san juu kyuu

117 19 0
                                    

Ambos chicos estaban en los columpios del parque cerca de la escuela.

Aunque Yuta ya había salido del último año, a Taeyong aún le quedaban dos años para salir. El mayor siempre lo acompañaba de regreso a casa.

Taeyong estaba yendo más seguido al psicólogo por unas innumerables pesadillas que tenía por las noches, pero ahí estaba Yuta para decirle que todo estaba bien. El especialista le había dicho que eran los efectos secundarios del tratamiento, refiriéndose a las conversaciones donde Taeyong debía recordar ese momento tan horrible para dejar que este se fuera de una vez de sus pensamientos.

Taeyong tenía ojeras bajo sus ojitos y se veía muy pálido, pero estaba feliz de igual forma. Y para Yuta, Taeyong siempre sería el niño más precioso del mundo.

"Taeyong" Yuta habló de repente, casi haciendo que Taeyong se cayera del columpio por la repentina sorpresa. "¿Sabías que puede caber todo el universo en mis manos?"

"¿Qué?"

El de cabellos negros se puso de pie y se paró frente a Taeyong, quien lo miraba algo desconcertado. Tomó entre sus manos la carita del menor y allí fue cuando lo comprendió.

"¡Ay, Hyung!"

El de cabellos rosas tapó su rostro con las mangas de su polo, queriendo desaparecer por el inevitable sonrojo.

"Vamos, Taeyongie. Se hace tarde."

Taeyong asintió, sin mirar al mayor. Aunque este le tomó la mano mientras caminaban lentamente.

Pero no sabían que ocurriría cuando llegaran a casa...

Pasitos de Pingüino ☆ YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora