Capítulo 26

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Los días en la torre habían pasado, y ese día sería el último de la segunda prueba, por lo que pronto recibirían indicaciones de lo que seguiría en la evaluación de los exámenes Chūnin.

Naruko había ignorado la presencia de Sasuke por completo, sus habilidades ninjas le ayudaban a completar su cometido. Y se sentía feliz de compartir su tiempo con el pelirrojo, había conocido más de él y su vida en Suna, de sus hermanos, de su terrible padre, lo sucedido con su tío y como perdió a su madre.

Realmente le sorprendía cómo podía tener esa confianza para abrirse de esa manera.

La ojiazul se había limitado a contar cosas banales de su vida, su comida favorita, cómo era su departamento, sus misiones con el equipo 7. Lo más profundo que contó fue sus experiencias de odio en la aldea por el desprecio al ser considerada un monstruo y sus diferencias con sus compañeros.

De alguna forma la sinceridad del chico le hacía sentir culpable de ella ocultarle la realidad de su vida. Había omitido los cinco años que había entrenado con los Lady Tsunade y Jiraya. No le había revelado su oficio como parte de las fuerzas especiales anbu, y por supuesto su verdadero género seguía siendo un secreto, esto último era más consecuencia de sus inseguridades, ya que temía que el chico perdiera su interés si el tenía otras preferencias, y aunque había querido preguntarle al respecto siempre le avergonzaba sacar el tema.

La torre ya tenía más candidatos que habían completado la segunda prueba por lo que ambos evitaban las áreas comunes, debido a las miradas de asco que ambos recibían, incluso insultos por otros ninjas que les rechazaban al monstrarse cercanos como pareja. Naruko se limitaba a ignorarlos aunque sus palabras llegaban a herirle, podía estar acostumbrada a que le dijeran monstruo pero se culpaba que Gaara tuviera que vivir el rechazo por su culpa.

A diferencia de ella el pelirrojo no tomaba tan tranquilo la situación, el estaba dispuesto a aniquilar a cualquiera que se atreviera a ofenderlo y especialmente a la persona más importante en su vida. Por lo que en múltiples ocasiones Naruko tuvo que intervenir para evitar que terminara en tragedia, porque el chico no jugaba, el estaba dispuesto a matar.

En consecuencia, ambos decidieron que sería más sencillo si se la pasaban encerrados en su cuarto, así tendrían mayor privacidad, cosa que echaba a volar la imaginación de Temari.

Ambos se encontraban sentados mientras se abrazaban. El chico contemplaba con ternura a la rubia, admirandole y siendo feliz de tenerla en sus brazos.  Naruko se sonrojaba al sentir la manera en que le miraba y pensaba en lo feliz que era con el pelirrojo.  Ella también lo contemplaba, y sin pensarlo mucho le beso dejándose llevar por la comodidad de la cercanía, el chico la envolvió más en sus brazos, acercándose más e incrementando la intensidad del beso. Sus corazones latian furiosamente, mientras sus labios disfrutaban la dulce caricia de su contacto, pero que desafortunadamente tuvo que cesar por la falta de aire.

-Simplemente es increíble- dijo extasiada la rubia para besar su mejilla.

-Lo sé, también me encantan tus besos- la chica se sonrojó pero inmediatamente negó con la cabeza.

-No sólo eso, yo me refería que es increíble pensar en cómo mi vida cambio gracias a ti- expresó con una sonrisa de enamorada.

-No creo que sea para tanto- intentó desmeritarse.

-Gaara me haces tan feliz- dijo sujetando suavemente su rostro y mirarlo con detenimiento con sus ojos color cielo. -Y honestamente nunca había sabido lo que es el amor, hasta que apareciste en mi vida. Siempre pensé que nadie podría querer a un monstruo como yo, incluso me había resignado a qué seguiría en soledad por siempre- el pelirrojo sujetó su mano suavemente mostrándole su apoyo- Además me parecía imposible creer que algún chico se fijaría en mi, la sociedad es prejuiciosa, e incluso ahora que estamos juntos no es bien visto... Me hace cuestionarme si sería más fácil si fuera mujer... -la chica estaba tentada a revelarle su secreto -Pero... ¿Aún te gustaría?-

Gaara le miro divertido, y eso preocupo a la rubia no era capaz de descifrar el significado de esa reacción.

-Naruto no...- pero su conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta.

-Gaara, no quería interrumpir pero tenemos que irnos, están por anunciar la siguiente prueba- dijo Temari desde el otro lado de la puerta. -Así que pónganse su ropa y vamos al último piso-

-¿Ropa?- ambos chicos se miraron confundidos sin entender a qué se refería.

-¡Temari! ¡No sigas con tus ideas Yaoi!- gritó su hermano.

-Pero si es obvio que si están en privacidad van a aprovechar el momento- dijo emocionada.

-Por favor, ya cállate, antes de que te quieras poner más explícita-

Mientras los hermanos discutían ambos gēnins salieron de la habitación con un gran sonrojó por lo dicho por la mayor.

-Me voy adelantando para buscar q mi equipo- dijo evitando la mirada, para salir corriendo avergonzada.

-Me vengaré por esto Temari- dijo frío el chico.

-Yo quien ha sido la que más te ha apoyado.... Me duele hermanito- dijo en broma fingiendo falsa tristeza.

El chico le miraba de mala manera, pero la rubia no se intimidaba, ya que era un hecho que su hermano había cambiado en este viaje.

-Eres tan tierno cuando te enojas- decía y le abrazó. Kankuro tragó en seco al ver cómo su hermana mayor se atrevía a tanto.

-Temari basta- susurró Gaara, pero su voz ya no sonaba siniestra, simplemente se notaba avergonzado.

Kankuro se aclaró la garganta. -Hay que apresurarnos o podrían descalificarnos-

Cuando llegaron al lugar indicado había más candidatos de los que esperaban. Eso irritó al chico, ya que de cierta manera implicaba que tendrían que seguir teniendo molestas pruebas para seguirlos descartando.

Busco a Naruto con la mirada, y al verla charlando con otros chicos le causó gran molestia. Era celoso y posesivo... Pero acaso ¿podían culparlo? Nunca había tenido algo o alguien importante en su vida que quisiera proteger a toda costa. Además era inseguro, sentía que Naruto era un sol brillante y que el viviendo en la oscuridad no merecía su luz.

Pero su mente dejo de divagar cuando anunciaron que pronto iniciarían los combates preliminares y debían desplazarse a la arena de combate.

De cierta manera, estaba ansioso, pensaba que si perdía intencionalmente podría no llegar a las finales y sabotear el plan del Kazekage... Pero honestamente nadie creería que un ninja tan virtuoso como él podría perder contra patéticos Shinobis como los candidatos del examen... Honestamente solo Naruto podría ser un digno rival, y no quería pelear con su "novio".

La cara de Gaara mostraba dicha consternación, era sutil pero no pasó desapercibida por la rubia, que se acercó a él.

-No te preocupes, lo harás muy bien ¡Dattebayō!- dijo sin saber realmente las preocupaciones del chico y besó su mejilla para irse de regreso con su equipo.

El Hokāge presenció la escena y miro con seriedad a la rubia, la cuál se desentendió del anciano y solo mostró una sonrisa retadora sabiendo que pronto la citaría en su oficina.

Gaaruko: Siempre estuvimos destinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora