Par de Ases /Sirius Black/

Sábado, 27 de Noviembre de 1976

Ya está por anochecer, es viernes y como he terminado con mis deberes, estoy en la sala común de Gryffindor, jugando a las cartas con Peter mientras veo a Sirius y James partirse la cabeza con una tarea que no han entregado, y partirse la cabeza, no me refiero que no puedan con ella, me refiero a que esa tarea la tienen que entregar el lunes pero la han dejado hasta el último.

Peter es buenísimo en este juego que no logro entender.

—No, no, no Cas solo tienes que juntar varias de la misma figura, si te pasas no cuenta.

—¿Sí me paso de qué? Maldita sea Peter no le entiendo.

—Ya lo entenderás. Vamos a jugar de nuevo. —Puedo ver cómo Remus se burla de mí y ahora me dispongo a ganarle.

Siento a Lily sentarse a mi lado tratando de ayudarme a jugar. Ambas nos reímos cuando se da cuenta de que no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo y básicamente cada movimiento es hecho por ella. Peter por fin se rinde conmigo y al ver que no soy una digna oponente se va a jugar con Marlene McKinnon.

—No te sientas mal, con todos hace lo mismo, él único que considera un buen rival es Remus, pueden pasar horas sin moverse hasta que uno gane. —Lily me hace sentir bien de inmediato.

—No te preocupes, practicaré y cuando menos se lo espere le ganaré. —Sonrío maliciosa porque odio perder. Ella se ríe.

—Ese es el espíritu. Por cierto ¿qué te trae a nuestra torre? Bueno, claro, además de Sirius. —Me señala a ¿mi novio? se podría decir que es mi novio el cual está riéndose con James sin hacer el trabajo pero fingiendo que avanzan.

Veo que Remus esté lo suficientemente lejos, no quiero que escuche, pero lo encuentro tan entretenido en sus cosas que no creo que nos esté prestando atención, James y Sirius están en sus cosas. Peter está ahora riéndose con Marlene y Mary.

—No estoy pasando un buen rato en mi torre, solo es eso. —Ella hace lo mismo que yo y ve que nadie nos puede escuchar.

—¿Sabes que puedes contarme? ¿Te peleaste con Pandora?

—Oh no, para nada, Pandora es un amor y jamás nos hemos peleado. Bueno, nada que no se pueda arreglar a las dos horas. —Ella sonríe. —Es solo que una chica de mi dormitorio,justamente salió con Sirius antes, y bueno, no se lo tomó muy bien, todo es muy incómodo y no me he sentido cómoda.

—¿Se pelearon?

—Hubo gritos, sí. —Ella asiente entendiendo el asunto. —Pandora y yo básicamente nos la pasamos escondidas en nuestras camas o en un rincón. Y ella ahorita se iba a ver con unas chicas de su clase de Adivinación, así que no quería estar ahí sola.

—Entiendo. ¿Sabes? James no sabe de esto, porque él es prácticamente ciego. —Ambas lo miramos y vemos a James tratando de meter un lápiz en la nariz de Remus que se ha quedado dormido en la mesa con ellos. James debe de sentir nuestras miradas porque nos voltea a ver y deja lo que estaba haciendo por completo, Lily le da una mirada de "¿En serio?", luego se voltea y me sigue hablando. —Así como lo ves, ese hombre tenía a muchas chicas detrás de él, y cuando comenzamos a salir podría escuchar toda clase de comentarios, supongo que solo debes de ignorarlos.

—Lo sé, eso mismo dijo Pandora, solo que me cuesta. Más porque eran mis amigas.

—Bueno, espero que las cosas mejoren, y si no, siempre puedes venir acá y sentarte frente al fuego. Si cambia la contraseña te daré la nueva. —Me regala un guiño y yo sonrío.

Quiero decir otra cosa pero solo siento a Sirius sentarse a mi lado y a James del lado de Lily. Ella entiende que nuestra conversación se pospondrá por hoy pero no siempre. Después de un rato platicando, decido que es hora de irme a mi sala común y que los veré a la hora de la cena.

Al llegar a mi cuarto me encuentro que está vacío, o eso creía porque al momento que entro, la puerta del pequeño baño que compartimos se abre dejando salir a April. Esto es incómodo.

—Pandora no está aquí.

—Lo sé. —Respondo en el mismo tono que ella.

El silencio es horrible y trato de hacer mis cosas como normalmente las haría, pero puedo sentir su mirada en mi cuello, perforandome.

—Lo siento. —Es lo que dice después de un rato.

—¿Qué?

—Lamento haberte dicho todas esas cosas.

—Está bien, supongo que debí decirte que me gustaba Sirius cuando nos contaste que te invitó a salir.

—Tal vez, pero de todos modos, a ti te gustaba y jamás me trataste mal por salir con él, hasta me ayudaste a prepararme para mi cita, y ¿qué hago yo? gritarte.

—Pero te estás disculpando, creo que podemos sobrevivir a esto.

—Lo sé.

Otro silencio pero está vez no es incómodo.

—¿Sabes? Nunca me gustó Sirius, solo la idea de él, cuando te vi con él, fue coraje, por mi orgullo, pero en realidad estoy feliz por ti. —Siento que está diciendo la verdad, yo asiento.

—¿Por qué terminaron?

—Siento que era mutuo, a mi no me gustaba él y yo no le gustaba, quería que pasara más tiempo conmigo y no lo hacía, no sé, simplemente no encajábamos. —Para entonces ambas estamos sentadas en su cama. —¿Por qué me preguntas eso?

—Justo lo que dijiste, no sé si soy yo, es solo que no creo que yo verdaderamente le guste, siento que está conmigo y ya, por estar. —Ella asiente tratando de entender cómo me siento. —No se lo he dicho a nadie porque no quiero parecer loca, me refiero llevamos menos de dos semanas y siento que hay algo que no, no encaja.

No sé por qué me estoy sincerando de esa manera con ella, ni siquiera Pandora sabe como me siento, y eso es porque Pandora todo lo ve con una actitud muy positiva y siempre piensa lo mejor de las personas, pero se que April no será así.

—Creo que puedes esperar un poco, si él sigue así, o si sigues sintiendo que las cosas no te gustan, puedes dejarlo ir, tal vez a ti también te gustaba la idea de Sirius y no Sirius, piénsalo.

Y con eso se va del cuarto, dejándome sentada en su cama hundiéndome en mis pensamientos.

—Hey. —Es ella de nuevo. —Vamos a cenar, ya luego piensas cosas locas. —Y con una sonrisa nos vamos al comedor.