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SeungCheol estaba fascinado con el celo de Jihoon, amaba que lo mordisqueara por todo el cuerpo, que lo besara y que lo acariciara sin miedo, sin temor a lo que el otro pudiese pensar, que se volviera juguetón, que le gruñera y tirara de su labio queriéndoselo robar, pero Jihoon no estaba tan contento de su celo, estaba totalmente avergonzado de lo que hacía, en sus cinco sentidos jamás sería capaz de hacerlo, al menos no sin tener la confianza suficiente.

El omega aún no era capaz de tomar el control de su cuerpo, ya habían pasado más de 24 horas y seguía en celo continuo, jugueteando con SeungCheol cada que hacían una pausa por el nudo en su interior, murmurando cosas como «alfa», «cachorros», «no», «mío» y otras palabras igual de cortas que las anteriores.

Aún no tenían la oportunidad de descansar y a SeungCheol comenzaba a preocuparle, sabía que serían capaces de tener sexo continuo por al menos tres días con sólo tomar agua cada cierto tiempo y descansando durante los nudos, pero no era normal que no hubiesen pausas, que Jihoon siguiese pidiendo más y que ni siquiera tuviese un momento lúcido. Sabía que durante los celos, los omegas tenían momentos de lucidez donde aprovechaban a comer, dormir, hacer sus necesidades, o simplemente conversar, pero Jihoon no estaba teniendo ni uno sólo, ni preocupándose de sus necesidades básicas.

—Jihoonie, necesitas alimentarte, pediré comida, ¿de acuerdo?— mencionó el alfa en cuanto su nudo se desinflamó una vez más.

—No, más— pidió y abrió las piernas aún más al notar que SeungCheol se había alejado de él. El omega estaba recostado boca arriba en la cama, en medio de ella y en el sentido contrario al cabezal, mientras Seungcheol estaba entre sus piernas.

—Voy a dártelo, pero necesitas comer.

—Más alfa— nuevamente pedía, esta vez comenzando a tocarse para excitar a SeungCheol.

Claro que SeungCheol no podía pasar desapercibido aquel ofrecimiento, él también quería tomarlo y follarlo una vez más, pero al estar consciente, sabía que necesitaban alimentarse y cubrir otras necesidades, así que simplemente negó, comenzando a escuchar los chillidos del omega, el cual comenzaba a llorar por que su alfa ya no lo quería.

—Shh shh no llores mi amor. Por favor, comamos un poco y volveré a hacerte mío, ¿sí? Prometo que no saldremos de esta habitación hasta que estés completamente satisfecho— dijo mientras se recostaba nuevamente sobre el omega, restregando su nariz contra la de Jihoon.

—Quiero más, alfa.

—Lo sé y voy a dártelo, sólo quiero que estes bien alimentando, quiero cuidarte, no quiero que nada te pase.

—Alfa— chilló una vez más, pero terminó cediendo —está bien.

SeungCheol sonrió y dejó un pesado beso en sus labios —pediré servicio a la habitación y haré una rápida llamada— mencionó levantándose de la cama.

—No te irás, ¿cierto?

—No, no, aquí estaré.

El omega asintió y observó a SeungCheol en silencio, sólo quería volver a tenerlo entre sus piernas, siendo follado tan espléndidamente como su alfa lo hacía. A pesar de que era capaz de entender lo que SeungCheol hablaba a través del teléfono del hotel, no estaba en sus cinco sentidos para comprender racionalmente la conversación, sin embargo, la palabra condones lo emocionaron, sabía que habría mucha más acción si tenían más de esos forritos que el alfa usaba.

El mayor no solo había pedido el almuerzo a la habitación (una gran cantidad, por cierto), sino también había pedido que les llevaran más condones, pues los de él ya se habían agotado. Al colgar, miró a Jihoon con una sonrisa y le pidió que lo esperara unos minutos más, volvió a levantar el teléfono y marcó a la casa de su hermano.

Nido de amor [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora