Decepción.

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Ivan Nikiforov llegó alrededor de las siete de la mañana a su hogar, al abrir la puerta lo primero que le llama la atención es una mochila sobre el sofá que está seguro que no pertenece a su hijo, aún así no le da demasiada importancia y se dirige a su recámara donde se encuentra con Víctor profundamente dormido en su cama, eso si le parece raro por lo que decide echar un vistazo a la habitación de su hijo la cual abre con cuidado para ver al japonés que duerme apaciblemente. Lo primero que pensó fue que seguramente Yuuri debido a la fuerte lluvia se vio precisado a pasar la noche ahí, por lo tanto volvió a cerrar la puerta con cuidado y regresó a su recámara donde después de cambiarse de ropa se metió a la cama silenciosamente para no despertar a su hijo, pues a pesar de que estaba exhausto encendió su laptop ya que aun tenía un par de documentos por revisar. Fue hasta las ocho que Víctor comenzó a moverse perezosamente.

-Buenos días Vitya.-

-Buenos días papá.- respondió aun bastante adormilado.

-¿Y cómo les fue ayer con la lluvia?.- preguntó Iván.

-Aquí excepto por la falta de energía eléctrica no tuvimos mayores problemas, aunque en casa de Yuuri si hubo dificultades. ¿Y ustedes pudieron controlar la situación?.-

-Sólo después de varias horas, el rio se desbordó y el agua llegó hasta las bodegas asi que todos tuvimos que ayudar.-

-Ya veo.-.

-Asi que...Yuuri pasó la noche aquí.-.

-Así es, sus padres no pudieron venir por él.-

-¿Entonces son muy buenos amigos?.- preguntó en un tono un tanto enigmático.

-Claro que si, eso ya lo sabes.- contestó Víctor un poco incómodo.

-Entonces sólo te pediré que no intentes nada extraño al menos por ahora.- para Iván Nikiforov la orientación sexual de su hijo no era ningún secreto, sin embargo en una ocasión lo reprendió severamente cuando una compañera de escuela de Víctor le dijo que este y el chico que fue su primer novio se veían en una zona escondida de un bosquecillo a las afueras de Sapporo para tener relaciones íntimas, si bien se comprobó que fue una mentira de la chica ya que Víctor a sus dieciséis años seguía siendo hasta cierto punto inocente en esas cuestiones, eso no impidió que Iván aun después que se disculpó con él no aumentara la vigilancia sobre el adolescente más que todo para que no hiciera en su opinión algo contraproducente de acuerdo a su edad.

-¡Ya te he aclarado una y otra vez que lo que te hayan dicho no es cierto!.- respondió bastante molesto.

-Lo sé, asi que calmate.- Iván pellizcó la mejilla de su hijo en un gesto que pese al tiempo conservaba desde que Víctor era bebé.- Sólo te pido que cumplas tu promesa y sepas esperar el momento adecuado, por otro lado Yuuri es un chico muy agradable asi que no me extrañaría que en realidad fuera tu novio.-

Víctor por un momento quiso confesarle que efectivamente lo era, pero se detuvo al pensar que eso provocaría que lo vigilara aun más en sus movimientos asi que prefirió callar.- Prepararé café.- el adolescente se levantó y salió de la recámara rumbo a la cocina.

Unos minutos después dentro de la diminuta cocina había un intenso movimiento del ruso preparando café, huevos con jamón y pan con mantequilla, sopa de miso(que contrario a Yuuri a él le fascinaba) y pescado ahumado. En cuanto tuvo la mesa puesta bajó al estacionamiento para buscar en el buzón del edificio el periódico y enseguida llamó a su padre.

-¿Yuuri sigue dormido?.- preguntó Iván mientras Víctor le servía café.

-Es lo más seguro, iré a despertarlo.-

Las flores del cerezo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora