san juu nana

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"¡Jaemin-Hyung!"

Taeyong hizo un mohín con sus labios mientras se encontraba frente al hogar de Jaemin, quería sorprenderlo para ir juntos al ensayo.

Pero llevaba más de media hora allí y nadie abría.

Se acercó más y notó un sobrecito metido en la rendija de la puerta.

El papelito con diseños de pingüinos decía: para Taeyong y Yuta.

Taeyong no pudo evitar sentirse muy mal cuando leyó el contenido de la carta. Jaemin se había ido, aunque había dejado su número de teléfono y nueva dirección por alguna emergencia.

El pelinegro llamó a Yuta y sus lágrimas cayeron en cuanto el mayor contestó el teléfono.

Ese día, Taeyong sintió que le había causado un dolor muy grande a Jaemin. Por eso, sin que Yuta lo supiera, le entregó la dirección de Jaemin a Jeno, porque sabía que él lo quería mucho.

En la carta no decía el motivo por el que se había ido, pero Taeyong en el fondo lo sabía. Y a pesar de la penita en su corazón, no le gustaba la idea de imaginar que hubiese pasado si Yuta hubiera gustado de Jaemin.

Cuando volvía a casa, Yuta fue a buscarlo a la estación de trenes.

El alto se inclinó y tomó las mejillas frías de Yuta, le dio un besito en los labios.

"Hyung, no me abandones nunca. Por favor."

Pasitos de Pingüino ☆ YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora