Un policía y un sicario culpados de complicidad en un asesinato.
A pesar de sus diferencias deberán unir fuerzas para probar su inocencia...pero en el camino a ello surge algo más.
¿Pueden dos hombres seguros de su heterosexualidad empezar a cues...
Una tormenta de agua lluvia y viento azotó de improviso, los reclusos debieron refugiarse en los comedores, Jimin y Jungkook no se dirigían la palabra, pero tampoco se alejaron.
- ¿Podemos hablar?- preguntó Jimin después de un rato sentados juntos pero sin hablarse.
Jungkook sólo gruñó en respuesta.
- Lo siento- dijo Jimin.
-¿Qué?, ¿escuché bien?,¿ " fresita " está disculpándose?- dijo Jungkook con ironía molesto aún con Jimin.
- No me lo hagas más difícil- le respondió Jimin.
-¿ Porqué?,¿ acaso tú me la has hecho fácil?- le preguntó Jungkook veleidoso aún.
- Se que he sido un completo idiota, ni siquiera he agradecido todo lo que has hecho por mí, y tienes razón gran parte de lo que me está sucediendo es culpa mía ¿ conforme?- dijo Jimin un poco arrepentido por como lo había tratado.
Éste lo miró sin dejar entrever nada de lo que estaba pensando, sólo largó un suspiro y estiró las piernas en el asiento.
- Está bien "fresita ", voy a olvidar lo hijo de puta que has sido conmigo. - dijo Jungkook y una sonrisa se perfiló en la comisura de su boca, si Jimin pensó que Jungkook también se disculparía, podía esperar sentado.
- Deja de decirme "fresita "- le dijo Jimin molesto.
- Lo siento te lo mereces, así que te aguantas. - dijo Jungkook tozudo.
Jimin lo miró con enojo pero no dijo nada más.
-¿Jungkook?- dijo Jimin.
- ¿ Qué quieres ahora "fresita "?- Jungkook lo dijo sólo para molestarlo.
Jimin bufó fuerte pero no cayó en el juego de Jungkook.
- ¿ Crees que podrías conseguir pasta de dientes y cepillo?- preguntó Jimin.
Jungkook se puso a reír estrepitosamente haciendo que varios reos voltearan a mirarlos.
- ¡ Olvídalo!- dijo Jimin ofendido de su burla.
- ¿Tengo razón en llamarte "fresita ", no?- dijo Jungkook molestándolo sólo por diversión, Jimin tenía cero tolerancia.
- Eso se llama aseo personal, si a tí te gusta que tu boca huela a mierda problema tuyo- le dijo Jimin enojado.
Jungkook se acercó a Jimin y puso su rostro muy cerca de él.
-¿ Quieres comprobar lo bien que huele y sabe mi boca "fresita "?- dijo Jungkook sin quitarle la mirada a la boca de Jimin.
Jimin se puso rojo de vergüenza , trago saliva inquieto y seguidamente lo empujó hacia su asiento, nunca admitiría que Jungkook lo había puesto extremadamente nervioso con su cercanía.
Y Jungkook continuó riéndose, porque ahora sabía exactamente cómo controlar a Jimin cuando se pusiera demasiado intransigente.
Cuando llegó la hora de ducharse Jungkook hizo lo mismo que el día anterior, Jimin se apuró en asearse para salir luego de ahí, los demás reos ya sabían que ellos eran protegidos por Hobi y además la feroz mirada de Jungkook vigilando producía temor, ya todos sabían que se había encargado el solo y sin ayuda de tres de ellos en los patios del recinto carcelario, su ojo todavía hinchado era fiel prueba de ello, así que nadie se acercó a molestar.
La celda estaba fría, la tormenta no había amainado y los truenos se escuchaban de tanto en tanto.
- Toma- le dijo Jungkook a Jimin pasándole un pequeño paquete.
Jimin lo miró curioso y lo recibió abriéndolo de inmediato, dentro había un cepillo nuevo, una pasta dental y una barra de jabón.
Jimin dejó de lado sus rencores y sonrió de oreja a oreja, era la primera vez que Jungkook lo veía sonreír para él, y Jimin tenía una hermosa sonrisa.
- Gracias, ¿cómo lo hiciste?- preguntó de buen humor Jimin.
¡ Diablos!,pensó Jungkook , ¡ lo que podían hacer unos pequeños artículos de aseo!, y el también se puso de buenas.
- Asalte de nuevo la enfermería- dijo Jungkook riéndose relajado por primera vez.
- ¿ Cuándo fuiste al baño?- preguntó Jimin.
Jungkook asintió y ambos se largaron a reír.
- Por suerte no te vio Hobi, sino le deberías otro favor. - dijo Jimin entre risas.
-¡ Por suerte!, la vez pasada pequé de confiado, ahora me cerciore de no ser seguido por nadie, no por nada me apodan sombra- dijo Jungkook orgulloso de si mismo.
- ¿ Sombra?- preguntó Jimin curioso e interesado por primera vez en la vida de Jungkook.
- Sí, así me conocen entre los sicarios- dijo Jungkook serio.
-¿ Puedo preguntarte porqué?- dijo Jimin.
- Porque nadie me ve hasta que está a punto de morir. - le respondió Jungkook observando la reacción de Jimin al decirle esto.
Jimin pasó de la incredulidad al asombro, había olvidado por un momento que Jungkook era un asesino.
- Soy un asesino, no voy a justificarme, así que aprende a lidiar con ello- le dijo Jungkook dándole la espalda, la cara de Jimin le había demostrado claramente su horror, le dolió, si era sincero consigo mismo le dolió y mucho ser mirado de esa forma.
Gracias a Dios la luz fue apagada, Jimin a oscuras se lavó sus dientes y se enjuago con un poco del agua de la botella, Jungkook también lo hizo, tenía también un cepillo y pasta, luego cada uno se acomodó en su respectivo sitio para dormir.
Jimin vio dolor en el rostro de Jungkook cuando le dijo lo que el ya sabía que era, un asesino, pero a pesar de llevar tan poco conociéndolo no podía sentirse indiferente, si hubiera sido cuando el era policía no habría dudado en mostrarle su desprecio, pero ahora debido a las circunstancias todo era distinto, se estaba empezando a cuestionar muchas cosas en las que creía a rajatabla, empezando por la justicia, nunca más lo haría sentir como una escoria, Jungkook valía mil veces más que muchos de sus compañeros policías, aunque fuera un asesino.
Un trueno retumbó fuertemente y Jimin se removió inquieto, las tormentas siempre lo intranquilizaban.
- Otra vez sin poder dormir " fresita "- dijo Jungkook no era una pregunta era una afirmación.
Jimin sólo sintió el cuerpo de Jungkook deslizarse a su lado, no dijo nada, sólo se acomodó para darle espacio y en segundos se quedó dormido.
Jungkook tardó un poco más pero también lo hizo.
Un click despertó a Jungkook y lo puso en alerta, la puerta de la celda se abrió despacio y una silueta se introdujo hacia el interior, Jungkook tenía la ventaja de que sus ojos ya se habían adaptado a la oscuridad y podía ver mejor que el intruso.
Jungkook vio claramente la silueta de un arma apuntando hacia la cama donde ellos dormían, años de experiencia lo hicieron moverse sigilosamente y el infeliz ni siquiera supo cuando el arma le fue arrebatada y disparada en su propia cabeza.
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