Capítulo 5

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-Kurama...-

En un movimiento rápido y preciso la anbu quedó detrás del chico, amenazando con un kunai en su cuello. Su reaparición fue tan instantánea que el pelinegro no fue capaz de percibirle, por lo que no tuvo oportunidad de activar su sharingan a tiempo.

-¿Cómo conoces ese nombre?- dijo amenazante y dudosa ya que no era capaz de comprender como sabía el nombre del kyubi que habitaba en ella.

-Entonces se trataba de ti...- dijo aun más sorprendido que aquello que parecía una locura fuera una realidad. -¿Porqué desapareciste todos estos años?-

-¡¿De que rayos hablas?!- la chica presionó con mayor fuerza el kunai pero sin realizar un corte en aquella piel pálida. -¡¿Cómo sabes del bijū?!- dijo con mayor rudeza, ella era experta en combate y aunque el pelinegro lo intentara no podría liberarse sin salir herido.

-Ni siquiera se que es eso- contestó molesto al darse cuenta que la chica en verdad estaba desquiciada.

Una risa invadía el interior de la chica, pero no era ella quien se divertía con la situación.

《¡Esto no es gracioso!》gritaba para sus adentros intentando controlar la escandalosa risa de aquel ser, pero solo parecía ignorarle.

Definitivamente lo es para mi》 le dijo burlón.

《Sabes el riesgo que implica que descubran que te he liberado》

No debes preocuparte por él, ya que no sabe de mi》 le dijo con gran seriedad, tranquilizando finalmente a la chica. 《El idiota Uchiha se está refiriendo a ti con ese nombre

¡Eso no tiene sentido!》

Confía en mi... Porque yo si lo recuerdo...》

La chica tenía ligeras lágrimas que brotaban de sus ojos, algo le lastimaba pero no sabía que era, su mente estaba en blanco. Al intentar recordar aquello que decía Kurama solo la hería, una herida tan profunda que ni su habilidad de regeneración podría curar.

-¿Estás bien?- preguntó el chico que aún estaba bajo su agarre. Era evidente que había notado lo afectada que estaba la pelirroja.

Esta al reaccionar le empujó bruscamente.

-Si como sea- dijo intentando huir del chico, ya que tratar de recordar su pasado le estaba afectando, tenía que tranquilizarse para comprender la situación.

-Espera- le detuvo jalándole el brazo. -Debo reconocer que si te convertiste en una gran ninja- nunca espero escuchar un cumplido por parte del ojinegro.

La chica estaba sonrojada intensamente, que agradecía portar aquella máscara de zorro, sinceramente no podía aceptar haber tenido aquella reacción por aquel chico que tanto le molestaba.

-Gracias...- contestó apenas, para darle la espalda e irse antes de que el chico la siguiera de nuevo.

Mientras aquel pelinegro solo podía pensar en el día que se vieron por última vez, como su sonrisa se iluminó con el brillo de aquellos ojos azules. Nunca pensó que pasarían años para verla de nuevo y aunque fue inesperado no podía evitar sentir cierta emoción al reencontrarse con aquella chica.

Naruko estaba intentando enfocarse, quizás molestar a Sasuke no había sido su plan más brillante. Pensó que tratar de humillar e intimidar a su rival sería una manera divertida de desastresarse, sin embargo, no pensó que la situación se complicaría de esa forma.

Gaaruko: Siempre estuvimos destinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora