Nido de amor [JiCheol]

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El padre de Seungcheol los recibió muy contento al día siguiente, como si los incidentes no hubiesen sucedido nunca y ellos simplemente se hubieran comprometido como lo habrían hecho de no tener impedimentos. Jihoon se sentía mal cada vez que el señor Choi decía que ya quería ver nietos, se mortificaba internamente y eso hacía doler su corazón.

El lazo entre los dos era lo suficientemente fuerte como para que Seungcheol también sintiese las punzadas en su corazón, así que sólo lo animaba endulzando el aroma del ambiente para que el omega estuviese tranquilo. Jihoon amaba el aroma varonil de su alfa, sobre todo cuando el chocolate amargo se tornaba un poco dulce para él.

Estuvieron hablando sobre los planes de la boda, y ahí fue cuando el señor Choi se enfadó un poco, Seungcheol quería tener citas con su omega, llevarlo a cenas románticas y conquistar su corazón como era debido; el alfa mayor alegaba que eso podían hacerlo durante los preparativos de la boda, pero el menor seguía insistiendo en que no quería una presión de la cual preocuparse mientras conquistaba al omega.

El señor Choi se levantó enfadado de la mesa, dándoles un ultimátum, en el que si no se casaban antes de que Seungcheol cumpliera los cuarenta, los desheredaría; a Seungcheol le pareció divertido, pero aceptó diciendo que se podían casar en julio, un mes antes de que los cumpliese, a ambos (tanto a Jihoon como al señor Choi) les pareció razonable y aceptaron, sería un año entero para que la pareja pudiese cortejarse y otro para que prepararan la boda.

El siguiente lugar al que fueron fue a casa de Jihoon, necesitaba recoger sus cosas, las cuales ya estaban empacadas, pues el plan era que cuando se casara con Wen Junhui, se irían inmediatamente. Fue doloroso para Jihoon, pero no sorpresivo el saber que sus cosas habían sido tiradas, su padre alfa no quiso ni verlo y su madre omega sólo salió a decirle que ya no había nada de él ahí y volvió a entrar a la casa sin mayor remordimiento.

Jihoon lloró en los brazos de su alfa, tanto amor incondicional que le había dado a sus padres, tanto respeto, cariño y siguiendo todas sus órdenes aunque lo trataban como un objeto, habían servido para nada. Seungcheol estaba muy enfurecido con los mayores, quería golpear al alfa hasta asesinarlo si era posible, pero no valía la pena.

Al regresar al departamento de Seungcheol, Jihoon pidió encerrarse en la habitación un rato y Seungcheol lo aceptó a pesar de que quería estar a su lado consolándolo. El alfa se sentó en el sofá, mirando hacia la puerta de su habitación, esperando el momento en el que el omega abriría y le pediría que lo abrazara, o al momento en el que sintiese que su omega lo necesitaba.

Una llamada entró a su teléfono mientras miraba fijamente, así que respondió sin mirar quién había llamado.

—Hola, ¿esté es el número de Choi Seungcheol?

—Sí, ¿quién habla?

—Soy Lee Seokmin, primo de Lee Jihoon— dijo a través de la línea llamando la atención de Seungcheol.

—Sí, ¿qué pasa?

—Oh sólo quería saber cómo está mi primo, si es posible que pudiese tener una llamada con él, entenderé si no lo tiene permitido.

—No, sí, sí, claro— se apresuró a decir y se levantó del sillón —permítame un segundo— bloqueó el audio y tocó la puerta de la habitación, no escuchó alguna respuesta, así que abrió lentamente encontrándose con la mirada entristecida de Jihoon.

La carita del omega estaba hinchada de tanto llorar, se cubrió el rostro para que su alfa no viese lo feo que ahora se encontraba, no quería que lo viese de esa forma, pero a Seungcheol no le importaba, para él era hermoso sin importar qué.

—Tienes una llamada, de tu primo Seokmin.

Jihoon descubrió sus ojos y se iluminaron un poco con felicidad, el alfa se acercó a él y le dio el teléfono para luego salir, dándole la privacidad que había pedido. El omega desbloqueó el micrófono y habló —¿Seokmin?

—¡Oh Jihoon! ¿Estás bien? Estaba muy preocupado por ti.

—Sí, estoy bien, estoy muy bien— dijo con una sonrisa —mi alma gemela es perfecta, amo estar con él.

—Me alegro mucho por ti Jihoonie, de verdad me alegra escucharlo.

—Gracias Minie... ¿cómo supiste el número de Seungcheol?

—Tuve que averiguarlo, fue un poco difícil porque tus padres no querían darme ni el nombre de tu alfa... bueno, del sujeto que te secuestró, como dicen ellos. Pero conocí a un omega en el hospital donde trabaja mi alfa, lo escuché enfadado, murmurando cosas hasta que escuché tu nombre y no pude evitar acercarme a preguntar. Le dije quién era y nuestra relación, así que comenzó a contarme todo lo que había averiguado.

—¿T-todo lo que había averiguado?— preguntó nervioso.

—Sí, que tus padres te trataban como mercancía en lugar que como un hijo, murmuró algunas cosas que yo no entendí, pero nada que yo no supiera.

Jihoon suspiró, suponía que no sabía lo de su infertilidad o lo habría mencionado.

—Yo también me enfurecí, a pesar de que sabía cómo te trataban e incluso yo mismo presencié algunas cosas, lo lamento Jihoon, por no haberte cuidado, por no haberte defendido.

—Está bien, te habría ido mal si lo hacías.

Seokmin suspiró —entonces luego de que hablara con coraje, le pregunté cómo es que te conocía y por qué le enfadaba tanto tu situación, entonces me dijo que era el hermano de tu alfa. No pude quedarme callado y pregunté por ti, dijo que no sabía nada de ustedes, apenas llevaban como tres días desaparecidos y no se habían comunicado con ustedes. Le pregunté si podía darme el número de tu alfa, quería mantener el contacto contigo, así que no dudó en proporcionármelo, dijo que tú necesitarías el apoyo de alguien a quien consideraras muy cercano. Dijo que me avisaría en cuanto fuese posible comunicarme con ustedes, ayer lo hizo, pero no quise interrumpir si aún estaban volviendo a casa, ya también me contó lo que su familia hizo por ustedes.

Jihoon no pudo evitar sonreír al pensar que Wonwoo hablaba demasiado, pero se lo agradecía —me alegra que lo hayas conocido, sino ahora no podríamos hablar.

—Sí, mantengamos el contacto, ¿sí? No quiero alejarme como lo hice luego de casarme.

—Sí, podemos vernos de vez en cuando.

—Eso estaría bien, ¿cuándo nos vemos? Tengo unas cosas que darte.

—¿Unas cosas?

—Uhmhum— asintió aunque no era visto —yo me encargué de que tus cosas estuviesen listas para el viaje con el otro alfa, pero ya que te habían secuestrado decidí guardarlas por ti.

—¡Oh Seokmin! ¡Te lo agradezco mucho, de verdad, te quiero demasiado!

Seokmin rió —también yo Jihoonie. Oh mi alfa acaba de llegar, hablamos luego, ¿sí? Para acordar dónde vernos.

Jihoon asintió con emoción —sí, está bien.

La llamada fue colgada y Jihoon salió de la habitación con timidez, mirando al alfa que seguía con su mirada clavada en la puerta; se miraron a los ojos y el omega desvió la mirada al caminar hacia su alfa, se sentó a su lado y entregó el teléfono sin decir nada. No dijeron nada en ese momento, simplemente Jihoon se inclinó y dejó que el alfa lo envolviera en sus brazos. Se sentía bien y correcto abrazarse, se sentía cálido y emocionante, tan lleno de amor y cariño que ninguno de los dos podía creerlo.

—Gracias— murmuró Jihoon —por todo, desde el primer día que me miraste, hasta lo mucho que me has cuidado hasta el día de hoy.

—Gracias a ti por dejar que te ame.

El omega salió de su escondite en el pecho del alfa, se miraron con sonrisas dulces y cortaron la distancia entre ellos, tomando un dulce beso que derritió sus corazones.

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