ambos atacaron con todo lo que tenían… bueno, casi, no querían destruir la aldea.Al final del día, después de horas y horas de entrenamiento, se encontraron en el borde del campo, y se tiraron contra el tronco de un grueso árbol para recuperar la respiración.
Las hojas sobre ellos se movían con la ligera brisa y la mente de Sasuke vagaba por todo lo que había podido observar en su breve regreso, había una cosa que no comprendía y era demasiado esfuerzo poner su mente a trabajar sobre eso, cuando podría tener la respuesta haciendo una simple pregunta.
—Entonces ¿Por qué aún no están juntos?— miraba fijamente al rubio para no perderse nada.
Sorprendentemente, Naruto mantuvo su semblante sin expresión.
—No se a que te refieres.
—No te hagas idiota, sabes que me refiero a ti y a Sakura.
El sopesó la idea de mentirle, pero la desechó casi al instante, éste era su hermano, mejor amigo y el hombre que también amaba a su amada.
—Estuvimos juntos… como, juntos-juntos.
Sasuke tragó, eso temió desde que los observó, no se enfureció como pensó que lo haría cuando se enterara, simplemente se comenzó a sentir… vacío.
—¿Y entonces por qué duermes en la habitación de al lado?
—Por ti, no queremos que sea un problema entre tu y ella, me mudaré una vez que te establezcas definitivamente.
Decir que estaba sorprendido después de esa declaración era quedarse corto.
—Eres un idiota. —fue lo único que pudo salir de su boca
—¡Oye! Les estoy dando espacio. Ya es hora de que regreses y espero que la hagas muy feliz ¿Entendido?
—¿No te diste cuenta, tarado, que justamente evitaba regresar para que ustedes pudieran resolver lo que sea que tienen y estuvieran juntos? —El Uchiha comenzaba a enojarse de verdad.
El rostro de Naruto estaba tan sorprendido que era hasta gracioso.
—Pe...Pero ¿Por qué harías eso? Sé que la amas, nunca hubo nadie más para ti.
—Hm, yo no soy lo que necesita, ella merece más de lo que puedo ofrecerle, tú puedes darle todo lo que siempre soñó, una casa, estabilidad, una boda grande y con todos sus amigos felices por ella… una familia. Yo no soy adecuado para su felicidad.
Naruto furioso lo tomó de la camisa y acercó su rostro al pelinegro.
—Tal vez no seas lo que merece, pero eres lo que quiere y por dios que te tendrá, no me meteré en su camino, pero juro que si la lastimas alejándola más, pateare tu trasero hasta la luna.
Sasuke suspiró con cansancio alejando de un manotazo al rubio, no podía creer lo que escuchaba, ni quería aceptarlo.
—En realidad nunca creí poder tenerla, hace años me hice a la idea que tú eras con quien ella se quedaría ¿sabes? Creo que ella siempre tuvo algo por ti. Tal vez en el inicio no fue enamoramiento como conmigo, pero sí sentía algo muy fuerte; en los exámenes chunin cuando hicimos el examen escrito e Ibiki dijo qué quién fallara en la última respuesta quedaría para siempre fuera, ella iba a levantar la mano.
—¿Qué?— dijo Naruto con confusión, nunca supo sobre ello.
—Ella estaba al alcance de mi vista así que lo pude ver todo, estaba apunto de levantar la mano y la expresión en su rostro era... como de cariño, tu eras un idiota en ese entonces, mas que ahora, sabíamos que no podías responder la pregunta correctamente, pero ella iba a levantar la mano por ti, para que no perdieras tu sueño de ser Hokage.
Ambos se quedaron callados, intentando hallar una opción para darles a todos lo que querían.
—Ojalá pudiéramos darle lo que ella quiere.
—¿A qué te refieres?
—Supongo qué... Ella nos quiere a los dos, en verdad nos ama, y sufre al intentar tomar una decisión, ojalá nos pudiera tener a los dos.
Sasuke se rió de él. En lo más profundo de sus pensamientos, mientras viajaba y visitaba otros lugares más abiertos de mente o no con tantas restricciones, imaginó cómo sería su vida al lado de la mujer que amaba y su mejor amigo siendo todos felices… juntos.
—Por alguna razón no me molesta tanto como debería, el imaginarla contigo, sólo el hecho de que sé que no puede estar conmigo también.
—Je— el rubio rascó su nuca —me pasa lo mismo, la amo tanto que saber que es infeliz me parte el corazón, se que es una situación imposible, al menos, aquí, y todos vamos a sufrir. Es una situación imposible.— repitió con pesar.
—Lo sé.
Se quedaron callados por un largo rato hasta que un halcón voló sobre ellos y ambos extendieron el brazo para saber a quién iba dirigido, el ave se posó sobre el rubio y sin tardanza él quitó el mensaje, era del Hokage. Demasiado bueno para ser verdad su "descanso"
—Me tengo que ir, Parece que es una misión que me mantendrá la noche fuera y parte de mañana.
Se puso de pie y el Uchiha no lo hizo, queriendo disfrutar un rato más de soledad.
—Iré a casa para prepararme, hazme un favor y habla con Sakura, se que esto no es lo que crees que quieres, pero merecen tener una conversación sobre todo lo que está pasando, no la alejes de nuevo y por el amor de dios, no la lastimes. O yo te lastimaré a tí ¿Entendido?
Sasuke iba a responderle de malos modos, pero al ver sus ojos se dio cuenta que por una vez, Naruto actuaba como el adulto en la conversación, y él podía respetar eso.
—Bien.— El rubio, contento con eso, desapareció en una nube de humo. Y Sasuke se preguntó ¿Ahora qué? Todos sus planes sobre volver a la aldea parecían partir desde el punto en que Sakura y Naruto estaban en una relación, pero eso no era así, y necesitaba un plan de acción para cuando volviera a casa y Sakura estuviera ahí… a solas con él.
.
.
.
Sakura entró en casa cansada y hambrienta, después de tener una epidemia de torcedura, raspaduras, algunos huesos rotos y algunas conmociones de genin y chunins que habían vuelto a sus entrenamientos después de que la alarma pasará en la aldea. Necesitaba un masaje en los hombros y en los pies, tal vez podría pedirle a Naruto que la mimara un poco; dejó las llaves en la mesa de la entrada y cuando vio una hoja doblada y su nombre en ella, tuvo ganas de llorar, eso siempre significaba que Naruto se había ido y no tuvo tiempo de despedirse en persona ¿Y ahora qué haría sin sus masajes?
Debido al cansancio, incluso había olvidado que tenía otro habitante en la casa, así que cuando entró en la cocina para buscar sobras, casi le da un infarto al ver a Sasuke sentado en la oscuridad.
—Por dios, casi me das un infarto —con una mano sobre su corazón, encendió la luz y vio que él la miraba como si fuera estúpida… nada raro.
—Eres una ninja, se supone que debes percibir otros chakras.
—Oh, cállate, mi chakra está por los suelos.— Caminó hacia el refrigerador pero en su camino se encontró con una bolsa de comida para llevar. —Oh, recogiste la cena, podría besarte en este momento, me muero de hambre.
Debido a que le daba la espalda al pelinegro no vió como él se tensaba pensando que lo decía en serio. Pero cuando Sakura siguió rebuscando en la bolsa y después dejó los platos sobre la mesa, se dió cuenta que era una broma, jaja… que graciosa.
—¿Por qué está tu chakra por los suelos? —decidió cambiar de tema antes de hacer una tontería.
—Mmn, mucho trabajo, no dejé de curar a personas en todo el día —ella respondió entre bocados —de hecho, esta es mi única comida desde el almuerzo.
—Debes cuidarte mejor, enfermeras.
—Oh, vamos, no empieces como Naruto.
El gruñó, no se parecía en nada a ese idiota.
—No me gruñas, sí se parecen, él siempre me está cuidando para que coma bien.
—Bueno—bufó —la palabra clave ahí es "cuidar", ninguno quiere que enfermes.
Ella de repente le dedicó una de las sonrisas más bonitas que le había dado, y solo pudo quedarse mirando como tonto.
—Sé que se preocupan, y es muy lindo, gracias.
El solo pudo darle un sentimiento, y para evitar hacer más el ridículo comenzó a comer.
Después de terminar la comida en silencio, lavaron los platos y ella cayó rendida en el sofá, lo que daría por un masaje. No se dió cuenta que lo dijo en voz alta, por lo que se sorprendió cuando dos fuertes manos tomaron sus hombros y comenzaron a apretar de la manera más deliciosa posible que un gemido salió de sus labios. Sasuke había creado un brazo de chakra para poder relajarla totalmente.
—¿Lees la mente? ¿Cómo sabías que quería ésto?
El sonrió.
—Lo dijiste en voz alta.
—¿En serio? No me di cuenta, pero no voy a hacer que pares, de hecho puedes hacerlo todas las noches.
—hmp, será difícil, pero le encomendaré mi tarea a Naruto cuando me vaya.
Ella se tensó al instante y él Uchiha maldijo por haber roto el momento. Sakura se dio la vuelta, mirándolo con dolor.
—¿Te irás? ¿De nuevo?
El desvío sus ojos negros hacia una esquina en la habitación.
—Debo hacerlo, solo una vez más.
—¿Por qué? Tu viaje de expiación ya duró lo suficiente ¿Te mataría quedarte en la aldea?
—No es por eso. —Esperaba que lo dejara así, pero con Sakura nunca nada era fácil.
—¿Entonces por qué?
—No quiero hablar de eso. —Pensando que huir sería la mejor opción, la dejó ahí y caminó hacia su habitación. Sakura, sentada aún en el sofá, vió su espalda y decidió que era la última vez que le daba la espalda, con una furia que nunca antes había dirigido al Uchiha, se levantó como si fuera a la guerra y lo siguió. La puerta estaba bloqueada, pero la abrió, obviando el mensaje de "no entrar".
Sasuke sorprendido por que no esperaba esa intrusión ni que lo siguiera. La miró estupefacto cuando lo señaló con un dedo y comenzó a gritarle.
—¡Es la última vez Uchiha Sasuke, que me das la espalda! Ya no somos niños y no puedes irte sin dar explicaciones, ahora, dime por qué te vas si tu expiación no es la razón.
—No quiero hablar de eso.
—¡Me importa un carajo lo que no quieras! Haz terminando de esconderte, maldición. Hablá ahora.
Sasuke más molesto por momentos, se sentía acorralado, así que decidió que quedarse callado era la mejor opción, aunque no lo era.
—¿En serio no vas a decir nada? Después de todo lo que hemos pasado y lo mucho que te he esperado ¿No merezco ni una explicación?
El simplemente guardó silencio, había muchas cosas que quería decirle, pero no conseguía que las palabras salieran de su boca.
Sakura sollozó limpiando sus mejillas y negó.
—A veces no te entiendo, hemos pasado por tanto ya, que creería que te conozco por completo, pero no es así.
Se dio la vuelta y salió de habitación con los hombros caídos y el corazón magullado, no quería salir de casa por que él podía aprovechar para irse, una vez ya lo había hecho y no lo dejaría hacerlo de nuevo, así que fue a su habitación y dejó la puerta un poco abierta, para escuchar si decidía correr.
Algunos minutos después, acostada en la cama, escuchó su puerta abrirse y a Sasuke entrar, no lo miró ni le habló, si vino a ella era porque tenía algo que decir.
—Naruto me dijo lo que pasó—el estómago de Sakura se apretó con nerviosos, no planeaba que se enterara tan pronto, pero conociendo a Naruto, no pudo soportar ocultarlo, y eso estaba bien, nunca le pediría que hiciera algo que lo lastimara, esperó en silencio, aguardando lo que venía— y realmente no estoy enojado, solo decepcionado por que es lo que esperaba, todo el tiempo que he estado fuera, los últimos tres años sin verlos, fue para que tu y Naruto se juntaran por fin, pero ver que eso ha sucedido me mata por dentro por que sé que entonces nunca podrás ser mía, por qué no te merezco, soy un asesino, un traidor, y se que estaras mejor con él, por eso me voy, para que tengas lo que te mereces.
