Nadie va a creerte

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Advertencia: CONTENIDO EXPLÍCITO 

A la mañana siguiente, Ouma, habia estado más de una hora corriendo para la escuela, ya no tenía la confianza de solamente caminar, no entendía si todo era una pesadilla y si aquel secuestro era de verdad, su respiración paraba de ser agitada, para ponerse ahora a mirar aquella escuela a la que asistía. El dia de ayer posiblemente solamente fue una pesadilla, nada de lo que Saihara habia dicho, era algo real y no tuvo que desmayarlo y tampoco pudo mirar a Izuru con un cuerpo lleno de sangre.

Entró a la escuela, mirando como todas las personas y de todos los grupos, trataban de mantener aquella calma que habia desaparecido desde aquellos asesinatos en la fiesta, al seguir caminando, entro al baño y mirándose ahora en el espejo. Estaba tan delgado y todas esas vendas en sus brazos y cuello, hacían ver que nada de lo que le ocurrió fue un muy mal sueño. Si fue secuestrado y iba a tener que aguantar a Saihara mucho tiempo, hasta poder graduarse por fin y mientras pasaba sus delgados dedos, recorriendo aquellas vendas. No habia escuchado la puerta o el seguro sonando, hasta que pudo darse cuenta de que alguien tocaba su hombro, rápidamente, eso lo alertó, mirando que era Saihara, con una gran sonrisa.

— Ouma-kun, pero si ya te encontré, me asustaste mucho, no deberías jugar así querido, puedes provocar un accidente o alguien puede pagar por tus tonterias. 

Acto seguido, agarró sus muñecas con fuerza, mirando como aquel chico de cabello morado empezaba a sacar delgadas lágrimas, las cuales, acercó su rostro, empezando a lamer aquellas lágrimas. Ouma abrió los ojos con bastante sorpresa, podía sentir la respiracion cerca de su cara y la saliva que le goteaba por su rostro, estaba asqueado, no reconocía a aquel Saihara amable. 

— No te vas a volver a escapar y juro que si lo intentas nuevamente, te voy a buscar y haré que seas solamente mío, tal vez, una caja de cristal con tu cabeza y la sangre drenada en una bolsa para que pueda tomarla, va a ser muy hermoso, mientras empiezo a comer lentamente tus entrañas cocinadas junto a tus bellos dedos de las manos, eso va a pasar si te vuelves a portar tan jodidamente mal, eres mio y de nadie más, nadie va a creerte si empiezas a decir lo que te hice cariño. Ahora, deberías calmarte y ser obediente.

Y así fue, soltó su muñeca con una dulce sonrisa y saliendo del baño con el contrario, agarrando con dulzura su mano, Ouma no decía nada, estaba totalmente sorprendido, quería llorar, estaba temblando y su mirada era baja, pero claro, nadie lo notaría de un antisocial y un raro como lo era Ouma, alguien que no existía para nadie. Aguantaba las lágrimas, pues sabía que si empezaba a llorar, Saihara le iba a apretar con más fuerza su mano. Levantó un poco su mirada, observando que Maki, estaba hablando con aquel chico de cabello de gran cabello oscuro. 

Que. . . Curioso.

¿De qué hablarían ellos dos?

Amame. . . ¡AMAME NADAMAS A MI!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora