12. Pensamientos.

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El día había transcurrido tranquilamente.

Madison me había animado a dejar de encerrarme en mi habitación y volvimos a dirigirnos a aquella área verde en la que se encontraba la piscina. En esta ocasión llevamos trajes de baño, supuestamente para enseñarme a saber que hacer si volvía a caerme al agua.

— ¡Vamos! — nos grita la chica de cabellera rubia mientras da pequeños saltitos y trota hasta llegar al área de la piscina.

Dirijo mi mirada hacia Michael junto a mí y este me mira igual y me da una ladina sonrisa. Ambos habíamos decidido bajar nuestros muros y tratar de ayudarnos, o ayudarme, en caso de que mi petición fuera rechazada, lo cual, no dudaba mucho de que así sería.

Una vez que llegamos hasta la oficina vemos a Madison ya lista para meterse al agua y así lo hace con un delicado clavado. Llego hasta las sillas de sol donde dejo las bolsas con ropa seca y la toalla que llevo en mi mano.

— ¡Anda ________! ¡El agua está deliciosa!

Aunque Maddy no lo notaba, yo estaba demasiado nerviosa como para quitarme el vestido que llevaba encima del traje de baño.

— Si te sirve de algo, aquí estamos Madison y yo para ayudarte.

La voz del rubio me hace girar el rostro hacia él y puedo ver qué su mirada está centrada en el frente, mirando a su hermana jugar en el agua cual niña pequeña.

— O es que te incomoda algo más.

Me sorprendió cuando lo escucho agregar aquello, ese era otro lado de Michael que no conocía pero que no me sorprendía del todo ver. Finalmente su mirada viajo de su hermana a mí y esos bellos ojos azules me examinaron el rostro.

— Jamás había hecho esto antes. Se que puede sonar muy tonto, pero así es.

— Tranquila, que estoy seguro de que lo disfrutarás — el chico sonríe ampliamente y me muerdo los labios en un gesto nervioso.

Le sonrío ligeramente para después encaminarme de regreso hacia las sillas mientras comienzo a desabotonarme el vestido, mientras estoy de espaldas puedo escuchar un sonido inundando el silencio del lugar seguido me volteo para mirar a Michael caminar de espaldas a nosotras en dirección contraria. Dirijo mi mirada hacía Madison y está me susurra un está bien, que logra hacer que detenga cualquier acto que estaba realizando.

Con el vestido ya abierto y con mis manos cruzándolo para no mostrar nada vemos al rubio volver en nuestra dirección con una expresión algo relajada. Se detiene hasta llegar cerca de nosotras y decir:

— Los señores han salido por asuntos de trabajo, más tarde en la noche nos llamarán para saber si todo está bien.

— ¿Y a donde fueron? — cuestiona Madison mientras se aferra a un costado de la piscina — ¡Jack no ha sido bueno para decirme que saldría!

— Tal vez lo haría si dejaras de meterte tanto en sus asuntos y fastidiarlo.— le responde con seriedad su hermano a lo que la chica toda los ojos — no me ha dicho a donde iban, solo que los veremos hasta mañana en la noche.

Dirijo la mirada de Madison a Michael y sonrío un poco aliviada cuando le veo volver su rostro hacia mi.

— ¡Anda Michael! ¡Celebremos que esos idiotas nos han dejado dos días de libertad! ¡Métete al alguna!

Grita Madison sin ocultar la felicidad que la envuelve enseguida la veo salir del agua par correr hacia el pequeño mini bar que se encuentra en el lugar y encender un aparato de sonido por el cual comienza a reproducirse una rítmica canción la cual comienza a bailar la rubia mientras vuelve a la piscina ahora dejándose caer sin importarle salpicarnos.

Cuando dirijo mi mirada hacia Michael este ya se encuentra quitándose la camisa en la vual bajo esta lleva un chaleco antibalas blanco, también se lo quita y pasa a arrojarlo junto a su chaqueta y zapatos. Únicamente quedando en sus pantalones comienza a caminar cuidadosamente hasta la piscina y antes de lanzarse vuelve a mirarme y extiende su mano en mi dirección.

Trato de seguir aferrándome al agarre de mis manos, pero entonces miro los ojos del chico tratando de darme valor. Y al parecer lo consigo, ya que al liberar mis manos del agarre el vestido se desvanece por todo mi cuerpo hasta caer al suelo, doy un par de pasos por mi cuenta y cuando sujeto la mano del chico lo pillo mirándome de arriba hacia abajo cautelosamente.

— No tengo el cuerpo de una modelo, pero…

— Aun así sigo pensando que eres hermosa.

Las palabras que salen de la boca de Michael en un susurro me toman por sorpresa y antes de que pueda procesarlas siento como el chico me encamina hasta la esquina de la piscina y nos detenemos en el borde.

— A la cuenta de tres, saltamos.

— No, Michael espera.

— ¡Tres!

Rápidamente siento como el rubio tira de mí empujándome con dirección al agua, me aferro más a mí agarre con él cuando nos sumergirmos y volvemos a subir. Nos soltamos las manos para apartar las gotas de agua que caen sobre mi rostro y peinar mi cabello hacia atrás. En un gesto divertido el rubio sacude su cabeza empapándome nuevamente y haciéndome reír.

Pronto Madison se une a nosotros mientras canta a todo pulmón la canción que resuena por todo el lugar, se acerca a mí para tomarme de las manos y hacerme moverme a lo que continúo riendo y tratando de seguirle el ritmo, nos paseamos por la piscina mientras escuchó a la rubia cantar y cantar la canción.

Y solo por ese momento la curiosidad de como estos dos hermanos terminaron aquí viene a mi mente. Si bien, ya tengo entendido de que Madison ama lo suficiente a Jack como para dejarlo, y aunque jamás he experimentado lo que es estar enamorado de alguien, trato de comprenderla. Pero a Michael, aún no termino de entender que es lo que lo ata a estar aquí además de su hermana, si bien, el pudo haberse ido y seguir con su vida, tener su propia pareja y mantenerse bien lejos de estos tipos.

Pero no lo hizo.

Con la canción resonando por la habitación y la voz de Madison junto a ella, siguiendo la letra y fingiendo sostener un micrófono invisible. Paseo mi mirada de la chica hacia todo el lugar y finalmente mis ojos dan con una mirada azulada que estaba puesta sobre mi aparentemente mientras yo me perdía en mis pensamientos.

Desconocidos [FANFICTION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora