|❦︎|MISIÓN: SECUESTRO

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CAPITULO 5


Megan...

Mi cuerpo es ligero como una pluma mientras mi cabeza no para de dar vueltas con un dolor que no hace más que aumentar, me niego a abrir los ojos y darme cuenta de la cruda realidad; una donde la persona con la que he compartido años de mi vida me abandono. No me siento mal, ni dolida, me siento molesta conmigo misma por haber soportado a semejante idiota, desleal y bueno para nada. Mis ganas de cobrar todo lo que me ha hecho aumentan cada segundo, pero no sé por dónde empezar.

Me doy vueltas en la cama negada a abrir los ojos porque tengo ganas de golpear al hombre que se encuentra de pie en el umbral de la puerta. Me tiene encerrada desde aquel suceso, ni siquiera tengo noción del tiempo y es su culpa todo lo que sucede.

Los rayos del sol me golpean directo en la espalda cuando el individuo abre las cortinas, de un brinco ya me encuentro de pie lista para vociferar:

─ ¿Que mierda suce...?

Mi frase queda a medias cuando no es quien yo creo. De hecho, es la famosa Lady De Martell la que se encuentra frente a mí con una mueca de fastidio absoluto. Se me empeora el genio.

─ ¿Usted no era madre de...? ─me sujeto la barbilla pensando, con burla─ ¿Emiliano de Martell?

Me fulmina con la mirada.

─No te pongas idiota. ─me arroja unas bolsas de mala manera─ Báñate y arréglate, te espero abajo. —demanda.

Dejo las bolsas en el suelo para dejarme caer en la cama.

─No quiero, no me nace y no eres nadie para darme órdenes.—respondo.

Bufa claramente molesta. Sin pensarlo dos veces saca su arma y me pega dos tiros que logro esquivar con las almohadas y tirándome al suelo, el ruido del impacto me deja sorda por varios minutos, por el borde de la cama alzo la cabeza para encontrar su expresión burlesca.

─ ¡Esta loca! ¡Me pudo matar! ─exclamo alarmada.

El dolor de cabeza aumenta al mismo ritmo que los latidos de mi corazón. Realmente me odia. Me sujeto los oídos en el intento de borrar el pitido que no para de hacer eco.

─Los berrinches para tu madre. Tienes cinco minutos y no me hagas volver porque...

─ ¿Que harás? ─interrumpe Emiliano.

Como siempre, viste un elegante terno de color negro con guantes cubriendo sus manos, su cabello desordenado y el olor a colonia invade la habitación de forma exquisita. Se adentra quedando frente a la mujer que supone ser su madre.

─Reglas son reglas, la desobediencia se paga, no puede hacerte esperar. ─espeta ella.

Emiliano se sujeta el puente de la nariz conteniendo su enojo, observo curiosa la escena. Ella trata de acariciar su mejilla, pero queda a medias porque el sujeta su muñeca con demasiada fuerza.

─ ¿Fui claro con las palabras? ─le pregunta, ella asiente muy segura─ ¿Entonces? ¿En qué parte dije que la mataras?

─Ninguna, pero reglas...

DARK SECRET [Corrigiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora