Pasitos de Pingüino ☆ YuTae

nana

El cumpleaños número 10 de Yuta estaba a la vuelta de la esquina.

Sus padres le habían preguntado si quería una fiesta, para celebrar con sus amigos. Pero Yuta sabía que Taeyong no podría asistir.

Y se sentía muy triste por ello.

Por lo que decidió que haría dos fiestas, una con sus amigos y otra muy pequeña sólo para Taeyong y él.

Así, a la semana siguiente, Yuta jugó y comió muchos dulces con sus amigos de la escuela el día de su cumpleaños. Al día siguiente invitó a Taeyong a su casa por primera vez.

"Feliz cumpleaños, Yukkuri. Aunque fue ayer, pero no pude venir."  Taeyong hizo un mohín con sus labios.

"Gracias, Taeyongie."

Yuta estaba acostumbrado a abrazar a la persona que le decía aquello, pero respetaba tanto al menor, que le dio su espacio y simplemente jugaron a las escondidas.

A Taeyong le gustaba el jugo de manzana, así que Yuta le pidió a su madre que comprara varias cajitas para el pelinegro.

El niño conocía a Taeyong hace tan poquito tiempo y aún así sentía como si el de cabellos negros fuera el mejor amigo de toda su corta vida.

"Te quiero, Taeyongie."

"Yo también a ti, Yukkuri."

"Pero aún no puedes ni siquiera darme la mano."

"No creo que los amigos tengan que darse la mano."

"Umh."

Yuta ignoró lo que había dicho el menor sólo para seguir jugando los video juegos que su padre le había regalado. Le enseñó a jugar a Taeyong, pero el menor perdió en todas las partidas.