Una mañana de invierno

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-¿Regresaremos a Rusia?.- repitió con voz trémula.

-Asi es, lo he pensado y sé que es lo mejor para ambos.-

-¿¡Así que esta es tu solución!? Sí es así déjame decirte que es la de un cobarde.- gritó ante el asombro de su padre.

-¿¡A qué viene esa pregunta!?.-

-¡A que esto sólo lo haces para huir!.-

-¡Por supuesto que no!, ¡lo hago porque lo considero necesario.- gritó también Iván levantándose del sillón al igual que Víctor.

-¡Mentira! ¡tú sólo quieres escapar de la realidad!, desde que terminaste con Jennifer te convertiste en un ebrio, por eso perdiste tu empleo.-

-Admito Que hice mal pero te prometí que eso no volvería a pasar.-

-¡No te creo!.- Víctor cada vez se alteraba más y más.

-Víctor por favor escucha; mí padre está muy enfermo y mí madre está sola, tengo un deber como hijo que cumplir.-

-¡Eso a mi no me importa!.-

-¡Víctor! Son mis padres y tus abuelos!-

-¡Te repito que no me importa!.-

-Pues aunque así sea vendrás conmigo.-

-¡No iré!.- contestó con terquedad.

-Eres menor de edad, no tienes otra opción.-

Víctor se mordió los labios intentando reprimir sus lágrimas. - ¡Todo esto es tu culpa!.- estalló de pronto.- ¡Si no te hubieses relacionado con esa zorra nada de esto habría pasado!.-

-Te suplico que no toques ese tema.-

-¿Por qué? ¿acaso tienes miedo de enfrentar el resultado de tu estupidez?.-

-¡Mide tus palabras!.-

-mamá se fue por tu culpa.- dijo de pronto el ruso tras un breve silencio.

-¿!Qué has dicho!?-

-¡Que mamá se fue por tu culpa!.- gritó el adolescente.

-Ya veo, ahora que has comenzado a tener contacto con ella te habla mal de mi para ponerte en mi contra.-

-Ella ni siquiera habla de ti.- Víctor decía la verdad ya que en el par de ocasiones en las que había hablado con su madre jamás se mencionó a Iván.

-¡¿Entonces eso lo dices tú?!- Iván comenzó a enfurecerse ante lo dicho por su hijo.

-Ella se fue porque no supiste hacerla feliz.- afirmó el ruso en medio de lágrimas de frustración.

-¡Eso no es verdad! Y nuevamente te advierto que midas tus palabras.- para ese momento Iván se asemejaba a una bomba a punto de estallar y los gritos de su hijo no hacían más que aumentar su enojo.

-¡Por eso Jennifer te abandonó! ¡Eres un ebrio y un fracasado!.- Víctor a causa de su desesperación estaba excediendo los límites de su padre.

-¡Víctor, es la última vez que te lo pido! Me estás agotando la paciencia y más aun porque no es la primera vez que me levantas la voz.-

El ruso ignoró la advertencia de su padre.- ¡Te duele que te lo diga pero es cierto! ¡Eres un ebrio cobarde y frac...-

Víctor no pudo terminar la frase ya que una fuerte bofetada lo derribó sobre el sofá.- ¡Te lo advertí!.- Iván tomó su lap top y se dirigió a su recámara cuya puerta cerró violentamente.

Las flores del cerezo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora