18. A nadie le importa lo que sientas.

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Los rayos de luz se colaban a través de las ventanas pero estos no llegaban a darme en el rostro.

Termino de hacer la cama y me dirijo hacia mi armario para buscar entre los ganchos de ropa algún conjunto que sea de mi agrado. Encuentro unos jeans y una blusa muy bonita y de entre los zapatos tomo unos de piso de color blanco y me cambio.

Una vez lista bajo a la primer planta y continúo mi camino hacia el comedor encontrándome en mi camino a Michael, entonces ambos nos detenemos.

— Hola.

— Hola.

El silencio reina entre nosotros por un momento y decido volver a romperlo.

— Michael, yo…

— Lo siento — dice el rubio antes que yo — el día que salimos con Aidan y creí que ibas a escapar, me asuste mucho y por ello actúe tan malo contigo, y porque estaba molesto también, creí que había quedado claro que sí te pasaba algo a ti sería como si me hubiese sucedido a mi y aún así creí que no te importaba si me pasaba algo.

— No, Michael — murmuro dando un paso en su dirección — jamás haría algo para dañarte a ti o a alguien más, es solo que… — me muerdo los labios sintiendo las terribles ganas de llorar y desvío la mirada del chico por unos segundos.— Siento que no puedo seguir aquí.

El rubio me sonríe con melancolía y cuando lo veo acercarse a mi no me lo pienso dos veces y me lanzó a sus brazos a lo que el chico me estrecha contra el con firmeza y calidez. Nos quedamos así por un rato hasta que finalmente soy yo quien me aparto del chico, haciendo que nuestras miradas se encuentren nuevamente.

— ¿Estamos bien entonces?
El rubio sonríe ante mi pregunta y asiente repetidas veces.

— Estamos bien.

Volvemos a sonreírnos y diciendo que nos veremos más tarde el chico sigue su camino en dirección contraria a lo que me quedo sobre mi lugar mirándolo durante unos segundos a lo que al dar media vuelta dispuesta a seguir con mi camino choco contra algo, o más bien alguien y dando unos pasos hacia atrás con torpeza a lo que al levantar la mirada me topo con la persona a la que menos deseaba ver esta mañana.

— Buenos días Jaeden.

El castaño me mira sin una pizca de empatía y al notar que no va a responder a mi saludo elijo por seguir mi camino a lo que al pasar por su lado me sujeta con firmeza de brazo deteniéndome.

— Que te quede claro que no debes hablar de nadie sobre la noche anterior.— demanda con voz amenazante y me permito dirigir mi mirada hacia él por unos segundos.

— Descuida, que estoy segura que a nadie le importa lo que sientas o no por mi.

Mis palabras cargadas de burla hacen molestar al chico y suelta con brusquedad mi brazo a lo que sigo mi camino lo más rápido que puedo. Porque incluso yo sabía que lo que le había dicho era una verdadera mentira, ya que durante la noche el pensar que pasaría si se supiera que Jaeden sentía lo mismo que Noah por mi traería problemas en los cuales solo una persona terminaría mal. Y sabía que en lo que fuera, solo yo terminaría mal.

Al llegar al comedor me encuentro únicamente con Noah y Finn los cuales sonríen amables al verme entrar.

— Buenos días linda.— saluda Finn mientras coloca su teléfono aun lado suyo sobre la mesa.

— ¿Dormiste bien? — pregunta Noah mientras se pone en pie y me ayuda a tomar asiento en una silla junto a él.

Antes de que pueda responder a su pregunta escuchamos las puertas abrirse nuevamente dejando ver a Jaeden el cual continúa con su cara de pocos amigos y va a sentarse directo frente a mí, al otro lado de la mesa.

— He dormido bien, gracias por preguntar Noah.— el chico me sonríe con emoción y le devuelvo el gesto sintiendo la mirada de Jaeden puesta sobre mi.

De vez en cuanto comparto palabras con el chico sentado a mi lado mientras nos traen el desayuno y después comenzamos a comer. Al ser la primera en terminar elijo quedarme aún sentada y esperar a que el resto de los chicos termine.

Por instinto llevo mi mirada hacia el frente y mis ojos se topan con aquella mirada atemorizante de Jaeden, y si es que quiere jugar a intimidarme le haré saber que no se lo permitiré a lo que le devuelvo la mirada y por un escasos segundo levanto una comisura de mis labios haciendo que el chico frunza ligeramente el ceño.

— __________

La voz de Noah me hace reaccionar y al dirigir la mirada hacia él lo veo ya de pie.

— ¿Te gustaría salir un rato a caminar?

— Por supuesto.— el chico me sonríe y al dirigir mi mirada hacia Finn esté también me sonríe como si estuviera de acuerdo.

Noah y yo salimos de la habitación para adentrarnos hacia el ancho pasillo y llegar al centro de la casa. Caminamos hacia la gran puerta corrediza de cristal y salimos hacia el espacioso jardín al que me llevaron por primera vez Maddy y Michael. Noah se acerca a mí para entrelazar nuestras manos y continuamos caminando hacia por el campo sintiendo el sol dar sobre mi rostro enviando una sensación de calidez a mi cuerpo.

Llegamos hasta aquella pequeña casa de la piscina y nos sentamos en el borde de esta permitiendo que nuestros pies se mojen.

— He notado que en la tableta has descargado libros electrónicos.— corto con el silencio a lo que el chico dirige su mirada hacia mi.

— Así es, todos y cada uno de los libros que he leído y alguno que se han puesto de moda y tienen adaptaciones de películas o series.

Sonrío ligeramente y al escuchar al chico hablar con rapidez y nerviosismo, lo que lo delata cuando está bastante nervioso. Recordándome parte de la niñez que vivimos juntos y en los momentos en los que realmente fui feliz.

Noah y yo nos conocimos a los 7 años, mi madre se había casado un año atrás con el hombre que se convertiría en mi padrastro y nos habíamos mudado de la cuidad dónde había crecido y se encontraba toda nuestra familia. Aunque mi madre me enseñó a ver ese cambio como algo bueno yo seguía extrañando mi vida pasada, a mis abuelos y a mi padre.

Entonces lo conocí a él en la escuela, y trajo a mi vida aquella alegría que me habían quitado y sentía que ya nada podía salirme mal, hasta que solo un par de años más tarde también se iría él haciendo que de nuevo cayera en la realidad que estaba viviendo, se fue en el peor momento de mi vida el cual fue perder a la única persona que amaba en toda mi vida que era mi madre. Dejándome sola y con dos completos extraños que se suponía se habían convertido en mi familia pero ellos no lo vieron así cuando mamá murió y se llevó con ella todo el dinero que en ese momento necesitaríamos.

— ¿Recuerdas cuando hicimos la promesa de estar juntos para siempre? — la cálida voz de Noah me hace dirigir la mirada de la piscina hacia él — Prometimos hacer todo juntos y estar el uno para él otro.

— Si, lo recuerdo.— murmuro sintiendo un nudo formarse en mi garganta — Y entonces te fuiste y me dejaste sola, — agrego casi unos segundos después con la voz entrecortada a lo que el chico me mira con tristeza — y después tuve que enterrar a mi madre y vivir sola rodeada de miedo constante y sin ti conmigo.

En este punto ambos nos encontrábamos derramando lágrimas a lo que Noah se seca las suyas con torpeza y posa sus manos sobre mis mejillas haciendo que lo vea a los ojos.

— Lo sé, lo sé, y no sabes cuánto tiempo tuve que aguardar y esperar para poder sacarte de aquel infierno. Pero ahora estoy aquí, amor, y no pienso volver a dejarte ir.

Sus palabras llenas de sinceridad son como agujas enterrándose en mi pecho y el chico parece notarlo ya que enseguida me acerca a él en un fuerte y cálido abrazo el cual correspondo.

— Y ya ni siquiera te conozco Noah, no sé quiénes son las personas que están contigo y tengo miedo.— admito entre lagrimas mientras siento al chico pegarme más a él.

— Te prometo que soy el mismo niño de 7 años que conociste en aquella escuela solo en el receso. Y también prometo que en su momento te voy a contar todo lo que tienes que saber. Y quiero que sepas que aquí estarás a salvó siempre.

Después de aquello el chico y yo nos separamos finalmente y una vez que nuestras miradas conectan el chico une sus labios con los míos en un apasionado beso a lo que yo me aferro a su cuello mientras el posa sus manos sobre mis mejillas para profundizar el beso.

Y aunque nunca pude decírselo y aún no sabía si debía hacerlo, había llegado a amar a Noah aún siendo solo unos niños. Y sentía que aquel sentimiento estaba volviendo a hacerse presente.






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Hola hola linduras!!

Me da mucho gusto volverlas a saludar después de ya un rato de haberme desaparecido.

Cuando entre a publicar el capítulo pufe notar que llegamos a las 900 y pico de leídas, que emoción!!! Muchísimas gracias por todo el apoyo, tanto leyendo como votando no saben cuanto se los agradezco.

Me despido esperando volver pronto con una actualización y solo puedo decirles que se preparen, que secretos y lados oscuros se aproximan.

Las tqm ❤️

Desconocidos [FANFICTION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora