~° Familia ~ Diego Castillo. Far Cry 6

X

—... ¿eres vegana entonces, jonrón?—

—Sip... ¿vas a reírte de ello tú también?—

—¡claro que no! Me parece increíble, lo respeto mucho... Yo no podría, me gusta demasiado la carne.—

La pelirrosa rió a gusto, tendiéndole a la chica una hamburguesa.

—Lenteja y calabaza, mi favorita.—

—La palabra lenteja no va con hamburguesa...—

Kala y la chica se habían conocido apenas una semana atrás, cuando Dani acordó ayudar a Moral.
A pesar de que habían hecho muchos nuevos aliados, la verdad era que Kala comenzaba a cuestionarse todo aquello. Temía por la seguridad de Dani, quien parecía ser la "chica de los mandados". El hecho de que su amiga hiciera cada cosa que le pedían, la estaba molestando demasiado.

—... ¿de verdad era necesario enviar a Dani sola?—Jonrón miró a su nueva amiga, quien fruncia levemente el ceño.

—Es mucho más que capaz, podrá hacerlo.—

—Si, pero nosotras podríamos ayudarla. Digo... no estamos haciendo nada.—

—... Sé lo que piensas, que la estamos dejando a su suerte o algo así.—Jonrón miró a la chica—. Pero créeme... si iríamos con ella, solo seríamos un estorbo.—

—Bueno... supongo que sí.—

—Ya, quita esa amargura de tu cara.—palmeó el hombro de la chica con algo de rudeza, sacándole un quejido.

—¿qué amargura? Así es mi cara siempre.—

—Oh, que triste.—

—Cállate...—

Jonrón miró como el Tigre pasaba frente a ellas, mostrándole a Kala que llevaba puesta aquella pulsera que le había regalado días atrás.

—Veo que le hiciste brazaletes a muchos ¿el mío para cuándo?—exclamó la pelirrosa.

—Se los doy a la gente que hace algo valiente... A ti solo te vi queriendo robar medicinas.—

—Oye~, hay que ser valiente para hacer eso.—

Kala sonrió antes de volver a probar su hamburguesa.

—Te haré uno si pintas mi cabello un poquito.—

—Uy~, hecho.—

~•~

—¿quién te dio eso?—

—No te diré nada, pequeño monstruo.—

Diego miraba a través de la reja de aquella celda al anciano allí tendido.
A pesar de que seguía a su padre de mala gana por la cárcel, cuando miró a aquel prisionero de mal aspecto tuvo que detenerse.

—... ¿te lo dio una niña?—

El guerrillero escupió al suelo, haciendo que Diego se molestara sobremanera.
El pequeño yarano juraría que aquella pulsera algo maltrecha que el hombre tenía en la muñeca era la misma que él llevaba en el tobillo.

—¿una basura como tú conoce a Kala? Que triste para ella relacionarse con dictadores como tú...—

Para cuando Antón notó la ausencia de su hijo y lo fue a buscar, el chico ya había levantado su mano hacia el anciano.

~•~

—Eso... No es lindo.—

Kala miraba algo asqueada como guerrilleros de la Moral se sacaban fotos con el cuerpo de Benítez.

—Lo sé, son unos salvajes.—Lucky Mama le alcanzó a la chica una botella de jugo.

—¿para mi?—

—Si no lo quieres esta bien.—

—¡no no!—Kala tomó la botella—. Es solo que pensé que no te agradaba.—

La anciana rió.

—No es que no me agradas, es solo que siento que no deberías estar aquí... No tienes una convicción firme, niña.—

—¿por qué lo piensas?—

—No peleas por Yara.—

—No, no lo hago. Peleo por Dani, por Libertad... Por mi familia.—Kala le dio un sorbo a su jugo—. Yo no soy yarana ¿por qué lo haría? Solo quiero que nadie más muera además de Castillo.—

—Bueno, supongo que es el mismo objetivo... en parte al menos.—

—Ya que estamos en paz... ¿me enseñarías algo de lo que sabes? Eres la mejor médica de campo que he conocido.—

Lucky sonrió al ver que la chica juntaba sus manos a modo de suplica.

—Ven, te mostraré cómo aplicar primeros auxilios.—

~•~

—No me gusta este lugar, Dani...—

—Es nuestra base ahora, enana. Deberás aguantar un poco ¿si?—

—Ni siquiera quitaron la decoración...—

Para Kala, estar en aquel hotel era una tortura.
Aún podían verse las guirnaldas y demás decoraciones adornando el salón, sin mencionar aquella fotografía de ella en la mesa principal.

—¿y esto?—Jonrón se carcajeó al ver a su pequeña amiga en la foto—. Aquí sí te veías como niña.—

—... Le volaron la cabeza a mi padre justo donde estás ahora, agradecería que no te rieras ¿si?—

—Oh, lo lamento. No lo sabía.—

La pelirrosa se odió profundamente al ver que Kala tomaba su arco y salía del hotel.

—No es fácil para ella estar aquí, Jonrón... No seas tan idiota.—Dani la miró molesta.

—Ya dije que no lo sabía...—

~•~

Kala caminaba por la costa algo distraída, mirando como algunos flamencos muertos rodeaban tarros de Viviro estancados en la playa.

—Ni siquiera los animales se salvan de esta mierda...—

Estaba por colocarse la máscara antigases para ir a alejar esa cosa de la costa, cuando una explosión proveniente del hotel le dio un susto de muerte.

—Ay no... No, no ¡no!—

A pesar de haber corrido con todas sus fuerzas, Kala sólo llegó para cuando la pelea había terminado.

—¿amigos...? ¿dónde-

—¡aquí, niña!—

Kala apenas pudo voltear cuando ya tenía los manos de Dani atrapando las suyas y las tironeaba hacia el lado contrario.

—¿qué pasó? ¿y los demás?—

—Atacaron el hotel, debemos alejarnos lo más posible de aquí.—

—¿y Jonrón? ¿Lucky?—

—No lo sé, no las he visto. De seguro ya se habrán ido.—

A pesar de que Kala quería ir a corroborarlo por si misma, la enorme nube roja que comenzaba a cubrir por completo el hotel le daban a entender que ya era tarde.
Solo le quedaba rogar porque todos estuviesen a salvo.