Nido de amor [JiCheol]

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Jihoon no recuerda haber sonreído tanto en su vida como en ese momento, en el que acariciaba su vientre poco abultado (casi ni siquiera se notaba cuando estaba de pie), ya habían pasado casi 3 meses desde sus vacaciones en el hotel de la playa, aunque no estaban seguros, algo les decía que el día en el que ambos estuvieron en celo, fue el día en el que el omega quedó embarazado. Las probabilidades eran mucho mayor durante esos ciclos y dado a que Jihoon aún era mínimamente fértil, era sin duda el mejor momento para traer a un cachorro a sus vidas.

Seungcheol se había atrasado con la gran cantidad de trabajo que surgió, así que eso había hecho que llegara pasadas las diez de la noche a casa, creyó que el omega ya estaría durmiendo, pero al ingresar a la habitación, lo encontró con una gran sonrisa, mientras le hablaba al cachorro que estaba desarrollándose en su interior. Ambos se saludaron con enormes sonrisas en sus rostros, y el alfa se acercó para dejar un sonoro beso en sus labios.

—¿Cómo estás cariño?

—Bien, hoy no tuve ningún malestar— comentó con una sonrisa.

A Jihoon le gustaría decir que estar embarazado era la mejor etapa de su vida, pero dado a todos los malestares que se habían presentado como mareos, náuseas, dolores estomacales y de su matriz, mucho sueño y baja energía, realmente estaba siendo peor de lo que había imaginado, pero al menos su alfa lo consentía, dándole masajes en varias partes de su cuerpo, cantándole y arrullándolo por las noches, trayéndole cada alimento que se le antojaba, incluso a veces lo bañaba aunque él no lo hiciera, lo acompañaba fuera de la bañera y lo ayudaba a jabonarse mientras conversaban o sólo se miraban con dulzura.

—Eso es bueno— sonrió y besó su sien —el jueves iremos a consultar y el sábado...

—Nos casaremos— completó con gran emoción —sé que aún no pasamos el primer trimestre, pero... si el doctor dice que todo está en orden, ¿podemos dar la noticia cuando estemos en la fiesta?

SeungCheol sonrió —si el doctor dice que todo está bien, lo haremos.

La sonrisa de Jihoon se amplió y estiró los brazos para que el mayor se acercara y lo abrazara con fuerza.

Jihoon no podía con la emoción, apenas era lunes y debía esperar hasta el jueves para que el doctor les dijese si todo continuaba en orden; al menos sus clases hacían que el día pasara rápido, los niños siempre lo alegraban con sus ocurrencias, aunque a veces no prestaran la suficiente atención, él era paciente y les enseñaba con dulzura, aunque ahora que estaba en estado de gestación, esa dulzura comenzaba a desbordarse y algunos padres se habían quejado de que sus hijos llegaran a casa con un dulce aroma a gardenias.

El omega trataba de poner todo su empeño en no liberar feromonas para que sus alumnos no llegaran con su aroma a casa, pero los niños lo enternecían tanto, que no podía evitarlo. Fue llamado a la dirección al final del día para hablar con el director sobre las quejas, así que tuvo decirle lo que estaba pasando, el director suavizó su tono con él y terminó diciendo que él se encargaría. A Jihoon le pareció un poco extraño su cambio de actitud, pero suponía que todos los alfas se ponían igual con un omega embarazado, siendo más cuidadosos y tranquilos, o al menos la mayoría así era.

Los días pasaron rápido y para el jueves, la pareja estaba tomada de la mano mientras esperaban a ser atendidos por el doctor, el cual no demoró mucho y los hizo pasar en cuanto su otro paciente terminó. Ambos entraron y tomaron asiento frente al escritorio, esperando que este les diera buenas noticias, o al menos unas no tan malas.

—¿Cómo te has sentido Jihoon? ¿Todavía tienes malestares?

Jihoon asintió —aún despierto con muchas náuseas por las mañanas y algunos olores me hacen vomitar, pero ya no he tenido dolores en mi vientre.