Epílogo

5.5K 317 46
                                    


Daniel saltó de la cama, miró a Claire, se puso de color verde y echó a correr hacia el cuarto de baño. Ella se alzó sobre un codo, estudiando la situación con cierta incredulidad.

—Soy yo la que está embarazada —gritó—. ¿Por qué tienes tú nauseas matutinas?

Daniel salió del cuarto de baño poco después, aún un poco pálido.

—Alguno de los dos debe tenerlas —contestó, y se dejó caer sobre la cama con un gemido—. No creo que pueda ir hoy a trabajar.

Claire lo empujó ligeramente con el pie.

—Claro que puedes. No tienes más que comer un poco de pan tostado y te sentirás mejor. Ya sabes que tus pacientes te esperan ansiosas para que les veas el chichi —dijo ella con una puntada de celos.

—Y yo más. —La voz de Daniel quedó amortiguada por la almohada-. No imaginas como me chifla mirar sus entrañas todo el día, me pone vamos...

Claire apartó las mantas y salió de la cama.

—Eres un idiota.

—Y tú una tonta celosa —Se echó a reír con ganas. A Daniel le hacía gracia que a ella le molestara que estuviera con mujeres todo el día, siendo que él solo tenía ojos para ella.

Claire se sentía maravillosamente bien con este embarazo. Al principio estuvo un tanto revuelta, pero no hasta el punto de vomitar, y esa sensación pasó enseguida. Para ella, claro; Daniel seguía vomitando con regularidad, todas las mañanas, aunque ya había pasado Año Nuevo y llevaba ya seis meses de embarazo. Él estaba pagando el precio de haberla dejado embarazada inmediatamente antes de la boda. Y mientras aun tenía Peter tres meses. Ahora su hijo tenía nueve meses y ya estaba embarazada de otro. Se llevarían casi un año de diferencia. Menos era imposible.

—Quisiera saber cómo vas a soportar lo de mi parto —bromeó Claire, echándole una mirada maliciosa—. Eso sí que me importa.

Daniel gimió.

—No quiero ni pensar en ello.

—Pues ve pensando, que, de esta vez, quiero un equipo de por lo menos veinte personas. Y date por contento que estés dentro. A ver si de esta vez no soy yo la que te expulse.

Daniel abrió la boca, chocado con sus declaraciones.

—Creo que voy a vomitar otra vez —dijo, corriendo para el baño. Claire sacudió la cabeza en negación.

—¡Dios! Hombres... por algo no son ellos a parir.

**

—¿Todo listo? —preguntó Claire mientras Daniel acababa de dejar la última maleta en el coche.

Habíamos decidido un poco a modo de Luna de miel y aprovechando que aun podía viajar, visitar su familia en España. Sus padres estaban jubilados y desde entonces, vivían en su tierra, donde eran originalmente.

—Aun no estoy seguro de que esto sea buena idea.

—¿El qué?

—Lo de viajares con ese estado tan avanzado.

—¿Avanzado? De verdad, Daniel, a veces no pareces médico, pareces un de tus pacientes hipocondriacos, no hay quien te aguante.

—Joder... ya estamos en esos términos. ¿Qué pasa? ¿Me quieres dejar? —irguió una ceja.

—Teniendo en cuenta lo mucho que valoro mi independencia, por decirlo de alguna manera, diría que... —Puse una cara pensativa y Daniel puso una expresión de aprensión—, deja de hacer el tonto y entra en el coche o no llegaremos al cementerio a tiempo.

El nuevo doctor | ROMANCE HOT | TERMINADA Y COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora