Capítulo 17

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Una intensa luz invadió sus párpados. Claire se despertó, abriendo un ojo. La luz del sol que entraba por la ventana tocaba suavemente su cara, aportando un agradable calor. Poco a poco se fue dando cuenta de lo que había pasado aquella noche. Se sentó en la cama y miró hacia él. Pero la cama estaba vacía. Daniel no estaba allí. ¿Habrá sido un sueño? No, no era un sueño, porque si fuera un sueño, no estaría en su cama y no sentiría una leve molestia entre las piernas que no era tanto dolor, sino que bien más una sensación de hormigueo latente. Ella sabía de qué se trataba la situación. Ayer lo había dado todo a ese hombre.

Daniel entró en la habitación. Tenía un vaso en la mano con un líquido naranja. Llevaba un pantalón de chándal y se podía ver parte de su ropa interior en la parte superior. Tenía el tronco desnudo y el pelo mojado. Debe haber tomado una ducha. Claire pensó que le gustaría ducharse también. Se sintió un poco incómoda. De repente se dio cuenta de que estaba desnuda y agarró las sábanas blancas para cubrirse. Él se sentó en el borde de la cama junto a ella. Su rostro era perfecto y su sonrisa de dientes blancos estaba por todas partes. Se veía hermoso, como si fuera un modelo de perfume de revista.

—¿Por qué te tapas? Tienes un cuerpo muy bonito. —Le acarició el brazo con la mano libre. Claire sonrió—. Toma, te he traído un zumo de naranja. Te hará sentir mejor. —Y le tendió el vaso.

Claire lo cogió y se llevó el líquido a la boca. Fue agradable y dulce y la hizo sentir mejor. Esperó a que ella se lo bebiera todo, sin dejar de acariciar sus hombros, brazos y cuello. Le quitó el vaso cuando terminó y lo colocó en la mesita de noche junto a ella.

—Supongo que te gustaría tomar una ducha. Si quieres, te prepararé un baño para refrescarte un poco. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?

Claire se sintió un poco avergonzada por el comentario. Se refería a su estado físico actual después del interludio de anoche. Era un médico, pensó ella. Recibe ese tipo de historias todo el tiempo.

—Estoy bien. Un poco rara, pero bien —dijo, sin saber cómo explicárselo.

—Es normal. Venga, el baño te dejará como nueva. —Daniel retiró las sábanas para que pudiera salir.

La agarró por la cintura para que se moviera y se levantara de la cama, pero Claire tenía los ojos muy abiertos, mirando fijamente la cama. La expresión de su rostro era de terror. Daniel miró hacia los ojos de ella, todavía con las manos en la cintura, cuando se dio cuenta de lo que le causaba pánico. Una pequeña mancha de sangre destacaba en las francas sábanas blancas. Sonrió y la miró.

—Cariño, es normal. Que no cunda el pánico. —Ella lo miró con los ojos todavía confusos—. Las guardaré como recuerdo del día en que me sentí el hombre más feliz del mundo —dijo en tono de broma.

—Ni si te ocurra, ¡qué asco! —El pánico invadió su voz.

Daniel se inclinó y la besó profundamente.

—Eres muy dulce. No te preocupes, estaba de broma —dijo con seriedad, aun sonriendo, pero con calma—. Eso es sólo un recordatorio de que eres mía. Completamente mía. Y adoro que lo seas. —La besó aún más intensamente, pero con suavidad.

Claire no habló. Todavía estaba en estado de shock. Acababa de ver con sus propios ojos la realidad de lo ocurrido. ¿Y ahora? Se había entregado a ese hombre y eso era algo que nunca olvidaría, pasara lo que pasara.

Daniel la tomó en sus brazos de forma tan sorprendente que Claire jadeó.

—Al baño, señorita. —La llevó al dormitorio y la dejó en la pequeña alfombra blanca junto a la bañera. Abrió el grifo y tapó la salida de agua para que la bañera se llenara. Y mientras lo hacía, la estrechó entre sus brazos. Claire olió su pecho desnudo junto con el de ella, y olía de maravilla. Colonia fresca y dulce al mismo tiempo. Era un olor rico e hipnótico, y la relajaba.

El nuevo doctor | ROMANCE HOT | TERMINADA Y COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora