Capítulo 24

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La relación entre ambos tenía cambios casi imperceptibles para los demás,  seguían tratándose con compañerismo,  nada anormal para quienes los conocían,  sólo alguien ojos de águila podía notar pequeños cambios,  esté era el caso de Hobi,  nada pasaba sin que se diera cuenta.

Dentro de esos cambios,  Hobi notó que Jungkook se ponía tenso y serio si alguno de los reos se acercaba demasiado a Jimin e inmediatamente se colocaba al lado dirigiendo una mirada amenazante, era como un animal marcando su territorio,  eso fue lo primero que notó Hobi,  otra cosa era que nunca, aunque lo disimulara,  perdía de vista a Jimin y en sus ojos una ternura inmensa se reflejaba mientras lo miraba,  además cuando se duchaban se colocaba de tal forma que el cuerpo de Jimin quedaba fuera de visión del resto excepto de los suyos,  y lo que más lo delataba era la postura de su cuerpo,  era como si Jimin tuviera un imán para el, si querías saber dónde estaba Jimin,  bastaba mirar hacia donde estaba girado el cuerpo de Jungkook y de inmediato podías encontrarlo.

Hobi sonreía para sus adentros,  seguro pensaban que nadie se daría cuenta,  pero con él, el secreto de el par estaría bien guardado, con el paso de los días había aprendido a apreciarlos sinceramente,  sólo le quedaba descubrir que circunstancias los habían llevado a prisión,  Jungkook y Jimin nunca hacían referencia a ello.

Ese día estuvieron jugando un poco a la pelota para matar el tiempo y así transcurrió la tarde.

Todos se habían duchado y se dirigían a sus celdas.

- Jungkook dejé la toalla en el baño,  voy por ella. - le dijo Jimin devolviéndose.

Jungkook se quedó esperando pero Jimin se tardaba así que fue en su búsqueda.

El baño estaba a oscuras y en silencio,  esto activo de inmediato las alarmas de Jungkook y un frío helado recorrió su espina dorsal,  abrió la puerta con cuidado adaptando sus ojos a la oscuridad y fue ahí donde vio un cuerpo en el suelo y sintió un arma apuntándole en la cabeza.

- Si haces cualquier sonido disparo- dijo una voz a sus espaldas.

- Igual vas a hacerlo- dijo Jungkook entre dientes,  el cuerpo de Jimin no se movía.

Sintió el percutor empezando a moverse y sin pensarlo echó su cuerpo hacia atrás impactando la mano del asesino y la bala repercutió estruendosamente al salir eyectada de la pistola, Jungkook se tiró inmediatamente sobre el cuerpo de Jimin para protegerlo.

Los ruidos de varios pasos se sintieron acercarse y el individuo aprovechó el momento para escabullirse.

Las luces se encendieron y entraron los guardias de turno y algunos reos tras ellos después de escuchar el disparo.

Jungkook al ver que las luces se encendieron revisó inmediatamente a Jimin,  tenía un golpe en la nuca donde salía un poco de sangre,  con sus manos palpó su cabeza en busca de otras heridas,  pero por suerte no había ninguna más.

-¿ Qué pasó?- preguntó uno de los guardias al ver el cuerpo inconsciente de Jimin.

- Alguien intentó matarnos- dijo Jungkook furioso mirando al guardia con recelo.

- Eso es imposible- dijo el guardia.

- ¿ Imposible?, ¿entonces el disparo y la bala que está incrustada en el espejo es  ilusión me está diciendo?- gritó Jungkook.

- ¡ No me hables así!- le gritó el guardia de vuelta acercándose a Jungkook peligrosamente con su porra en alto, pero los reos se pusieron por delante.

- El tiene razón,  ahora lo importante es encontrar al maldito y llevar a Jimin para que lo atiendan- dijo Hobi que se encontraba con los reos.

El guardia bajó la porra al ver la mirada fiera de los reos protegiendo a uno de los suyos.

- Llevenlo a enfermería y luego se me van a las celdas,  nosotros mientras revisaremos las instalaciones. - les ordeno el guardia molesto y furioso.

Jungkook tomó en sus brazos a Jimin y salió de los baños   Hobi lo acompañó y los demás reos se fueron a sus celdas.

El doctor en guardia revisó a Jimin minuciosamente.

- Está inconsciente por el golpe,  no es nada grave, pero lo dejaré aquí en observación.

- ¿ Puedo acompañarlo?- preguntó Jungkook.

- Lo siento no sé puede,  deben volver a sus celdas. - les dijo el doctor.

-¿ Y si vuelven a atacarlo?- preguntó Jungkook reacio a obedecer.

- Pondré cerrojo,  pero no puedes quedarte- le repitió el doctor.

- Vamos Jungkook,  el doctor no puede hacer nada- le dijo Hobi sacándolo del lugar.

Jungkook tenía la mirada y los ojos inyectados en sangre la furia fluía sin control por sus venas y dio un golpe a la pared dejando sus nudillos al rojo vivo.

- Cálmate,  Jimin estará bien,  ¿ Jungkook qué está pasando?, ¿porqué quieren matarlos?- preguntó Hobi nervioso por el descontrol de Jungkook.

- Mañana hablaremos,  ya no voy a esperar a que se salgan con la suya,  sólo necesito saber una cosa, ¿ estarías dispuesto a ayudarnos?- le preguntó Jungkook sin apartar la mirada de Hobi.

- Cuenta con ello, estoy en deuda contigo- le dijo Hobi.

Jungkook asintió y comenzó a caminar en dirección a su celda dejando a Hobi atrás, no tenía ganas de seguir hablando,  tenía ganas de encerrarse en su celda y llorar.

Se acostó en la cama y abrazó sus piernas mientras gruesas y calientes lágrimas escurrían de sus ojos, si no se hubiera devuelto en busca de Jimin,  tal vez ahora estaría muerto,  el se lo había prometido,  él iba a sacarlo de allí y lo ayudaría a demostrar su inocencia,  por poco todo se habría ido al carajo,  tenía que sacar a Jimin pronto,  ya no iba a esperar más,  cada segundo era una amenaza de muerte dentro de esa prisión.

Jungkook se secó las lágrimas de un manotazo,  había olvidado lo que en esencia era, el era un sicario,  el daba muerte,  el jamás sería la presa de nadie y no permitiría que nadie pero nadie,  lastimará a Jimin.

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