Capítulo 31

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-Si fueras hombre, eso no te hubiera pasado- decía Shikamaru mientras la miraba seriamente, y ella intentaba ocultar su pánico.

-No se de que me estás hablando Dattebayō- intentaba disimular.

-Por favor Naruto, nunca me has engañado, desde la academia notaba ciertos comportamientos extraños, especialmente en el baño, que evadías a todos, tenía mis sospechas pero cuando fuiste creciendo tu apariencia y tus rasgos lo confirmaron- le miraba fijamente haciendo que la chica finalmente se rindiera -Supongo que tienes tus razones, y no pretendo preguntar. Pero si quiero que sepas que puedes confiar en mí, aunque sea un fastidio, no quiero que sigas creyendo que estás sola- le tocó el hombro y se dirigió a uno de los cubículos del baño.

-Shika...- susurró aun intentando asimilarlo. Se apresuró a recoger sus cosas para evitar toparse con el Nara nuevamente ya que aún se sentía avergonzada.

Salió del baño toda agobiada, y la pelirrosa la detuvo.

-¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? Estás muy pálida- decía Sakura preocupada.

La chica solo negó con la cabeza, y se quedaron en silencio por unos segundos, que sintieron eternos por la angustia que parecía sentir la rubia.
-Shikamaru lo sabe- finalmente confesó.

-¿Porque se lo dijiste?-

-Aparentemente ya lo sabía- decía frustrada cubriendo su rostro avergonzada.

-Ya Naru, no te agobies por eso, mejor vamos a ver los combates-

Al llegar de regreso a la sala de combates, Hinata se encontraba muy  herida, pero se negaba a perder contra el otro Hyūga.

El corazón de la pelimorada latía con dificultad después del daño atestado por su primo, la chica escupía sangre por las heridas internas.

-¿Eso es todo? ¡¿Ese es todo el poder de la rama principal?!- decía furioso el ojiperla

-Maldición- susurró la rubia al comprender el ataque emitido por el Hyūga.

Hinata intentó defenderse pero el chico contraatacó con mayor eficacia revelando las marcas y cicatrices efectuadas durante la pelea.

-Tu todo este tiempo...-

-Así es, yo he podido ver tus puntos de Chakra todo este tiempo- dijo con cinismo y proceder a tirarla con rudeza. -Estoy fuera de tu capacidad y eso no cambiará, eso es lo que separa a la élite de los fracasados.- la pelimorada tenía la respiración dolorosa. -Esta es tu última oportunidad, date por vencida -

-Yo jamás retrocederé a mi palabra, porque es mi camino ninja- dijo segura de si misma, aún intentando disimular el dolor mientras su mirada se mantenía fija a la rubia.

-Sus golpes han detenido por completo su flujo de chakra- expreso preocupada la rubia. -Ese chico fue hábil, porque no solo se ha limitado a eso, sino que también se encargó de dañar sus órganos internos- dijo al ver cómo la chica seguía escupiendo sangre.

-¿No crees que la diferencia de fuerza es algo injusta?- dijo Sakura preocupada. -Él es mucho más fuerte-

-Hinata también es hábil- le contestó para después gritar -¡No te rindas Hinata! ¡Tu puedes!- gritó la rubia, intentando motivar a la pelimorada. Pese a la desventaja, ella quería creer que aún tenía oportunidad.

Las palabras de la rubia la motivaron, y aún en su debilidad comenzó a contraatacar. Hinata hacia uso de su kekkei genkai para poder hacer frente a su primo, y evitar su puño suave.

Pero pese a su motivación, no fue suficiente, ya que un golpe concentrando chakra bastó para que la chica se desplomara por las heridas internas.

-No lo entendiste ¿Verdad, Hinata?- tus golpes fueron inofensivos desde el principio.- el castaño la miró con severidad. -Estas acabada- dijo con desprecio mientras ella yacía en el suelo derrotada.

Gaaruko: Siempre estuvimos destinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora