san juu go

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No era novedad para nadie el hecho de que Taeyong y Yuta estuvieran saliendo.

Y menos para los amigos del mayor.

Todos conocían a Taeyong desde pequeño, desde ese día que había llegado temeroso a la escuela.

Pensaban que Yuta era una buena persona porque estaba ayudando a Taeyong a salir de su problema a toda costa.

Taeyong se veía mucho más feliz que antes. Pero había una persona que no estaba del todo contenta con el resultado de las cosas, y ese alguien era Jaemin.

Un día, Taeyong quizo ir a ensayar a la Academia aunque no tuviera clases ese día y Yuta lo acompañó para que no se sintiera sólo en la gigantesca sala de ensayo.

Mientras el pelinegro bailaba a lo largo del piso, Yuta lo miraba de manera diferente y no podía apartar sus ojos de él. Y es que Taeyong cambiaba totalmente cuando bailaba, por unos minutos dejaba de ser el pingüinito tímido.

Jaemin presenció esto, porque casualmente había tenido la misma idea que el menor, y al sentir una extraña presión en el pecho, se vio obligado a aceptar que siempre había visto a Yuta como algo más.

Pero eso ya no podía ser, porque Yuta sólo tenía ojos para Taeyong y así sería siempre.

El castaño, se retiró con la intención de olvidar aquello, pero la presión en su pecho nunca se iba.

Pasitos de Pingüino ☆ YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora