30 Days Jotakak

7.- Intimacy

Todo mundo cuestionaba la convivencia de Jotaro y Kakyoin desde que se mudaron juntos para estar cerca del trabajo de ambos.

Los dos tenían su carácter y su costumbre de cómo hacer las cosas. Era extraño que no tuvieran roces, casi.

Pero era algo sencillo y, como siempre, se entendían con una mirada, sin necesidad de hablar.

El día comenzaba a las 6:30 am. Kakyoin se levanta y va a ducharse mientras Jotaro busca ropa y, en invierno, enciende la calefacción. Luego de la ducha, Jotaro entra al baño a ducharse mientras Kakyoin se viste y baja a preparar el desayuno. Jotaro termina su ducha, se viste y baja a poner la mesa y a secar y ordenar el cabello de Noriaki.

El desayuno fluye tranquilo, entre los planes para el día en el trabajo y si faltaba algo que comprar. Luego el pelirrojo lava los platos mientras Jotaro empaca los almuerzos de ambos y llena dos termos con café.

Salen de casa al mismo tiempo, a pesar de que el pelinegro entra media hora más tarde. Jotaro se encarga de dejar a Noriaki en el tren que lo lleva a su trabajo y luego camina en dirección a su propio trabajo.

Luego del día laboral, en el cual se mensajean un par de veces al día, Kakyoin toma un taxi hasta el trabajo de Jotaro, donde ambos caminan juntos a casa, a veces compran algo para cenar en el camino o, si es una fecha especial, cenan fuera.

Al llegar a casa, mientras Kakyoin lava los platos, el pelinegro se encarga de lavar, pelar, cortar, picar, etc., todos los ingredientes para que Noriaki prepare el almuerzo del día siguiente.

Una vez terminado eso, toman posición en el sofá, con sus pijamas ya puestos y una taza de té caliente.

Un suspiro rompió el silencio de la enorme casa y los ojos esmeralda se posaron en el más bajo.

—¿Pasa algo?

—Quiero renunciar a mi trabajo. Lo detesto, todos me detestan. Creen que, el hecho de que no diga dónde estudié significa que soy un arrogante. Que creo que nadie "merece" que le hable de mí mismo. Pero tú sabes que es ridículo intentar contar lo que me pasó y que la mayoría lo tuve que pasar en la fundación Speedwagon estudiando. Tú me ayudaste a estudiar... No quiero llevarme mal con mis colegas, pero tampoco quiero inventarme una vida que no tuve, porque sé que más temprano que tarde, lo voy a olvidar y no sabré mantener una mentira. Mi mamá no crió a un mentiroso y odio eso.

Jotaro apretó los labios y abrazó al más bajo, dejando que recargara su mejilla en su pecho.

—¿Cómo haces para que no te odien por no contar tu vida?

—Manteniendo un rostro amargo todos los días. Es mi muro impenetrable.

—Entonces, ¿necesito ser impenetrable?

—Muy tarde, yo ya lo hice.

—¡Jojo!

—No tienes que dejar de ser tú. Solo establece que es un punto de tu vida del cual no estás cómodo hablando porque te trae malos recuerdos.

—Sí... Tienes razón. Pero de todas formas, si no sale bien, voy a renunciar —sentenció Kakyoin.

—¿Y harás lo mismo en tu siguiente trabajo? Estás ahí para trabajar, no para hacer amigos. Si te entienden bien, sino, ya no es tu problema.

—Eres tan despreocupado. Me encanta, ¿por qué no puedo ser como tú?

—No te amaría así.

—Ouch...

—Eres cerrado una vez que sales por esa puerta... Pero aquí conmigo, eres un libro abierto. Eres frágil, lloras, te preocupas, y eso me encanta. Me encanta que yo sea especial para ti y que confíes en mí de manera tan plena. Yo también solo soy más abierto contigo, y siento que está bien así. Te amo así como eres y lo que provocas que yo sea.

—También te amo, Jojo... Gracias por soportar mis lloriqueos y mis quejas.

—Es todo un gusto para mí. Ahora, documental de ballenas blancas.

El sonido de la TV irrumpió el silencio del lugar y, en ese momento, estuvo claro.

La casa era enorme, pero no estaba vacía...

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Nota:

Simpre he tenido el concepto de que "Intimidad" es más que algo sexual. Intimidad es poder ser frágil junto a alguien, poder mostrarte vulnerable y sentirte seguro de todas formas.
Es confianza y calma.