13. El mejor día de tu vida.

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Salgo del baño con una toalla envolviéndome el cabello y me sobresalto al percatarme de que hay alguien en la habitación.

— Buenos días __________.

— Buenos días señor Gallagher.

— Aidan, por favor linda, solo Aidan.

Me limito a asentir y el chico de traje y mirada verdosa da unos cuantos pasos acercándose a mí quedando a una distancia prudente. Agradecía el haberme cambiado en el baño, hubiera sido una escena súper incómoda el que hubiera llevado solo una toalla envolviéndome.

— He venido a visitar a los señores de la casa y me encuentro con la sorpresa de que han salido de la ciudad.

Abro ligeramente los ojos mientras me quedo en silencio para dejar que continúe hablando. Su presencia, a pesar de ser igual a la denunciante extraño ni me hace sentir atemorizada a diferencia de los otros chicos, parece ser una persona pasiva y que busca socializar.

— ¿Eres amigo de ellos?

La alegre actitud del chico se mantiene ante mi pregunta y antes de que pueda responder o ignorar aquella pregunta la puerta de mi habitación se abre por completo dejando ver a una Madison muy alegre y detrás de ella a su hermano, quién al verme sonríe ampliamente y no puedo evitar devolverle el gesto.

— ¡Eiden!

La rubia corre a abrazar amistosamente al chico pelinegro quién la recibe gustoso.

— Hola Mad's, ¿Cómo estas?

Ambos chicos comienzan una conversación entre ellos mientras veo al chico de mirada azulada dirigirse en mi dirección a lo que yo me dirijo hacia mi tocador para tomar un cepillo y comenzar a desenredar mi cabello. Comienzo cepillado el cabello en ambos lados de mí rostro y a través del espejo puedo ver a Michael acercarse a mi hasta quedar unos pasos detrás.

— Ya estás seco.

— Tú también.

Vuelvo a sonreírle al rubio a lo cual él hace lo mismo y cuando estoy por cepillar la parte trasera de mi cabello él me quita con cuidado el cepillo y comienza a deslizar entre mis cabellos el objeto desenredando con cuidado.

— Tienes el cabello muy largo.

Escuchó murmurar al chico mientras se centra en cepillar y pasar su mano con suma delicadeza, en apenas un roce, por mí nuca.

— Siempre me gustó llevarlo corto, había ocasiones en las que no permitía que me rebasara el hombro cuando volvía a cortarmelo.— el recuerdo de aquello me hace sonreír inconscientemente y llevar mis manos a mi pecho donde las acuno.

— ¿Y que pasó después? — cuestiona el chico apartando sus manos de mi cabellera para inclinarse un poco hacia un lado y depositar sobre el tocador el cepillo, con sus ojos sin abandonarme a través del espejo en ningún momento.

Trato de convertir mi sonrisa a una más pequeña y dejó caer mis manos a mis costados.

— Muchas cosas cambiaron después, Michael.

Puedo sentir mi expresión convertirse a una de melancolía y tristeza a lo que el chico lleva una de sus manos a mí brazo donde me da un ligero apretón a modo de consuelo. Ya incorporado, su mirada pasa a mirarnos a ambos a través del espejo y con una pequeña sonrisa en sus labios murmura:

— Ya estás lista.

— ¿Lista? ¿Para qué?

La confusión no se hace ocultar en mi voz y es Aidan quién responde mi pregunta:

— Vamos a salir, querida.

— ¿Qué? — vuelvo a cuestionar desconcertada y con una sensación de temor comenzado a invadirme.

— Tranquila _______, que vas a divertirte — murmura Maddie con entusiasmo — iré por mi bolso — con esas palabras la chica sale sin más de la habitación, dejándome solo con ambos chicos.

— Esta bien, los señores de la casa no saben que saldremos pero solo iremos al pueblo cercano a nosotros, no tienen porque enterarse.

Las palabras de Aidan no logran tranquilizarme ni un poco pero termino aceptando cuando agrega que el se hará responsable si sucede lo contrario y ahogara por mí. Sé que estoy cometiendo un error, pero la curiosidad de saber dónde me encuentro, y conocer que hay más allá de esta enorme y en otra situación, hermosa casa con temática de época victoriana.

Me coloco el abrigo mientras me dirijo hacia la entrada principal donde encuentro a todos ya listos, en mi espera. No puedo evitar aquella sensación que me advierte de que estoy por cometer un error al que tendré que atenerme de sus consecuencias, mientras que, otra parte de mi, me dice que no me detenga, que siga adelante con aquello que tal vez me ayudaría a conocer un poco más el tipo de área que me encontraba, si había un lugar, casa o sitio cercano que me pudiera servir como ayuda por si volvía a intentar obtener mi libertad.

— ¿Lista para el mejor día de tu vida?

Maddie corre hacia mí para tomarme de las manos y dar pequeños brincos.

— O posiblemente el peor. Pero al menos estarás tú conmigo.

La rubia sonríe ampliamente y me jala hacia la puerta principal donde me detengo, los chicos se ponen a nuestro lado. Siento una mano posarse sobre mi hombro y al girar el rostro me encuentro con la mirada de Aidan mirándome.

— Todo va a estar bien.

Da un ligero apretón en su agarre y me limito a asentir a lo que él sonríe.

Salimos de la casa u enseguida siento los cálidos rayos de sol dar sobre mi pálida piel, color que ha tomado luego de pasar días de hambre, noches sin dormir bien, y más cosas. Me permito mirar hacia el cielo y deslumbrarme con el hermoso día, una mano sobre mi espalda me hace sobresaltarme y veo a Michael a mi lado.

— Es un lindo día, ¿No crees?

Me muerdo los labios reprimiendo una sonrisa y el chico levanta un poco la barbilla para llevar sus ojos azules con dirección al cielo. Sus ojos eran del color exacto del cielo, un azul suave, que solo conseguías en un día cálido de verano. Nuevo la cabeza para salir de mi trance y enseguida llega Aidan con su bello auto de un azul marino.

— ¡Vamos a divertirnos!

Exclama mientras nos invita a subir al auto y es Madison la primera en subirse. Antes de siquiera pensarlo Michael me abre la puerta trasera del auto para que suba y dándole una pequeña sonrisa lo hago y seguido el sube a sentándose a mí lado en la parte trasera.

Ya Madison y Aidan han puesto música y se han puesto a cantar.

Ya no iba a pensar en Finn, o Jack, ni en nadie. Esta oportunidad sería la única que tendría para salir de esta casa y la iba a aprovechar al máximo.

Desconocidos [FANFICTION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora