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CAPITULO 9
Megan…Mi mente y mi cuerpo se encuentran en bailes diferentes en este momento, la primera anda vagando en lo que parece ser un recuerdo de mi luna de miel con Drystan en Brasil, lo puedo visualizar en la playa con el torso desnudo mientras tira de mi mano para que lo acompañe al mar, no le puedo ver el rostro, pero estoy segura de que es él. Dicho momento se distorsiona llevándome a días antes en la boda, durante nuestros votos matrimoniales.
—Prometo, ser tú escudo, tú guía y un mejor hombre cada día. —dice, sujeta mis manos.
Solo puedo escuchar su voz, sigo sin poder ver su rostro.
—Prometo, ser tú paraíso, sumirte en mi infierno y cogerte en la tierra. —puedo sentir mis mejillas enrojecer — Prometo, recordarte cada día que eres mía desde el día que me miraste.
Todo se vuelve borroso, oscuro y solitario. Por mi cuerpo, puedo jurar que es zarandeado de un lado a otro con la fuerza suficiente para lastimar mis brazos, me resulta imposible quejarme, no puedo conectar los sonidos con la boca o peor aún tomar conciencia de lo que sucede.
Solo puedo escuchar un pitido en mi cabeza que decido seguir, cada vez se vuelve más intenso. Empiezo a escuchar voces que me gritan cosas horribles, puedo sentir el rostro mojado, supongo estoy llorando.
Llego a un punto donde hay silencio y más vacío, no hay nada a mi alrededor, solo yo. De pronto se vuelve un precipicio al que caigo con una velocidad inmensurable.
Doy un respingo, abro los ojos al sentir el chorro de agua impactar en mi rostro, tengo claridad de todo.
Vaya forma de despertar.
Hace mucho frio, es un cuarto horrible hecho de rocas que parecen desmoronarse, una cama de madera a un lado de la habitación, un retrete que no está muy limpio que digamos y hay rejas en lugar de puerta. No es una cárcel, es un calabozo.
Estoy tirada en el suelo con el mismo vestuario con el que me atacaron los hombres de Emiliano.
¿Y Drystan?
Recuerdo haber estado con él antes del despelote, me cubría y yo también, ambos nos defendíamos de las represarías de haber burlado al rubio italiano.
Me pongo de pie notando que me falta un tacón y mi cabello hecho una maraña. Me abrazo a mí misma, el frío es insoportable, no entiendo nada. Quién me haya mojado el rostro ya se marchó.
Pasos exageradamente sonoros hacen eco por el lugar, seguido de voces que suplican piedad y ser liberados. Retrocedo por inercia, frente a mi celda hay otro hombre que ni se mueve, ni se queja.
Será…
Lo dudo, mi corazón se acelera con el acercamiento del individuo. Me decepciono al ver a una mujer con una paleta de dulce en la mano.
—Conejita. —murmura.
Espera un momento, nosotras la conocemos.
¿De dónde? Que no la recuerdo. Alta, cabello castaño hasta los hombros, ojos verdes, con buen cuerpo. No me suena, pero la conozco.
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DARK SECRET [Corrigiendo]
RandomPara Emiliano Montessori no existe la palabra imposible. Su inteligencia, audacia y perspicacia lo han llevado a ser el mafioso más buscado por la FMIAI y el demonio más temido en el bajo mundo. Su ambición y determinación por conseguir lo que le p...