Pasitos de Pingüino ☆ YuTae

ichi

Taeyong se encontraba sentado en su cama, tenía puesto un bonito sweater color celeste porque hacía frío.

Estaba curioso porque había un chico con un extraño color de cabello merodeándo por la casa, y sus padres le habían dado una charla muy larga sobre que Yuta era un amigo.

Taeyong jamás había tenido amigos, así que no sabía como hacer uno.

Recordaba que la única vez que había ido a la escuela, unos niños lo invitaron a jugar, pero Taeyong no quería. Cuando tomaron su brazo, pudo sentir como su corazón latía tan fuerte que temió que este se saliera de su pecho.

Se sintió muy mal, y su estómago se revolvió como si hubiera subido a una montaña rusa.

Y eso no le gustó. No y no.

Había pasado lo mismo cuando mami y papi lo abrazaban.

Taeyong no quería contacto con nadie.

Le daba mucho miedo.

Y por eso, ahora no quería bajar de su cama. Porque eso significaba que tendría que hablar con Yuta.

El pequeño prefería colorear sus dibujos.

Sip, eso sonaba perfecto.

Taeyong acercó su silla pequeña a la mesa de su habitación y acomodó unas hojas y lápices.

Dibujo un zorrito.

Yuta entró por la puerta dando pequeños saltitos.

"¿Qué haces, Taeyonggggg?"

"Mamá dice que hago obras de Arte, me gusta el color azul."

"Estoy aburrido" Dijo Yuta.

"Puedes irte."

"Okay."

Y Yuta abandonó otra vez la habitación con un mohin en sus labios.