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—¡Ya nunca sales a jugar taehyung!— reclamó un pequeño niño de piel palida que estaba sentado a lado del mencionado en el patio de su escuela.

—Debo llegar a casa temprano porque le prometí a kookie jugar con el en el columpio que prometí también que le construiría— el pequeño Tae dijo casi ignorando las súplicas de su amigo, poco le importaba ya que estaba emocionado mirando el reloj que estaba cerca de una de las puertas que daban dentro de la escuela.

—Siempre es igual— se cruzó de brazos molesto —kookie esto, kookie el otro— dijo imitando una voz melosa.

Taehyung volteó enseguida a ver a su ahora ex amigo de forma molesta, nadie podía decirle kookie más que el.

Se levantó rápidamente y empujó al niño, haciendo que este cayera de espaldas en la tierra, Yoongi volteó a ver al niño que lo empujó y vio sus otros casi oscuros, lo cual provocó miedo en el por lo cual evitó reclamarle algo.

—Solo yo puedo decirle kookie a MI kookie, si lo haces otra vez... te mato— talvez para alguien que mirara la escena creería que eso es tierno, celos de hermanos, pero no, taehyung hablaba enserio, y yoongi pudo notarlo en sus ojos y su voz, así que solo asistió con miedo.

Taehyung, al escuchar el sonido de la capatana que nombraba el retomo de clases, dejó solo al ahora no su amigo yoongi en el piso y caminó hasta dentro de los edificios. Tranquilamente encontró su salón y se sentó en su mesa correspondiente para seguir mirando el reloj colgado en la pared sin prestar atención a la clase, solo contando los minutos para poder ver a su kookie otra vez.

Taehyung corrió rápido hasta la puerta de su casa para abrir la puerta y entrar.

—¡Hyung!— sintió un peso caer en su cuerpo y al instante lo levanto para abrazarlo con fuerza —Tardaste mucho en llegar, ¡pensé que algún oso te había comido!— reclamó con un puchero en los labios el niño que estaba sosteniendo en sus brazos.

—Jungkookie~ tengo 10 años, puedo pelear contra un oso si quiero, pero preferí llegar más rápido contigo— bajó al piso al niño más bajo y comenzó a besar todo su rostro.

—Mientes— besó su frente —Estabas con tus amigos— besó sus dos mejillas coloradas —¿Ya no me quieres contigo, hyung?— Su voz se rompió un poco al final y Tae sonrió por la ternura que daba su kookie.

—Te prometo que no, tu siempre serás lo más importante para mi— besó su nariz —Ademas, te prometí hacer un columpio en el patio, yo nunca rompo mis promesas— besó ahora los dos párpados del niño.

—¡Pero tardaste mucho!— dió pequeños saltitos en forma de berrinche —¡tu siempre llegas a las doce! y ahora son...— se detuvo a ver el reloj de la pared a su lado y luego bajó la mirada a sus manitas donde comenzó a contar con sus deditos —¡la 1!, Es la 1— volvió a hacer un puchero.

—Sabes que tengo que venirme caminando, kookie— qcarició su rostro todavía —no volverá a pasar, lo prometo— aplastó las mejillas de Jungkook haciendo que su puchero fuera más prominente y dejó un besito ahi.

El niño, al sentir sus labios en los de el, solo se rió y tomó la mano de su hermano mayor para llevarlo a la cocina.

—Mami dejó comida en el refrigerador, dijo que solo lo calentarlas en el micro y que comieramos—

Taehyung escuchó atento y asintió, tomo a su hermano en brazos y los dejó en la mesa sentado para después abrir la nevera casi vacia.

Dentro se encontraba alguna que otra cerveza, paquetes de comida china vacios y un plato con arroz y pollo.

—Solo dejó esto?— sacó el plato y lo puso en otro extremo de la mesa, escuchó a su pequeño asentir en un ruidito mientras mesia sus piecitos en el aire y se chupaba el dedo de la mano.

𝒌𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 <ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora