Capítulo 7

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Un olor fuerte y agrio la despertó de su sueño. Soñaba que bailaba con Daniel y que los dos tomaban la pista de baile a solas con un ritmo lento y caliente...

Pero sintió que su nariz era perturbada por un extraño olor químico... y sus ojos comenzaron a abrirse lentamente. Las imágenes eran de turbias... pero ella seguía soñando. Daniel estaba muy cerca de ella, no estaba despierta. Todavía estaba allí. Pero ya no estaban bailando.

Ella abrió más los ojos y lo vio claramente sosteniendo un pañuelo cerca de su nariz.

—Arghhhhh! —sacudió la cabeza de lado a lado para librarse del olor que invadía su nariz. Era horroroso. Y fuerte. Sintió el vómito en el estómago y gimió.

—No pasa nada, es cloroformo —dijo en voz baja. Sus palabras sonaban como susurros y ella pensó que estaba soñando de nuevo.

—Aléjalo de mí. Es horrible. —Surgió otra arcada y esta vez más fuerte.

Claire sintió que se le apretaba el estómago y el impulso de corresponderle se hizo más fuerte. No pudo controlarlo y tiró de sí misma desesperadamente tratando de mantenerse erguida y fue tan rápido que en un instante tuvo la cabeza agarrada por una mano que le sujetaba el pelo hacia atrás, mientras sacaba todo el alcohol de su interior en un cubo que estaba bien colocado frente a ella. Era como una taza de metal gigante.

Apenas podía respirar y pensaba que iba a morir. Estaba desesperada y no podía dejar de vomitar.

Una voz se repetía: —¡Cálmate, sweetheart! —Le decía algo en otro idioma. Estaba aturdida y no podía concentrarse bien en sus palabras.

—Te sentirás mejor. Saca toda esa mierda de tu sistema. ¡Lo estás haciendo muy bien, tómatelo con calma, sweetheart!

Sus palabras la reconfortaron, pero al mismo tiempo se sintió impotente y le dolió. Las lágrimas del esfuerzo que estaba realizando empezaron a brotar de sus ojos, mezcladas con un sentimiento de humillación y vergüenza. Daniel se quedó sosteniendo su vómito mientras ella escupía el veneno de su irresponsabilidad.

Llegó el momento en que no le quedaban fuerzas y ya no podía respirar. Echó la cabeza hacia atrás y un paño húmedo le limpió suavemente los labios. Cerró los ojos con todas sus fuerzas. Ella no quería mirarlo. Estaba cansada, su cuerpo no tenía vida propia y Daniel estaba allí ocupándose de todo. Las lágrimas rodaron por su rostro y comenzó a sollozar.

—¡Calma! Vas a estar bien. Estoy aquí. Voy a cuidar de ti, cariño. —Sus palabras, muy tranquilas y firmes, le trajeron recuerdos dolorosos que ella había intentado olvidar con todas sus fuerzas. Y los sollozos subieron a su garganta. Y lloró. Lloró mucho.

Daniel estaba desesperado. Había visto este tipo de condición humana muchas veces antes sin darse cuenta. Para él no era más que un procedimiento muy normal y poco serio. La ayudaba lo mejor que podía, dadas las circunstancias. Lo que no esperaba era que la chica inconsciente que había recogido del suelo de un club nocturno, completamente borracha, acabara en su sofá llorando a mares. Muchos pacientes se han sentido mal después de eliminar el exceso de alcohol de su organismo. Pero esta chica lloraba como si se hubiera sometido a algún tipo de tortura. O al menos sentía que se estaba torturando a sí misma.

Una combinación de sentimientos encontrados le hizo ir hacia ella y abrazarla. A pesar de su pútrido olor a tequilla mala, tenía la nariz cerca de su cuello y su olor corporal era muy dulce y cálido. Se sintió tranquilo. Claire temblaba por todos los poros de su cuerpo. Tenía la cara enterrada en el pecho y los brazos se le estaban quedando flácidos. Seguía llorando convulsivamente.

El nuevo doctor | ROMANCE HOT | TERMINADA Y COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora