Las semanas de Sasuke habían sido bastante aburrida a decir verdad, estaba preparado para que Kakashi le asignara una misión tras otra… pero no había pasado, solo tuvo otras dos visitas a la casa de la vieja del bastón, quién con el paso de los días era menos… agresiva y más habladora lamentablemente, aunque eso le había ganado el favor de algunos vecinos que ya lo saludaban cuando lo veían por la calle o en algún negocio, y era como un efecto dominó, te saluda uno, te saludan todos, ya no había lugar donde pudiera pasar desapercibido, habiendo estado preparado para recibir todo tipo de insultos y reacciones diversas del pueblo, en realidad se había dado cuenta que no tenía la importancia que él se daba (o Naruto y Sakura) el pueblo lo conocía, pero al parecer no sabían nada de lo que había detrás de su gran ausencia (raro, dado que en poblados cercanos sí lo conocían y despreciaban, tal vez la influencia de sus compañeras había tenido algo que ver) y solo los shinobis y sus familiares que también eran parte de las filas, tenían cierto conocimiento, así que en cierta manera había sido decepcionado de la mejor manera.
Por otro lado, vivir con Sakura y Naruto era diferente a todo lo que estaba acostumbrado, bueno, no precisamente, le recordaba a su infancia y sus padres, aunque no demasiado, por que eso sería… asqueroso… Sakura, aprendió, era en cierta manera la misma chica que antes, pero no demasiado, era amable, risueña y facil de tratar mientras no la hicieras enfadar, también aprendió que no soltaba golpes como antes, aunque eso se debía a que Naruto ya no era tan idiota. El rubio también había cambiado, seguía siendo un hombre demasiado positivo para su gusto, también algo mano larga, ya que cuando pensaba que no estaba viendo, solía tocar mucho a Sakura, sobre todo, parecía tener una fijación con su trasero. Lo molestó un poco al principio, él nunca había soportado bien las muestras públicas de afecto, y era también un poco celoso, pero trabajó en privado sobre eso y llegó a la conclusión que mientras no lo hiciera en público, no lo golpearía… demasiado.
En conclusión se llevaban bastante bien, toda la domesticidas simplemente cayó en su lugar en poco tiempo, y se sentía como si todo hubiera estado destinado de esa manera.
La cuarta misión llegó a mitad de la sexta semana. Mientras estaba tomando una "ducha" con la pelirrosa, le advirtió que iba a ser todo suyo por unos días.
—Le pedí a Kakashi que te asignará conmigo ésta semana—le dijo entre besos.
—Mhm…—realmente no le prestó atención hasta que una palabra penetró en sus pensamientos— espera ¿Dijiste "niños"?
—Sí, me ayudarás en la clínica con algunos chicos y chicas que quieren volver a la academia, pero tienen miedo de ir retrasados en sus habilidades, así que te comprometí como maestro temporal —la mujer, esa traidora, tuvo el descaro de sonreírle.
—¿Estás loca? Nunca he enseñado nada… ni siquiera he hablado en años con un niño.
Ella beso su boca rígida y salió de la ducha.
—Estarás bien, además solo tienes que corregir sus posturas o sellos. Muestrales como se hace y después pideles que hagan lo mismo. Yo estaré ahí si te dan problemas.
—¿Problemas?—dijo siguiéndola y dándole una toalla—¿Qué tipo de problemas?
—Oh, no muchos—salierón del cuarto de baño y comenzo a buscar su ropa para el día— A veces se ponen difíciles queriendo jugar o no ponen atención. Llamalos con voz dura pero no agresiva y entenderán.
—Soy agresivo, Sakura. Seguramente van a llorar después de la primera hora.
Ella se rió… en su cara, y él no podía creer que lo hizo ¿No entendía que ésto no era para él?
—Lo harás bien cariño. Si te sientes inseguro házme una seña y me encargaré. —Los pensamiento de Sasuke se detuvieron.
—¿Qué?
—Que me encargaré, solo tienes que intentarlo primero ¿Sí?
—No ¿Cómo me llamaste? —dijo rígido
Ella se sonrojó entendiendo. Ni siquiera lo había pensado. Solo le salió natural.
—Lo siento ¿Te molesta?
Al mirar su expresión insegura Sasuke se pateó mentalmente, a veces todavía podía ser un idiota. Módulo su voz para continuar.
—No es eso, solamente me sorprendió… pero creo que me gusta.
Ella le sonrió tan brillantemente que aunque lo llamara cacahuate se aguantaría ¿Quién diría qué el sería un pedazo de blandengue con ella. Sin embargo, no lo admitiría ni aunque su vida dependiera de ello.
—Bueno, entonces creo que te seguiré llamando así.
Con un guiño salió de la habitación dejándolo un poco sonrojado… ugh, esperaba que Naruto no se enterara de eso.
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Cuando conoció a los pequeños, quiso salir corriendo ¿Qué iba a hacer con tantos niños y que haría para no perder a ninguno? Se le ocurrió convocar algunas serpientes para cuidar el perímetro, pero recordó que a su edad las había odiado y temido, y lo que menos quería era a un grupo de llorones.
20 cabezas diminutas lo miraban con expectativa y sintió un frío gélido recorrer su espalda. Tuvo ganas de salir corriendo, pero él era un Uchiha, los Uchihas no corrían a esconderse. Y menos de personas que medían poco más de un metro.
Así que carraspeando. Los llamó para hacer un par de filas frente a algunos árboles, recordaba que de niño en su grupo solían hacer eso.
Les mostró cómo hacerlo y todos comenzaron a practicar, de vez en cuando tenía que componer alguna postura, pero en general los mocosos no lo hacían mal.
A lo lejos Sakura regresaba del edificio, no la vió marchar, pero ahora regresaba y no sola, en sus brazos tenía un pequeño¿Niño? No, niña… eso creía, al los bebes era difícil reconocerlos por su género, medio calvos y sin dientes. Pero aún así algo en su corazón se ablandó, hace años que no se imaginaba una familia, pero ahora viendo a Sakura así, no pudo evitar imaginar su abdomen redondeado, y después SU bebé en sus brazos, con la cresta Uchiha en la ropa del infante ¿Tal vez algún día? Pero todo dependería completan de ella. Con un carraspeo, volvió su vista a los niños que lo llamaban a gritos para que les enseñara algo más.
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Después de su primer día estaba bastante cansado, prefería mil veces alguna misión rango S a un grupo de niños. Pero lo había logrado… algo así, al final hubo un pequeño problema con dos niños golpeándose, y aunque lo fastidió, tuvo que separarlos y reprenderlos.
Siguió a Sakura dentro del edificio, y después por algunos pasillos y escaleras hasta llegar a su oficina. Era bastante grande, a decir verdad, no le envidiaba nada a la oficina del Hokage, cerró la puerta detrás de él y observó todo con atención. Tenía lo que parecía cientos de libros por todas partes, una pequeña sala de juegos, una ¿Cuna? Algunos juguetes esparcidos por ahí y un escritorio con pergaminos y plumas.
—Tienes una oficina muy…— se atragantó cuando la pelirrosa cayó sobre sus rodillas y trabajó diligentemente con su cinturón —¿Qué estás haciendo?
—Hmm. Creo que te portaste muy bien con mis pequeños, y mereces una recompensa.
Su respiración comenzó a hacerse pesada e irregular. En las pocas semanas que habían compartido intimidad, nunca se aventuraron a hacer eso…
—Y-yo…—demonios, hasta estaba titubeando. Esta mujer siempre lograba sacarlo de balance.
—Ssh— ella terminó de sacar su pene y con la mano comenzó a trabajarlo—solo tienes que disfrutar. E intenta ser silencioso, hay bastante gente alrededor.
Él reprimió un gemido lo mejor que pudo cuando por primera vez su lengua lo tocó, lamiendo desde la base a la punta, para después llevarlo todo a su interior.
No pudo hacer un buen trabajo conteniendo los sonidos.
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—Creo que no podré mostrar mi cara por aquí en algún tiempo —le dijo con seriedad.
Ella sabiendo a qué se refería, se puso de pie cuando él le ofreció su mano
—Estaba bromeando cariño, puse un sello de insonorización. No dejaría que fueras avergonzado —Él se quedó un momento rígido, pero luego pasó la cosa más increíble, se rió, mostrando dientes y todo. Y Sakura sintió ganas de llorar. Nunca había escuchado una risa mas hermoso en su vida, grave y oxidada, pero ahí estaba y se sintió orgullosa por ser ella quién las causó.
Inesperadamente Sasuke la atrajo en un abrazo, recargando su barbilla sobre la cabellera rosa.
—Vamos a casa, tal vez si tenemos suerte, Naruto no estará. —Ella puso los ojos en blanco, pero no lo refutó, simplemente lo dejó ser.
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A Hinata le habian levantado un poco el castigo, después de dos meses ya podía realizar misión rango C y B, y sentía como si estuviera llegando a un buen lugar. Las largas horas sola y sin toparse ni un día con Naruto, sorprendentemente habían sido de mucha ayuda, había visto por ahí a Sakura y Sasuke y un día en especial, los vió escabullirse a un callejon sin que nadie más que ella se diera cuenta, y sintiéndose un poco curiosa, activó el Byakugan para ver qué hacían. Deseo no haberlo hecho, ellos se estaban besando con pasión y las manos de Sasuke estaban apretadas en la cintura de la pelirrosa. Se sintió mortificada de ver algo tan privado, pero también despertó su curiosidad, pensó que ella de verdad sentía algo por Naruto y que con Sasuke en casa, terminaría todo con él Uchiha y formaría una familia con el rubio. No entendía nada, por que Naruto no se había mudado y según sabía, los tres compartían casa. Seguramente Naruto no sabía lo que estaba pasando y cuando se enterara estaría devastado.
Con la mente tan inocente y también bastante nublada de nuevo por su amor de juventud, se decidió a estar ahí para Naruto cuando lo supiera. Tal vez, solo tal vez, sus sentimientos lo alcanzarían y él sería capaz de corresponderle.
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Un par de semanas después, la vida seguía siendo perfecta, pensó Naruto, mientras esperaba a su chica fuera del hospital, le gustaba caminar con ella a casa regularmente.
—Oye Sakura— la llamó cuando la vio.
La pelirrosa terminando su turno en el hospital miró con una sonrisa a su otro chico, el rubio le lanzó una sonrisa torcida y se acercó a ella con los brazos cruzados detrás de la cabeza. —¿Estás lista para ir a casa?
—Sí, aunque debo advertirte, probablemente te ruegue por un masaje de pies. No he podido descansar en todo el día.
—Oww, nunca tienes que rogarme por nada mi amor, solo tienes que ordenar, estoy a su servicio mi señora—el rubio se dobló una reverencia que hizo reír a Sakura, ah, como amaba su sentido del humor.
—Bueno, tal vez en algún momento te arrepientas de tal declaración. Me voy a aprovechar y lo sabes.
Iban tan absortos en su conversación que no notaron a cierta chica de ojos blancos que escuchó la conversación por que iba caminando detrás de ellos y realmente no entendía nada.
—Puedes aprovecharte de mí cuanto quieras, especialmente en nuestro dormitorio… o en la sala.
Sakura se rió de eso y lo codeó.
—¿Sabes? Sasuke está en su primera misión fuera, podemos tener la casa para nosotros y dejaré que tu te aproveches de mi… en dónde quieras.
La Hyuga que ya iba comprendiendo todo, sintió tal odió que, si no tuviera entrenamiento ninja, seguro habría tackelado a la pelirrosa ahí mismo. Los estaba engañando a los dos. Era una… zorra. Una mujer sin sentimientos. Y pensar que ella se había arrepentido de lo que le dijo antes de su secuestro, pensar que tenía la intención de disculparse. Ella no tenía perdón de nadie. Y la desenmascararía con Naruto haciendo que esa imagen de niña buena en que todos la tenían enaltecida se derrumbara.
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Unos días después por fin la pelinegra pudo encontrar a Naruto, afortunadamente fue por la noche cuando terminó un encargo rango D del Hokage, reacomodar todos los libros de la biblioteca a contentillo de la encargada, en verdad ya estaba harta de esas misiones que solo servían para que su padre la criticara aún más.
Vio a Naruto de lejos en una calle desierta y decidió hablarle. Él como todo el caballero que era, esperó a que lo alcanzara pero ésta vez no la recibió con su sonrisa de siempre.
—Hola Hinata— le dijo con seriedad, nunca le había hablado de esa manera y su odio por Sakura creció.
—Hola, Naruto… ¿Cómo estás?
—Estoy bien, gracias… escucha, es bueno verte, pero tengo que estar en otro lugar ahora mis..—Lo interrumpió antes de que se escabullera.
—En realidad tengo que decirte algo importante— Tomó un profundo aliento y valor, y le dijo todo lo que tenía en mente —Se que quieres mucho a Sakura, pero ella no es quien piensas. Es cruel y mentirosa.
El rubio frunció el ceño, no dejaría que nadie hablara así de su mujer.
—Alto Hinata, no voy a permitir que hables así de ella, no la conoces en absoluto.
—Se que esto es duro para ti Naruto, pero ella sí es una mentirosa. déjame terminar, te lo pido, entonces te darás cuenta que te estoy haciendo un favor —Él asintió rígidamente, mejor terminar con ésto de una vez para no alargar tal tontería —Sé que están juntos como una pareja, pero ella te es infiel con Sasuke, con tu mejor amigo. —Naruto sintió que un escalofrío lo recorría y ella al darse cuenta prosiguió —No digo esto por ser mala ni hacerte daño, yo jamás haría algo que te lastimara —No como ella, pensó— pero los vi con mis propios ojos escabullirse a un callejón y besarse. Ella juega con los dos, y debes saberlo.
—Dime, ¿le has contado a alguien ésto? —le preguntó con temor.
—No, supuse que no querrías que se supiera.
—Bien, por favor Hinata, no se lo digas a nadie —la miró fijamente— Prometemelo.
—Te lo prometo.
—Gracias— Con la mente ya en otra dirección, continúo su camino sin detenerse y Hinata miró su espalda alejándose de ella. Esperaba haber sido de ayuda para él. Y estaría para consolarlo en los próximos días o semanas sí el se lo permitía.
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Cuándo llegó a casa lo primero que escuchó fueron los gemidos de Sakura, y poco después los de Sasuke, desafortunadamente los sonidos de éste último ya los tenía bien conocidos, no era algo que alguna vez hubiera querido saber, pero, lo que sea. Se encaminó a la habitación con la intención de detener sus excitantes actividades para hablar sobre las malas noticias y hacer algo al respecto. No quería por nada del mundo que la reputación de Sakura resultara dañada. Sin embargo al abrir la puerta no pudo evitar quedarse viendo a Sakura, dios, ella estaba caliente. Estaba montando a Sasuke y su increíble trasero se veía aún más grande en esa posición.
Sin pensarlo mucho, caminó hacía ella y Sasuke, ella no se dió cuenta de su cercanía ya que tenía los ojos cerrados, pero el pelinegro lo miró en silencio, prácticamente dándole el visto bueno para hacer lo que quisiera hacer. Con lentitud y sin mirar el cuerpo expuesto de la pelirrosa, solo su rostro lleno de placer, la tomó de la barbilla y volteó su rostro hacía él, ella abrió los ojos sorprendida
—¿Q-Qué haces?— balbuceó con nerviosismo.
Naruto no le dijo nada ya que ni él mismo lo sabía solo seguía sus instintos, con lentitud dandole la oportunidad de rechazarlo si quería, inclinó la cabeza para besarla, un largo beso y apasionante al que ella no se negó y ocasionó que la chica se mojara más, pero para una persona diferente a la que tenía en su interior… ¿Cómo era eso posible?
Sasuke comenzó a mover tentativamente sus caderas, tampoco iba a dejar que Sakura se olvidara de él.
Ella estaba sintiendo demasiado, sentía como si en cualquier momento fuera a explotar, pero no podía dejar la oportunidad de cumplir está fantasía. Con cuidado se apartó de Naruto y mientras Sasuke jugaba con sus pechos ella le quitó la playera y después le desabrochó el cinturón. Miro a Sasuke como pidiendo su permiso antes de comenzar a bajar su pantalón, él asintió regalándole una pequeña sonrisa y después ella siguió, por la posición no pudo termo el trabajo así que le susurró a Naruto que se los quitara. El obedeció y se quedó ahí de pié esperando las nuevas instrucciones, le daría el mundo a esa mujer si se lo pidiera, pero por el momento solo seguiría sus instrucciones. Pudo ver por el rabillo del ojo que Sasuke tomaba otra vez sus caderas y comenzaba a dirigirla. Ella por su parte lo acercó tomándolo del trasero y después sin previó aviso metió su miembro hasta el fondo de su garganta, sin preguntas, él soltó un largo gemido, y sintió como Sasuke la comenzaba a mover más fuerte mientras ella lo complacía con la boca.
Con un gemido Sakura se vino y poco después Sasuke la siguió. Ella un poco ida, no pudo continuar con su boca así que le susurró
—Tómame, Naruto—ella se recostó sobre el pelinegro y el rubio siguiendo sus deseos, la tomó desde atrás con lentitud, sabiendo que estaba sensible por su reciente orgasmo, se condujo despacio, tocando frente a ella su capullo y haciendola gemir, mientras Sasuke los miraba un monstruo negro se fue alzando en su interior al saber que solo él la estaba haciendo gozar, así que con un gruñido la atrajo hacia su boca y la beso con la intensidad digna de un Uchiha. Mientras ellos se besaban y él tragaba los gemidos de la pelirrosa que se acercaba cada vez más rápido a su segunda venida, Naruto comenzó a empujar sus caderas con ferocidad. Un par de segundos después se vinieron y ella terminó aún más empapada de lo que ya estaba.
Con un siseo, Sakura sintió como Naruto se retiraba de su sensible interior.
Si alguien los pudiera ver desde fuera, verían la imagen misma del desorden, Sakura encima de Sasuke, Naruto tirado en forma horizontal a ellos, con las piernas entrelazadas
Los minutos pasaron mientras las respiraciones se tranquilizaban y Naruto iba recuperando la conciencia. Lamentablemente el crescendo había descendido y su mente comenzó a recordar lo que lo había empujado a esa situación.
—Tenemos que hablar.
Sakura que poco a poco se estaba quedando dormida, lo pateó levemente.
—Callate Naruto—Le murmuró Sasuke y también le dió una patada, pero ésta más fuerte.
El rubio se sentó en la cama fulminandolo.
—Es importante.
La pelirrosa suspiró y se levanto del pecho de Sasuke, no sin antes dejar un beso en su pectoral. Sin decir palabra camino al baño y cerró la puerta, los hombres continuaban mirándose mal mientras esperaban a la chica, un par de minutos después ésta salió ya vestida con un albornoz y se sentó en una esquina.
—Bien ¿Qué es tan importante que interrumpiste nuestro muy merecido descanso? —Enarcó una ceja.
Naruto tomó aire y se preparó para la locura.
—Hinata lo sabe.
La chica palideció y Sasuke se sentó bruscamente.
—¿Cómo?
—Bueno, no lo sabe todo, todo, piensa que Sakura me es infiel.— Y procedió a relatarles todo el asunto. Su corazón se estrujó un poco cuando Sakura se levantó y comenzó a caminar por toda la habitación, con una mano en la garganta, pareciendo que tendría un ataque en cualquier momento.
—¿La mato? — preguntó Sasuke sin miramientos
El rubio lo miró mal y Sakura por un breve momento tuvo la intención de decir que sí, pero desechó el pensamiento casi al instante.
—No podemos matar a todos los que lo vayan descubriendo Sasuke. Además es nuestra culpa, fuimos descuidados… y matar sin provocación es malo.
—Bueno —dijo Naruto— En realidad a nadie le incumbe nuestra maldita vida privada.
—Más que a tu eterna acosadora, al parecer.
