XV

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Kala miraba preocupada como Juan marcaba puntos en un mapa, indicándole a Dani lo que debía hacer.

—¿quieres que mate a Antón Castillo?—la mujer sonrió con cierta complicidad, sin notar lo mal que su pequeña amiga estaba tomando aquello.

Mientras Dani era convencida por Clara y Juan, la guerrillera solo se limitó a observar la pequeña foto instantánea de Diego sobre el mapa.

Lo echaba de menos.

—Oye, panterita. Nada de muchachos en esa cabecita.—Kala rodó los ojos ante los reproches del anciano.

—No es lo que piensas...—

—Mi niña no saldrá con fascistas en potencia, búscate uno con dinero, que sepa tocar la guitarra y prepare buenos tragos.—sonrió.

—Cállate...—

~•~

—¿segura de esto?—

Dani guardó la última bomba en la mochila de Kala, quien miraba distraída por la ventanilla del auto.

—Si matan al presidente... Necesito estar cerca para evitar que lastimen a Diego.—

—No creo que él esté ahí, según el contacto de Juan, solo hay un Castillo en el hotel.—

—... Iré de todas formas.—

Dani negó sonriente antes de que el auto se detuviera y las dejara bajar.

—Ten cuidado, niña... Comunícate por radio con Juan cuando plantes la última ¿si?—

—Sí, tranquila.—

Kala abrazó fugazmente a la mujer antes de comenzar a alejarse.

—Bien...—suspiró nerviosa, apretando las correas de su mochila—. Plantar bombas, volar todo, matar a Castillo, sacar a Diego y... Lo demás improvisaré.—

~•~

~Estoy en la azotea, panterita ¿me ves? Luzco como esa figura paterna que tanto buscas. Cambio.~

—No busco un padre, tengo al mío muy presente.—Kala sorteó las ruinas de un edificio—. Además el señor Montero hubiese sido mejor padre... Tú eres más como el tío alcohólico al que le quitaría dinero cuando esta ebrio... Cambio.—

~Rompes mi corazón, niña.~

Kala sonrió antes de alcanzar el lugar del anciano.

—Ya, no llores, Tío Juan... ¿qué tenemos aquí?—

—Dani esta asegurando el lugar... Mi contacto dijo que solo se registró un Castillo en el hotel, y es Antón quien está dando el discurso.—

Aquello sorprendió un poco a Kala, pues era evidente que Juan intentaba tranquilizarla respecto a Diego.

—... Iré igual.—

—Seh, seh. Lo imaginaba. Puedes entrar por la puerta este del hotel, Dani ya despejó todo.—

—Gracias.—

—Ten cuidado, niña.—

~•~

Kala revisaba fugazmente los pasillos del lugar, comenzando a creer que el chico realmente no estaba ahí. Tomó su radio dispuesta a avisar que se marcharía, cuando un golpe proveniente de uno de los cuartos llamó su atención.
Desenfundó su pistola y avanzó a paso seguro, apuntando a quien sea que estuviese allí.

—Diego...—

La chica bajó el arma de inmediato al toparse con el pequeño Castillo, quien aún mantenía su propia pistola hacia ella. Aquello extrañó a Kala.

~° Familia ~ Diego Castillo. Far Cry 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora