Par de Ases /Sirius Black/

Miércoles, 19 de Enero de 1977

El miércoles estoy en la torre de astronomía terminando de fumar, ya que Pandora y las demás chicas nos lo han prohibido a mi y a April hacerlo en la habitación.

—Es una verdadera mierda que nos hagan fumar afuera, es nuestro cuarto también. —April me dice muy molesta.

—Desgraciadamente ellas son 3 y nosotras dos. —April rueda los ojos. —Ganaron por mayoría.

—Lo sé pero el frío me está congelando hasta la conciencia. —Yo me río.

—Ya mejor vámonos, tenemos tarea por hacer. —Ella guarda sus cosas y asiente.

—Por cierto, ¿Ya sabes como te vas a desquitar de Skeeter? He escuchado que le da miedo pasearse por la sala común en caso de que la mandes a la enfermería como a Mulciber. —Yo me río más fuerte.

—No, no pienso hacer nada, por ahora, me alimentaré de su miedo. —Ella me voltea a ver impresionada.

—Vaya, tortura psicológica, me encanta. —Estamos saliendo de la torre de astronomía.

—Otra cosa, ¿cómo estás llevando la ruptura? —De inmediato todas las veces que he llorado en silencio o a la hora de bañarme, o antes de dormir vienen a mí.

—Oh, lo he llevado como una campeona. —April me mira incrédula y yo solo asiento.

—¿Sabes? Sé que no soy Pandora, pero si necesitas alguien con quien hablar...

—Gracias, es que no lo sé, quiero llorar todo el tiempo, pero a la vez no quiero hacerlo. —Ella está pensando lo que digo. —Además, no sé si es el estrés, pero he estado fumando más de lo normal.

—Lo he notado.

—No lo sé, sólo necesito tiempo y lo superaré, lo juro. —Digo eso en voz alta porque siento que necesito escucharlo o no me podría creer. —Claro, que si lo veo salir con alguien más probablemente me aventaré de la torre de Ravenclaw.

—Bueno, como experta en ver a tu ex con otra persona. —Diablos, se me olvida que yo fui la siguiente después de April. —Te aconsejaría la de astronomía, me parece que es más alta.

—Perfecto, astronomía será.

Después de eso regresamos a la sala común y nos sentamos en la mesa que nuestras amigas están ocupando para estudiar, sacó mi pergamino, donde tengo que escribir las características de cómo identificar a un hombre lobo y cómo huir de uno en caso de encontrarlo cerca a mí.

Pandora se acerca a mi y sus ojos brillan de felicidad.

—¿Sabes? Tengo una idea.

—¿Cuál, Pan? —Pregunto dejando mi pluma a un lado.

—Creo que debemos hacerlo.

—Wow, chica primero invítame a cenar. —Ella me da un golpe en el brazo.

—No me refiero a eso, ahora, creo que debemos de hablar en un sitio más privado. —Ella me señala el dormitorio.

—Pandora, en verdad, mínimo vamos por una cerveza de mantequilla. —Ella, quien ya se ha puesto de pie, me da un golpe en la cabeza con un libro.

—Ouch. —Yo me sobo donde me ha depositado el golpe.

—Eso te pasa por decir cosas que no, bien sabes que no eres mi tipo. —Ella me sonríe y sé que está jugando conmigo.

—Claro, se me olvidaba que te gustan rubios y altos. —Ella asiente y yo comienzo a guardar mis cosas.

—Chicas, nos adelantamos al dormitorio, las vemos en un rato. —Pandora anuncia y las demás se despiden de nosotras.