—Sí —respondió él —Siempre ha sido un poco fisgona en lo que a mí respecta.
—Eso no es importante ahora. Lo importante es decidir qué haremos —los centró Sakura—Sabíamos que ésto pasaría en algún momento.
—Correcto. —Murmuró el rubio
Todos guardaron silencio esperando que a alguien se le ocurriera una salida. Pero no era fácil, sin importar qué, habrían personas en su contra.
—Debemos hablar con Kakashi—Dijo Sasuke—Es la única persona que nos puede dar respaldo y callar los rumores por un tiempo si se extienden.
Sí, era la única manera. Y por los dioses, esperaban que se pusiera de su lado.
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A la mañana siguiente todos estaban bastante somnolientos, no habían podido dormir y se pasaron toda la noche murmurando sus viejos recuerdos, casi como si temieran ser arrebatados los unos de los otros.
Sin hablar demasiado tomaron duchas por separado y se dirigieron juntos a la torre Hokage.
A lo lejos Hinata Hyūga los miró juntos, como si nada hubiera pasado y se imaginó que esa bruja de cabello rosa había logrado convencer a Naruto de su inocencia. No podía creerlo ¿Cómo lo soportaba Naruto? ¿No se daba cuenta que eso no era amor? Con lágrimas en los ojos se les dió la espalda y caminó lejos, necesitaba hablar con alguien, pero en realidad no tenía muchos amigos, Shino y Kiba eran los únicos, pero ahora con sus obligaciones de jounin y objetivos personales, no tenían mucho tiempo para ella, se llevaba bien con su hermana, pero tampoco tenía un horario relajado, siempre estaba estudiando y entrenando para ser una buena líder del clan. Con un suspiro se dirigió al cementerio, tal vez hablar con Neji ayudaría.
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Sakura tocó la puerta de la oficina de Kakashi y por una vez Naruto no armó un escándalo. Ésto era demasiado serio.
—Adelante— dándose ánimo internamente, abrió la puerta y pasó seguida de cerca por sus chicos.
—Oh, pero si es mi trio favorito—Naruto se estremeció un poco, excelente intuición Kakashi, murmuró Kurama desde dentro. Él le dio una patada imaginaria, y el imbécil tuvo el valor de reírse. Con un gruñido cerró la comunicación mental, no tenía tiempo para eso—¿A qué debo el placer?
Sakura hizo una reverencia y con la vista periferia se dió cuenta que no estaban solos, en un rincón de la oficina estaba Shikamaru, como siempre, ayudando al Hokage, y una idea comenzó a formarse en su cabeza.
—Necesitamos hablar contigo, a solas— respondió Sasuke.
Shikamaru enarcó una ceja pero se levantó, ya sabiendo que después Kakashi se lo contaría sí era necesario, pero se detuvo a medio camino cuando habló la pelirrosa.
—No, por favor quédate.
El Uchiha la fulminó, y ella le devolvió una mirada elocuente, diciéndole que era mejor tener de su lado al mejor estratega de la aldea. Y el pelinegro lo entendió, porque asintió una vez y apartó la mirada hacia Naruto, también dándole la comunicación no verbal que siempre habían tenido.
—Nunca entendí cómo es posible que se comuniquen así, pero bueno, hace años dejé de intentar entenderlos a ustedes tres—Murmuró el Hokage— Ahora ¿Que pasa?
Dando un paso adelante, Sakura habló.
—Tenemos un problema, y necesitamos su ayuda.
Y sin más, comenzó a relatar lo que estaba sucedió… claro, en una versión apta para todo público.
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¡Hola! ojalá la espera no haya sido muy larga, y de nuevo, lo lamento. Espero les guste el nuevo capítulo.
No duden en dejar comentarios y estrellitas, lo agradeceré mucho
¡Hasta la próxima!

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Somos uno
FanfictionUna vez mas, el equipo 7 deberá tomar una dura decisión sobre el futuro ¿serán lo suficientemente fuertes ésta vez? Cuándo el campo de batalla es desconocido, las decisiones se desdibujan tanto en la mente como en los corazones. Naruto no es de mi p...