Tres pares de pasos entraron a la casa, Sakura comenzaba a tener un dolor de cabeza con todo el parloteo que Naruto armaba ¿Era mucho pedir, silencio y tranquilidad? No lo creía así, pero en cierto modo estaba contenta, al fin los tres juntos, compartiendo casa, no era un mal arregló. Al mirar alrededor su dolor de cabeza incrementó, las ventanas estaban destrozadas, casi todas hechas trizas en el suelo, y las pocas que no, se encontraban cuarteadas y tendrían que ser reemplazadas. Demonios. Eso era mucho dinero. Con un suspiro, le puso a Sasuke una escoba en la mano y le ordenó que fuera barriendo un poco en lo que Naruto y ella se cambiaban la ropa llena de mugre y sangre, para después barrer todos los cristales. Además tenía un plan oculto, le dijo al rubio que sacara todas sus cosas de su dormitorio, por si Sasuke decidía entrometerse un poco. Con todo despejado y sintiéndose menos asquerosa con una muda limpia, los tres barrieron la casa llena de cristales rotos y después calentaron el ramen de Naruto.
—Hoy tendrás que dormir en el suelo de la habitación de Naruto, Sasuke.
Él le lanzó una mirada fulminante.
—No me mires así, hay muchas corrientes de aire en la sala, estarás más calentito en el dormitorio.
—Te dije que me puedo quedar en un hostal.
—Bueno, lo sé—Bufó, nada femenina— pero ¿es mucho pedir que pases tiempo con tus amigos?
Sasuke siguió comiendo, pareciendo ignorar a la pelirrosa, tanto que ella deseó lanzarle un bowl a la cabeza, y estuvo a poco de hacerlo antes de que el dijera "bien", tan bajito que casi ni lo escuchó.
Le lanzó una dulce sonrisa y continuaron comiendo con Naruto haciendo comentarios triviales, Sasuke pateandolo debajo de la mesa cuando él era el tema de sus burlas y Sakura tenía una gran sonrisa durante todo el proceso.
Al terminar, Sasuke anunció que debía hablar con Kakashi y se fue antes de que alguno de los dos tontos tuviera tiempo de detenerlo. Los primeros días después de su regreso siempre eran duros, reflexiono con cansancio, no es que no los quisiera, lo hacía, y mucho, el problema era que estaba acostumbrado a la soledad, el silencio y a no ver a la mujer que amaba ser adorada por su amigo que consideraba hermano. Las cosas eran diferentes entre esos dos, y también salió de la casa porque necesitaba pensar en eso ¿Que harías si le dijeran que ahora eran pareja? ¿O si Sakura ya no lo amaba más? Eso era lo que quería, de hecho, por eso se mantuvo lejos, pero era diferente imaginarlo a verlo suceder.
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… ¡AVISO DE LEMMON!...
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La casa se quedó en un agradable silencio mientras la pelirrosa limpiaba la mesa y el rubio sacaba la basura. Afuera, Naruto aprovechó para activar el modo sabio intentando sentir a Sasuke, estaba muy lejos, lo suficiente para poder tener un buen rato a solas con su chica. Para prevenir alguna sorpresa, creó un clon y lo mandó a vigilar el área y avisarle cuando Sasuke estuviera de regreso.
Sakura se metió al dormitorio y se desnudó para darse un baño, se sentía muy sucia, llena del polvo de todo el día, sangre de Kido y de ella misma.
El agua se sentía deliciosa sobre su piel, y la sentía tan caliente, tal como le gustaba, que se quedó unos minutos con los ojos cerrados, disfrutando el placer que le daba.
Unas manos rodearon su cintura y un cuerpo desnudo se apretó a ella desde atrás.
—¿Qué haces?— le dijo sin abrir los ojos
—Solo quiero un poco más de tí, no puedo tener suficiente.
—Está mal, no podemos hacerlo ahora. —Sin embargo no había convicción en su voz, ella también deseaba más, lo deseaba completo.
Naruto comenzó a tocar su cuerpo lentamente, amaba cada centímetro de ella, su voz, su piel, su cabello. Tomó sus pechos en sus manos y jugó con sus pezones como a ella le gustaba. Sakura había lidiado con el tamaño de sus pechos mucho tiempo, sobre todo en la adolescencia, pero ahora los amaba, le daban una cantidad impresionante de placer, que podía llegar al éxtasis solo con ellos.
Naruto tomó las manos de la pelirrosa con las suyas y las colocó en la pared. Sakura un poco extrañada quiso darse la vuelta pero él se lo impidió.
—Quédate así, quiero probar algo.
—¿Qué quieres hacer?— susurró ella con un poco de nervios. Era apenas la segunda relación sexual que mantenía en su vida y no estaba segura de estar lista para probar otras cosas.
—Quiero hacerlo de ésta manera, es algo que aprendí en los libros del viejo pervertido. Se rió un poco y comenzó a acariciar la espalda de Sakura de arriba hacía abajo con una mano, y con la otra aún aprisionaba sus manos, y aunque ella estaba excitada, no lo estaba lo suficiente. Con un pequeño empujón quiso retirar la mano de Naruto de las suyas, pero él parecía estar demasiado absorto acariciando su cuello con sus labios y dándole pequeños mordiscos para darse cuenta. Sakura, un poco más incómoda, se removió nerviosa.
—¿Naruto?
—¿Mmmn?—El aún continuaba mordisqueandole el cuello.
—Suéltame las manos, creo que no me gusta ésto.
En cuanto dijo las palabras, la soltó como si le hubieran dado una descarga.
—Lo siento Sakura-chan, no me di cuenta.
Ella volteó la mirada, parecía que eso a él le excitaba mucho, pero no estaba dispuesta a pasarlo mal para que él disfrutará, y sabía que él tampoco querría eso.
—Está bien, solo no me gusta la sensación de estar restringida.
Cómo aún estaba encendida por su anterior escarceo, decidió tomar las cosas en sus manos, tomó a Naruto del brazo y lo arrastró hasta que su espalda estaba contra la pared con él frente a ella, comenzó a besarlo sin aviso y poco a poco Naruto fue recuperando su fogosidad, la tocaba dónde podía, sus manos sobre sus pechos, su cintura, su trasero… y ella subió una pierna sobre su cintura, haciéndole espacio para que se metiera entre sus piernas, él tomó la otra pierna para que lo rodeará completamente, y Sakura sin querer tardar más, tomó su miembro y lo puso en su entrada, ésta vez no entró con lentamente, lo hizo fuerte y profundo, y a Sakura le encantó cada momento de ello, estaba tan deseosa que lo animó a hacerlo más rápido, más fuerte, más, más. Quería todo de él. Continuaron así hasta que el agua se volvió fría, pero a ninguno de los dos les importó. Continuaron hasta que ambos estaban saciados y sentados sobre la ducha, intentando recuperar el aliento.
Sakura le sonrió coqueta al rubio.
—Cada vez es mejor— él sonrió, se levantó, y le tendió una mano a su mujer.
—Claro que sí, ambos somos puro fuego, tenía que ser así. —La pelirrosa sonrió y tomó su mano. Se terminaron de lavar entre risas, empujones y alguno que otro beso. Y cuando el clon de Naruto le avisó que el Uchiha estaba regresando, ambos se encontraban presentables pero sintiéndose un poco culpables por estar engañando… u omitiendo información, pero daba igual, pronto una decisión debía ser tomada, probablemente más de una.
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… FIN DE LEMMON...
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Al regresar a casa Sasuke estaba enojado, enojado por lo que le había contado Kakashi, no había sido por su buen corazón que confío en él, más bien le encandiló la misión de contárselo a Sakura y al tarado. Estaba muy enojado con la torpe Hyuga que no podía tomar un rechazo con dignidad, vaya linaje más puro. ¡Ja! Estupideces. Ni siquiera Naruto fue tan infantil, prácticamente estuvo recibiendo rechazos de Sakura desde los doce, y aún así nunca la tomó contra él, incluso se hizo su mejor amigo. Para calmarse un poco, y no ir a casa de la estúpida chica y romper la orden directa del Hokage de no matarla, herirla de gravedad, golpearla, quemarla y/o electificarla, mandarla a otra dimensión, ni tampoco molestarla con sus crueles palabra; después de salir de la oficina de Kakashi, había ido a ver a un vidriero, no hubo suerte, parecía que tenía pedidos de la mitad de la aldea, al parecer a Sakura no era a la única que se le habían roto las ventanas, después de ese fué a otro y tuvo el mismo resultado, con el siguiente lo mismo, así que decidió darse por vencido y hacer una cita a nombre de la Dra. Haruno para dentro de 6 días y que le tomaran las medidas a los marcos.
Llegó a la casa y lo único que le impidió dar un portazo al cerrar fué su buena educación, busco a los dos con la mirada y los encontró fijando las cortinas con cinta para que no pasara demasiado el frío.
—Bienvenido, Sasuke— Sskura le sonrió y no pudo evitar devolverle una pequeña, y tampoco paso desapercibido para él que su enojo descendió varias escalas al verla sana y salva.
—Estoy en casa. Fuí a ver al vidriero, al parecer muchas casas resultaron afectadas y no tienen citas hasta dentro de seis días.
La pelirrosa hizo un mohín.
—Maldición, la casa se enfriará mucho. Pero gracias por ir, Sasuke, eso fue muy amable de tu parte.
El solo asintió aceptando el agradecimiento y tomando una cinta se movió al otro lado de la ventana para ayudar a fijar las cortinas. Casi le pasa desapercibido que ambos parecían más relajado y así se los hizo saber.
Naruto hizo un ruido extraño como si lo hubieran golpeado en el estómago pero no vió a Sakura lanzar ningún golpe, ella solo jugueteó con la cinta intentando arrancar otro pedazo y no se encontró con su mirada.
—Sí, tomé un baño y descansé un poco en mi cama.
—Igual yo —se apresuró a copiar el rubio —En realidad estaba bastante cansado, ayer no pude dormir bien.— Y procedió a hablar como si no hubiera un mañana; Sasuke quería golpearse en la cabeza por haber comenzado el asunto, así que apagó su sentido del oído y procedió a ignorar lo que decía su estúpido amigo. Ya tenía mucha práctica.
Por la noche Sakura decidió hacer los platillos favoritos de todos, lamentablemente no tenía las cosas necesarias, así que salió a comprar negándose a ser acompañada, a esos dos les haría bien tener tiempo a solas para ponerse al día.
Naruto y Sasuke decidieron preparar el lugar donde dormiría el Uchiha por los próximos días, y en un silencio agradable desdoblaron el futón y las mantas. Parecía un baile bien ensayando, sin duda alguna quien los viera desde fuera nunca diría que habían pasado meses desde su última convivencia.
Sasuke decidió sacar a colación los sucesos que implicaban a la Hyuga y con calma le explicó lo que pasó. Era poco decir que estaba lívido… no podía creer que Hinata hiciera eso.
—¿Estás completamente seguro?
—Sí, Kakashi me dijo que ella misma confesó.
Poco a poco fue pasando de la negación a la furia.
—¿Cómo pudo hacer eso? Siquiera pensar en traicionar a un amigo me da náuseas.
—A mi no, ya que claramente no solo traicioné a mis amigos, sino también a la aldea entera. Pero sí estoy furioso porque se lo hizo a Sakura. Ahora, la pregunta es: ¿Se lo diremos a ella?
—No —Naruto ni siquiera lo pensó —ella la aprecia mucho a pesar de todo, no quiero lastimarla.
—Si sabe que lo sabíamos y no se lo dijimos, los lastimados seremos nosotros.
El rubio bufó y se burló de él.
—¿Y desde cuándo te dan miedo los golpes?
—No me dan miedo, pero resulta que los suyos pueden romper algunos huesos —dijo con ironía.
—Entonces simplemente nos aseguraremos que no lo sepa.
—hmp, como quieras, de todas maneras corro más rápido que tú.
Después cada uno se sumió en sus pensamientos, era increíble estar de vuelta, pero Sasuke pensó que el rubio aprovecharía la soledad de ambos para decirle algo referente a su creciente relación con Sakura. Pero los minutos pasaron y no dijo nada.
Al final escucharon a Sakura cruzar la puerta y ambos se dirigieron a la cocina, inmediatamente fueron bombardeados por órdenes de la pelirrosa, lavar esto, cortar aquello, busca la sal, pásame la cacerola. Y al final cuando todos se sentaron a comer con los ojos pesados del cansancio y una sonrisa satisfecha por un trabajo bien hecho, todos estuvieron de acuerdo en que ninguno había probado una comida más deliciosa en su vida.
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¡Déjenme saber sus comentarios! Estoy muy emocionada con esta historia, va avanzando muy bien y parece que nos vamos acercando al meollo del asunto.
Gracias por seguir leyendo ♥️
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Somos uno
Fiksi PenggemarUna vez mas, el equipo 7 deberá tomar una dura decisión sobre el futuro ¿serán lo suficientemente fuertes ésta vez? Cuándo el campo de batalla es desconocido, las decisiones se desdibujan tanto en la mente como en los corazones. Naruto no es de mi p...