~° Familia ~ Diego Castillo. Far Cry 6

XVI

—Entonces si estaba Diego... ¿por qué no lo trajiste?—

Dani miraba con curiosidad como su amiga sonreía tontamente mientras acicalaba a Chicharrón.

—Su padre logra rastrearlo de alguna forma... Lo encontraría.—

—Te... ¿dijo algo?—

Kala miró a su amiga, aún con una sonrisa en la cara.

—Le di un BESO.—exclamó demasiado alto, haciendo que el animal se asustara.

—... ¿qué?—

—Dani... Me gusta Diego.—la chica dejó de sonreír poco a poco—. Pero no te gastes en decirme que es algo tonto.—

—¿por qué te diría eso?—

—Porque soy muy chica, porque somos de mundos diferentes, porque su padre mato al mío, porque yo maté a su primo...—enumeró rascando la cabeza del gallo.

Dani soltó una carcajada ante aquello.

—Si aún lo quieres después de todo eso que mencionas, creo que no hay nada que yo pueda decirte al respecto.—Kala sonrió.

—Gracias. Entonces... esperaba que me ayudaras en algo, dame tu opinión.—

—Suelta el chisme, vamos.—

La chica miró el collar en su cuello, pensativa.

—Desde que llegamos a Libertad, todo lo que he hecho ha sido por la causa, pero no porque me interesara realmente... Sólo quería ayudarlos a ustedes, cuidarles la espalda.—

—¿otra vez eso de que no eres yarana?—

—No lo soy.—afirmó la chica—... Es por eso que cuando Antón caiga, no hay nada que me ate aquí.—

—¿y Diego?—

Kala bajó la mirada.

—Solo quiero que Diego sea feliz, que sea libre... Pero él sí es yarano y le preocupa su gente.—

—Entonces... Quieres decir que aún planeas irte de Yara.—

—No lo sé...—

Dani suspiró rendida.

—No quieres quedarte, pero tampoco sabes si quieres irte.—Kala asintió—. Si fuese por mi, diría que te quedaras conmigo, después de todo, prometimos que así sería siempre... Pero ya veremos qué sucederá en ese momento ¿si? Lo pensaremos juntas.—

La pequeña guerrillera no tardó en abrazar a su amiga, quien correspondió el abrazo con cariño.

—Te quiero mucho, hermana mayor...—

Dani rió apenas antes de revolver el cabello de Kala.

~•~

—Entonces te ocultaste... ¿en el baúl?—

—Sí, papá.—

Antón llegó enseguida por su hijo al enterarse del disturbio, encontrándolo en la suit del hotel.
A pesar de que agradecía que nada le pasara a su hijo, se le hacía extraño que de todo el alboroto que hubo, nadie lo vio. Y por la manera nerviosa en que su hijo le respondía, sospechaba que estaba ocultando algo...

O alguien.

~•~

—¿Ahora somos un delivery de drogas?—

Kala bajó de aquella moto de agua y sacó de su mochila el paquete de pastillas.

—Te dije que te quedaras, no debías involucrarte en esto.—