Capítulo 64

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Jimin y Jungkook se fueron felices de casa de Apa Jin, contar con su aprobación era importante, para Jimin por Jungkook, y Jungkook porque no tendría que elegir entre las dos personas más importantes dentro de su corazón.

Los siguientes días pasaron muy rápido, Suga y Taemin se encargaron de poner las cámaras en la bodega abandonada y dejar todo listo para el día sábado.

Taehyung y Hobi se dedicaron a seguir averiguando el paradero de las prostitutas desaparecidas, finalmente lograron saber que estaban recluidas en el mismo lugar donde anteriormente habían tenido a Taehyung.

Después de la emboscada y de la captura de Choi y Nam-joon, esperaban que las chicas fueran rescatadas, no podían hacer nada más para no arriesgar los planes.

Jungkook y Jimin eran todo mimos y ternura, Hobi los miraba y meneaba seguido su cabeza, sin poder entender, como un sicario y un policía habían terminado juntos.

Jimin recibió una extraña llamada, era Mi Suk que pedía verlo, tenía miedo por su vida y la del bebé.

Jimin estaba confundido, ni siquiera pensó como su antigua novia se había conseguido su número, para mala suerte Jungkook no estaba, había ido con Suga y Taemin a revisar por última vez la bodega, él no había ido porque tenía un poco de dolor de garganta y Jungkook lo obligó a descansar.

Dejó una nota a Jungkook explicándole a dónde iba, porque seguro si lo llamaba no lo dejaría ir, pero la voz angustiada de Mi Suk le hacían pensar que estaba en peligro, así que le pidió a Hana su automóvil y se fue rumbo a Seúl, iría a la casa de ella.

Cuando llegó una Mi Suk totalmente asustada y con señales de haber llorado le abrió la puerta dejándolo entrar.
Nada más cerrarse la puerta sintió el frío helado de un arma apuntándole en la cabeza.

- ¿ Pensaste que te saldrías con la tuya Jimin?- era la voz de Nam-joon, fría y ronca.

- Nam-joon- suspiró Jimin sabiendo que había cometido un error al venir.

- ¡ Lo siento tanto Jimin!- lloraba Mi Suk- Nam-joon me obligó a hacerlo.

Jimin trató de calmarla con la mirada, estaba a punto de la histeria.

Fue ahí dónde vio en la alfombra al padre de Mi Suk muerto con un disparo en el pecho y la sangre aún fresca manchaba la alfombra.

Nam-joon lo empujó encima del cadáver.

- Ése será tu fin también Jimin...no es nada personal- dijo Nam-joon soltando una carcajada.

Mi Suk ahora lloraba a gritos.

- ¡ Cállate de una vez!- gritó molesto Nam-joon y la golpeó con el arma dejándola inconsciente.

Jimin respiraba agitado y con evidente dificultad.

- ¿ Cómo puedes hacerle eso a la madre de tú hijo?- le dijo Jimin llevándose la mano al cuello para aflojar el cuello de la camisa en busca de aire.

Nam-joon lo quedó viendo.

- No todos tienen vocación de padre Jimin...sabes yo me fijé en ella antes que tú, pero ella te eligió a tí, cuando fuiste a prisión aproveché la oportunidad y me acerqué a ella, su padre estaba feliz que el jefe de policía se hubiera interesado en su hija, pero las cosas no fueron como me las imaginé, ella no tiene iniciativa, incluso llega a ser aburrida y lo peor de todo se embarazó y su padre me obligó a fijar fecha de matrimonio, y eso no es todo tendría que vivir aquí y también cargar con el viejo, definitivamente no era lo que yo quería, por lo menos ahora está muerto y Mi Suk si no quiere que le quite al hijo mantendrá la boca cerrada- dijo Nam-joon sin ninguna emoción.

- ¿ Cómo no me di cuenta lo despreciable qué eras?- dijo asqueado Jimin al escucharlo.

Nam-joon se largó a reír y se sentó en el sillón frente a Jimin y el cadáver de su suegro.

- Siempre tan correcto, creyéndote superior al resto, por eso te odiaba, también en ese entonces, por haberme quitado a Mi Suk, bueno ahora te la regalaría, por eso te elegí como carnada, ya no soportaba verte en el cuartel- le escupió Nam-joon con odio.

Jimin sentía el olor a sangre inundando sus fosas nasales, estaba tratando de resistir, pero sentía un pitido agudo en sus oídos y poco a poco se fue desvaneciendo hasta ya no ver la figura de Nam-joon mirándolo.

Cuando despertó estaba en un cuarto oscuro, con manos y pies amarrados, a su lado había otro cuerpo que lloraba despacito, era Mi Suk.

- ¿ Dónde estamos?- le preguntó Jimin tratando que sus ojos se adaptaran a la oscuridad de la habitación.

- En casa del padrino de Nam-joon - dijo entre lágrimas Mi Suk.

- ¿ Porqué te encerró a tí también?- le preguntó Jimin.

- Porque no pude parar de llorar, él está muy enojado, prometió que me sacaría de aquí cuando me calmara- le respondió tratando de dejar de llorar.

- ¿ Y tú padre?- preguntó nuevamente Jimin.

- No sé, supongo que Nam-joon se encargó del cuerpo, de verdad no se que hizo con él- dijo Mi Suk volviendo a llorar.

- Cálmate, llorar no le hace bien a tu bebé- le dijo Jimin con compasión.

Mi Suk empezó a calmarse.

- Quiero mucho tener a éste bebé...aunque su padre no lo quiera- dijo Mi Suk.

- ¿ Cuántos meses tienes?- preguntó Jimin.

- Cinco meses, será una niñita Jimin, el doctor me lo dijo cuando me hice la ecografía, tengo tantas ganas de que nazca y llenarla de besitos- dijo Mi Suk con ternura al hablar.

- Así será, ya verás que todo se va a arreglar- le dijo Jimin para darle esperanzas.

- Eres demasiado bueno, yo...yo no te creí, te culpé igual que todos, sólo espero que puedas perdonarme- le dijo Mi Suk arrepentida.

- Ya lo hice Mi Suk, sólo deseo que puedas ser feliz- le dijo Jimin siendo completamente sincero.

- ¿ Y tú?,¿ eres feliz?- le preguntó Mi Suk.

Jimin recordó a Jungkook, su sonrisa, su apoyo incondicional, todo el amor que le hacía sentir.

- Sí, Mi Suk, soy completamente feliz- respondió Jimin y una sonrisa se dibujó en su rostro.

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