Sakura estaba en shock, Sasuke había dejado que todo esto sucediera, en su mente confundida pensaba que ella dejaría de amarlo si estaba con Naruto, oh, que equivocado estaba, y a la vez en lo correcto, ella amaba a Naruto, pero nunca podría olvidarlo.
—Yo te amo —fue lo único que pudo decir mientras intentaba darle una respuesta que no lo lastimara, pero esas palabras fueron las únicas que pudo reunir —Yo te amo tanto, siempre te he amado y siempre te amaré.
Se quedaron en silencio hasta que con el más leve de los susurros él le respondió.
—También te amo.
Sakura lo miró sorprendida, nunca en todos los años que se habían envuelto el uno en el otro, le había dicho eso, así que Sasuke intuyendo sus pensamientos se lo dijo de nuevo, para que sin importar lo que pasara, ella lo supiera.
—Te amo.
—Te amo, Sasuke-kun.
La pelirrosa, con la confianza que le daban sus palabras, le tendió la mano en una invitación silenciosa, necesitaba sentirlo cerca y ella sabía que él también lo necesitaba. Se abrazaron en silencio hasta que la inconsciencia los reclamó.
.
Antes.
Sasuke regresó a la aldea medio año después de su liberación, en realidad no tenía porqué hacerlo, pero se sentía un poco melancólico cuando rondaba cerca de la aldea, así que al final, se rindió a sus impulsos y regresó.
Estaba de suerte cuando al tocar la puerta de la pelirrosa, ella respondió unos segundos después, dejándola tan sorprendida que solo pudo balbucear su nombre. Luchó con una pequeña sonrisa que quería salir de sus labios, verla así, le calentaba el corazón de una manera inexplicable.
—Estoy en casa.
Sakura, recuperándose de su breve lapsus, le sonrió y no pudo evitar tomar su mano.
—Lo estás, pero ¿Dónde están mis modales? Pasa, prepararé té ¿Ya viste a Naruto? Estará muy contento.
—No —respondió mientras se quitaba las sandalias y revisaba el lugar, era bonito, femenino, igual que ella —eres la primera a quien visito, después informaré a Kakashi de mi estadía, aunque supongo que la guardia ya le notificó.
Continuaron hablando mientras se ponían al día, Sakura haciendo la mayor parte, pero eso era de esperarse, y Sasuke se sintió más feliz que en mucho tiempo.
Al final de la semana, habían hablado más que en todo su tiempo de conocerse, y se fue sin ver a Naruto, ya que estaba en una misión de varios días. Su alma parecía estar más liviana y llena a la vez, y eso le dió la fuerza para continuar con su viaje, para soportar los desplantes en la posadas, los susurros y gritos de miedo cuando lo veían, los ataques directos de pueblerinos enojados y muchas cosas más.
.
Su siguiente visita fue seis meses después.
—Regresé— fue lo primero que le dijo a la pelirrosa, y ella con una risa de felicidad no pudo contenerse y lo abrazó, después lo tomó de la mano y lo condujo dentro de su departamento.
Hablaron por mucho tiempo y cuando él se retiró para buscar a Naruto, le prometió que estaría de vuelta.
Pero su regreso no fue como esperaba, cuando habló con su amigo rubio, no pudo evitar notar el enamoramiento que aún tenía con la chica. Todo lo que decía era: Sakura-chan esto, Sakura-chan aquello, Sakura-chan me invitó a comer ramen, Sakura-chan se volvió aún más preciosa ¿No crees, bastardo?
Sintió una presión en el corazón, su amigo de verdad la amaba y sí quería hacer al menos una cosa buena por él, por ellos, le dejaría el camino libre.
Así que se fue inmediatamente de la aldea, despidiendose de forma abrupta y fría de Sakura.
No regresó en un largo tiempo.
.
La tercera vez que volvió fue porque anhelaba verla, y también a su amigo, últimamente quería algo más que seguir vagando sin rumbo; así que se acercó a la aldea para tantear el terreno. Cuando llegó su primer parada no fue Sakura, se dirigió directamente al departamento de Naruto, pero ahí también halló a la pelirrosa, cuando tocó la puerta ella abrió y sin una palabra se arrojó a sus brazos, él, como no lo esperaba, dejó salir todo el deseo que tenía con ella y le devolvió el abrazo.
—Volví
—Qué alivio— ella lo condujo dentro y un Naruto muy feliz lo abrazó, y golpeó un poco por haber tardado tanto.
—Estaba a punto de salir a buscarte ¿De verdad, Sasuke? ¿Ni una maldita carta en un año?
El sin tener una respuesta que los hiciera sentir mejor, guardó silencio.
—Ya Naruto, no lo molestes, debió estar muy ocupado, estoy preparando la cena Sasuke, quédate.
Así que se quedó y pudo ver el avance que había en la relación de esos dos, no estaban todavía juntos, y esperaba que no tardaran demasiado, suspirando, supo que eso significaba un viaje más. Aunque no pudo evitar la forma de mirarla, con anhelo y cariño… y un poco de tristeza al saber que estaba renunciando a ella, su posible futuro.
Se quedó a dormir en el departamento de Naruto y partió al día siguiente.
.
Se mantuvo lejos por otros tres años con vistas rápidas solo al Hokage cuando era absolutamente necesario y se marchaba sin buscarlos, para no herir sus sentimientos les enviaba cartas aleatorias y cuando respondían él no contestaba de vuelta, era mejor así.
.
.
.
Al despertar Sasuke sintió por primera vez en su vida, que alguien compartía la cama con él, tensandose, le tomó un momento recordar que era Sakura.
Se sentía surrealista, pero al mismo tiempo tan correcto. No sabía si podría dejarla ir ahora, no cuando esta sensación de pertenecer a alguien lo hacía tan feliz. Suspirando se levantó y la miro durmiendo, seguía teniendo esos pequeños hábitos que más joven lo hacían poner los ojos en blanco. Ambas manos debajo de la mejilla y su cursi cabello rosa alrededor de su rostro. Sin embargo ahora lo hacían sonreír, feliz de que no haya pérdido esa inocencia.
La observó hasta que ella despertó unos minutos después, y le sonrió con cariño, después como si de un hábito se tratara, se sentó en la cama y le dió un beso en los labios.
—Buenos días— murmuró mientras acariciaba su mejilla y después se levantaba para ir al baño.
El se quedó ahí sin moverse, sorprendido de que ese haya sido su primer beso y ni siquiera lo vió venir. Aunque después sonrió, sintiéndose increíble.
Por otro lado, Sakura estaba casi hiperventilando en el baño ¿Estaría molesto? No le había dado ni una pista de lo que haría, pero es que tenía tantas ganas de besarlo cuando despertó y lo vio con esa pequeña sonrisa de satisfacción, no pudo contenerse… bien, lo que haría ahora sería actuar normal, si él decía algo ella le diría la verdad, si no, pues se iría al trabajo con normalidad.
Para su alivio, el Uchiha solo tenía un ligero rubor cuando desayunaron, pero no dijo nada, así que salió de casa con rapidez en dirección al trabajo, dejándolo con una informal despedida.
Al llegar al trabajo, afortunadamente no había muchos pacientes, al parecer, el día de las heridas fue ayer, y hoy el pronóstico era el de un día despejado de pacientes. Fue a buscar a Ino a su consultorio, aunque ya venía por períodos más corto solo para entrenar a su reemplazo, ya que ella se retiraría completamente a la división de inteligencia, como su padre.
Tocó la puerta y cuando le permitió entrar, la encontró arreglándose la ropa y despidiendo a Sai con un beso. El chico pasó a su lado con un saludo y un poco de rubor en sus mejillas.
—¡Inooo!, no puedes hacer eso aquí.
La rubia se rió.
—Oh, vamos, se que eres nueva en ésto, pero cuando pruebes las delicias de hacerlo en lugares indebidos, me comprenderás.
—Ugh, asquerosa, pero como sea, yo no diré nada.
—Eso lo sé, frente— se sentó en el escritorio y la miró—Habla ¿Qué está pasando?
—¿Cómo sabes que algo está pasando? —sólo fue necesario que enarcara una rubia ceja para que Sakura se diera por vencida.
—Bien, dios ¿Por qué no puedo tener privacidad?
—Puedes, pero no de mí— Sakura bufó y se dejó caer nada elegantemente en una silla.
—No se que hacer Ino, Sasuke se está quedando en la casa y yo amo que esté cerca, pero al mismo tiempo tengo miedo de que Naruto se vaya.
—Oh, Sakura.—Ino le puso una mano en el hombro para darle su apoyo—¿Qué es lo que harás? Sabes que es el momento de tomar una decisión.
—Lo sé, lo sé, pero es tan difícil, los amo a los dos, de verdad, a cada uno de manera diferente y cada uno me hace sentir amada hasta que estoy completa. No lo puedo explicar.—guardó silencio, sufriendo por tener que elegir— ¿Soy tan horrible Ino? ¿Queriendo a ambos para mi? ¿No dejando que tomen su camino y encuentren a alguien más?
—No eres horrible—se apresuró a decir Ino—cada uno quiere lo que quiere, eso no te hace un monstruo, solo… humana, el corazón es un misterio y tu tienes un corazón tan grande que puedes amar a ambos, y si eso es así ¿Cuál es el maldito problema? Ellos lo saben, lo entienden y lo aceptan.
—Espera ¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?
Ambas se miraron, hablando sin decir una palabra.
—Pero es una locura, eso no es posible... lo que dirá la gente, los ancianos del consejo, nunca se ha visto nada igual— sus pensamientos se mezclaban y su mente no conseguía ponerlos en orden.
—Detente, Sakura —le dijo Ino tomando su rostro en sus manos y mirándola a los ojos. —Respira.— Respiraron juntas e Ino la soltó —Sí se ha visto, solo que aquí no. Déjame hablarte sobre eso. En Suna, cuando estuvimos coordinando las gestiones para el hospital de rehabilitación, me tope con pequeños que habían perdido padres o madres, como Suna está más cerca de algunos países, ahí fueron refugiados muchos pequeños, y me hablaron de sus familias, a veces dos padres y una madre, dos padres, dos madres, dos madres y un padre. No es raro, solo inusual.
Sakura, en silencio pensó sobre eso ¿Sería posible? ¿Lograrían vencer las habladurías? ¿Los chismes? En cierto modo ya lo hacía, pues la mitad del pueblo pensaba que estaba viviendo con Naruto porque eran una pareja.
—No se que pensar Ino, es tan… raro.
—Lo sé, solo quiero que tengas todas las opciones sobre la mesa, no te lastimes a ti misma porque pienses que no tienes más remedio que hacerlo. Habla con ellos, escucha lo que piensan, de todas maneras nunca funcionará si los tres no están de acuerdo.
—Lo pensaré—le sonrió con aprecio, agradeciendo todo lo que esa chica hacía hasta ahora por ella, desde pequeña siempre apoyándola y empujándola —Gracias Ino, no se que haría sin ti.
—Yo tampoco se que harías sin mi, frente —Le sonrió —Ahora vamos a comer, ese hombre apuesto me dejó sin energía.
—Ugh, asqueroso.
.
.
.
.
Me tomo mucho tiempo éste capítulo por qué no tenía ide de como encajar ciertas cosas, me gustó mucho a mí y espero que les guste, también; seguimos avanzando con ésta historia. Al paso que va, calculo otros cuatro o cinco capítulos.
¡Gracias por sus votos y comentarios! ♥️

ESTÁS LEYENDO
Somos uno
ФанфикUna vez mas, el equipo 7 deberá tomar una dura decisión sobre el futuro ¿serán lo suficientemente fuertes ésta vez? Cuándo el campo de batalla es desconocido, las decisiones se desdibujan tanto en la mente como en los corazones. Naruto no es de mi p...