Buen chico

388 30 15
                                    

Eres un buen chico mi amor, yo se que no quieres hacer esas cosas, te portas mal porque te gusta llamar mi atención, no te preocupes, es lo que jamás te va a faltar. Tienes que empezar a mirar todas las cosas que hago por ti, por ejemplo, hago un muy gran esfuerzo para que no te alejen de mi lado querido mío, pero parece que los obstáculos son cada vez mas difíciles, quiero hacer todo por ti mi pequeño y hermoso niño de cabello purpura. Tienes esos ojos que me encantan y me hipnotizan, creo que eso fue lo primero que me gusto de ti mi amor. Lo segundo es la actitud tan linda e inocente que tienes, no paras de ser asi ni conmigo cerca, dios, te amo.

Esos fueron los pensamientos de Saihara, volteándose hacia el contrario y empezando a sonreír de manera ''Dulce'' Claro, a su manera. Le dio una fuerte cachetada al contrario, dándole después algo de comer. solamente era una manzana y un vaso de agua, algo que Saihara consideraba necesario, era que su pequeño comiera muy saludable y que ese cuerpo no se fuera a deteriorar o dejara de funcionar. Finalmente, se sentó en una silla frente al contrario para mirar mejor como comía, pues tenia sus piernas encadenadas. 

— Amor, debes comer, lo necesitas. Ponte a comer o va a irte peor y no quiero eso, pero si asi lo quieres, mejor dime y ya

Ouma se quedo totalmente callado, empezando a comer aquella manzana con algo de asco, pero sabia que si vomitaba, terminaría todo mal. Tomaba un poco de agua mientras empezaba a llorar, cosa que a Saihara jamás le gustaba que hiciera, empezando ahora a patearlo en sus costillas con fuerza y sentándose nuevamente. 

— No llores, te miras mejor sonriendo y comiendo como un muy buen chico, un chico que no le hace daño a nadie. 

Se resistía el llorar, comiendo la manzana, aunque con algo de sangre, pues aquella patada estaba haciendo que escupiera sangre a montones y su cuerpo temblara mas de lo necesario. Termino aquella manzana, al igual que el agua, llenando el vaso de sangre. Mirando como Saihara empezaba a oler aquel vaso y lamiera la sangre con una sonrisa, bebiéndola después. 

Agarro el mentón del contrario con fuerza, besándolo, pues sabia que tendría mas de esa sangre saliendo de su boca, saborearla era ahora su otra nueva obsesión. Dejando al contrario en el suelo y yéndose después a la salida.  

— No te pongas idiota y intentes escapar o esta vez, ni te dejare vivo. Te amo

Salió de aquella casa abandonada, yéndose directamente atrás de la casa y empezando a hacer a agarrar algunas herramientas, un martillo, unos clavos y unas tijeras para cortar hojas de los arbustos. Sonreía con demasiada emoción, pues ahora sabia lo que le haría a su preciosa pareja. 

Amame. . . ¡AMAME NADAMAS A MI!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora