Capítulo 20

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POV Gaara

Mi instinto no se equivocó cuando me hizo sentir aquella desesperación por encontrar a Naruto... sentía que las cosas no estaban bien. Y no podía estar tranquilo hasta que estuviera seguro que él estaba bien.

Confiaba en sus habilidades, no era un shinobi cualquiera, pero no podía alejar ese pensamiento que algo estaba mal.

Sin importarme las quejas de Kankuro, me adentré en las profundidades del bosque para encontrarle. Mis hermanos me siguieron aún molestos por mi terquedad.

No tenía pistas ni indicios de donde podría estar, solo una corazonada. Seguía avanzando para intentar encontrarlo, hasta que escuché el estruendo de una gran destrucción. Mi corazón se aceleró en la desesperación, y cambié mi rumbo en dirección de lo que sonaba como una intensa pelea.

-Gaara no creo que sea buena idea- mi hermano intentaba persuadirme, pero me sorprendía su atrevimiento de llevarme la contraria al no darse cuenta que no me importaba su opinión. Lo miré de mala manera y pude ver como se intimidó, siguiéndome sin decir más.

Pasaron algunos minutos, nos habíamos topado con otros shinobis en el camino, pero los evitaba, ya que esas basuras no me harían perder el tiempo.

Una risa psicópata comenzaba a retumbar en el bosque, entre más nos acercábamos se podía sentir más intensa. No negaré que era perturbante, pero no me asustaba a diferencia de mis hermanos.

Cuando lo vi, mi sangre hirvió de furia, ver a Naruto tan herido y sometido por aquel infeliz... Debía hacerlo pagar...

-¿Sabes podría asesinarte en este instante?- decía aquel extraño shinobi, mientras tenía atrapado como serpiente a Naruto, incluso se atrevía a intentar amenazarle con su espada, con la que realizó un corte en su mejilla. -Pero sería un desperdicio, con este maravilloso cuerpo-

No podía tolerarlo, tenía que hacerlo pagar porque ¡¿Cómo se atrevía a si quiera a respirar el mismo aire que él?! ¡Mucho menos podía tocarlo!

Creo que nunca había sentido una furia de esta magnitud, no podía concentrarme para controlar mi chakra. Mi arena era un caos, eso asustaba más a mis hermanos, nunca me habían visto perder el control de esta manera.

-Y para que veas mis buenas intenciones te daré un regalo- parecía que le haría daño, que sin pensarlo más hice un jutsu. Afortunadamente ya estaba en el rango de alcance para aniquilarlo.

-Ataúd de arena- sin embargo, no era mi mejor plan, no podía asesinarlo sin lastimar a Naruto, ese maldito estaba afianzado a su cuerpo.

Mi arena no lo cubrió en su totalidad, pero al menos su boca se llenó de arena evitando que lo mordiera.

-Aléjate de él- amenacé, no se que expresión estaría haciendo pero mis hermanos temían de mi más de lo normal.

Estaba intentando sofocarlo con la arena, su respiración debía ser difícil debido a mi jutsu. Pero aquel shinobi reveló ser un clon de barro, eso liberó a Naruto del agarre, el cuál seguía inconsciente y se hubiera caído desde una gran altura si mi arena no hubiera intervenido.

Mi arena me entregó al rubio y le hice una seña a Temari para que le protegiera, mientras ajustaba cuentas con ese ninja.

-No me interesa pelear contigo, ya que considero a Suna mi aliado- dijo desde una rama alta.

-A mi no me importan tus estupideces políticas, te aniquilaré- mi arena se agitaba furiosamente listo para asesinarle.

Pero logró bloquearse con un jutsu Fūton.

Gaaruko: Siempre estuvimos destinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora